Muere Elie Wiesel, rostro de la memoria del Holocausto
El escritor, superviviente de los campos de concentraci¨®n y premio Nobel de la Paz, ha fallecido en Nueva York a los 87 a?os
Una de las voces m¨¢s importantes en la memoria del Holocausto y la defensa de los derechos humanos, Eli Wiesel, falleci¨® este s¨¢bado en su residencia de Nueva York a los 87 a?os. La noticia de su muerte la dio el Museo del Holocausto de Jerusal¨¦n, Yad Vashem. Wiesel, superviviente de los campos de exterminio de Auschwitz y Buchenwald, recibi¨® el Premio Nobel de la Paz en 1986.
En un pasaje de su discurso de aceptaci¨®n del Nobel, Wiesel afirma: ¡°Lo recuerdo: sucedi¨® ayer, o hace una eternidad. Un joven chico jud¨ªo descubri¨® el Reino de la Noche. Recuerdo su desconcierto, recuerdo su angustia. Todo sucedi¨® tan deprisa. El gueto. La deportaci¨®n. El vag¨®n de ganado sellado. El altar ardiente donde la historia del nuestra gente y el futuro de la humanidad habr¨ªan de ser sacrificados. Recuerdo que pregunt¨® a su padre: ¡®?Puede ser esto verdad? Esto es el siglo XX, no la Edad Media. ?Qui¨¦n puede permitir que se cometan cr¨ªmenes as¨ª? ?C¨®mo puede el mundo permanecer en silencio? Y ahora ese chico me mira a m¨ª. ¡®Dime¡¯, pregunta, ¡®?qu¨¦ has hecho con mi futuro, qu¨¦ has hecho con tu vida? Y yo le digo que lo he intentado. Que he intentado mantener la memoria viva, que he intentado luchar contra aquellos que olvidan. Porque si olvidamos, somos culpables, somos c¨®mplices¡±.
El ni?o con el que Wiesel dialogaba en ese discurso naci¨® 1928 en Sighet, Transilvania. A los 15 a?os, fue trasladado con toda su familia por los nazis al campo de concentraci¨®n de Auschwitz, donde murieron su madre y su hermana peque?a. Sus dos hermanas mayores sobrevivieron. Despu¨¦s, ¨¦l y su padre, Shlomo, fueron trasladados al campo de Buchenwald, donde Shlomo muri¨®? poco antes de la liberaci¨®n en abril de 1945. El n¨²mero de identificaci¨®n como prisionero que llev¨® tatuado en el brazo toda su vida era A-7713.
Tras la guerra, se form¨® en Par¨ªs como periodista. No habl¨® del Holocausto durante una d¨¦cada. Acabar¨ªa escribiendo decenas de ensayos y novelas, entre los que destaca su trilog¨ªa sobre la experiencia en los campos de concentraci¨®n. El primero de esos libros, La Noche (1955), ha sido traducido a m¨¢s de 30 idiomas, seg¨²n la Fundaci¨®n Eli Wiesel para la Humanidad, organizaci¨®n que fund¨® junto a su esposa y que presid¨ªa. ¡°Olvidar a los muertos es lo mismo que matarlos por segunda vez¡±, era la idea central de aquel libro y la que gui¨® su vida. En ¨¦l relata su verg¨¹enza por permanecer en silencio tumbado en el catre mientras su padre era golpeado.
Wiesel dedic¨® su vida a la defensa de los derechos humanos, a mantener viva la memoria del Holocausto a trav¨¦s de la educaci¨®n y a la apasionada defensa del Estado de Israel. Entre las causas que apoy¨® su fundaci¨®n estuvieron la defensa de los jud¨ªos de la antigua URSS, los desaparecidos de la dictadura argentina, los refugiados de Camboya, los kurdos o la lucha contra el apartheid de Sud¨¢frica, explica la Fundaci¨®n.
En su faceta de activista, Wiesel se opuso a la reunificaci¨®n de Alemania en 1989 diciendo que dar¨ªa lugar a un resurgir del antisemitismo. En 1985, al tiempo que recib¨ªa en la Casa Blanca la Medalla de Oro del Congreso de Estados Unidos, reprendi¨® p¨²blicamente al presidente Ronald Reagan porque iba a visitar en Alemania un cementerio donde se encontraban algunos altos cargos del nazismo. ¡°Ese no es su lugar, su lugar est¨¢ con las v¨ªctimas del nazismo¡±, dijo.
La Fundaci¨®n de Wiesel, y ¨¦l mismo, fueron v¨ªctimas de la estafa piramidal del inversor fraudulento Bernie Madoff. Wiesel y su esposa, Marion, perdieron los ahorros de su vida y la Fundaci¨®n perdi¨® 15,2 millones de d¨®lares.
En una entrevista con EL PA?S cuando contaba 58 a?os, Eli Wiesel reflexionaba sobre la generaci¨®n de intelectuales supervivientes de los campos de los nazis, de la que salieron Primo Levi, Simon Wiesenthal, Jorge Sempr¨²n o ¨¦l mismo. "Nunca ha habido una generaci¨®n a la que obsesionara tanto la memoria como la nuestra, pero creo que es el patrimonio que debemos dejar a nuestros hijos".
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