Cumplea?os sin Marilyn

El presidente cumpli¨® cincuenta a?os y nada parecido a Marilyn Monroe estuvo all¨ª para festejarlo. Tampoco es que hubiese muchos motivos para celebrar justo un d¨ªa despu¨¦s de que el propio Enrique Pe?a Nieto ofreciera una disculpa a los mexicanos por la criticada compra por parte de su mujer de la llamada Casa Blanca.

Hace poco menos de un a?o afirm¨¦ en este espacio que el Gobierno de Pe?a Nieto no hab¨ªa hecho las cosas bien, pero gozaba de la incre¨ªble fortuna de que la oposici¨®n hab¨ªa hecho las cosas peor. Pese a la ca¨ªda de popularidad del presidente, que ya hab¨ªa comenzado, no hab¨ªa una fuerza pol¨ªtica capaz de capitalizar los errores de su administraci¨®n. En ese momento Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador part¨ªa a la izquierda por la mitad al escindirse del PRD, y el PAN a¨²n padec¨ªa los efectos de la lucha fratricida entre calderonistas y el resto por el control del partido. En las elecciones intermedias para renovar el Congreso, en el verano de 2015, el Gobierno se impuso a la oposici¨®n sin mayor contratiempo pese al desencanto que las encuestas mostraban respecto al desempe?o de Pe?a Nieto. Al parecer, muchos mexicanos consideraban que el PRI era el menos malo de los partidos contendientes.

El grupo en el poder carece de candidatos para el futuro y peor a¨²n, carece de respuestas para el presente

Ya no es as¨ª. Hoy el partido oficial est¨¢ siendo rebasado por la izquierda y por la derecha. Lo demuestra no s¨®lo la contundente derrota en la elecci¨®n de doce gobernadores el mes pasado, que ocasion¨® la renuncia de Manlio Fabio Beltrones, presidente del PRI; sino tambi¨¦n la sensaci¨®n de que el grupo en el poder carece de candidatos para el futuro y peor a¨²n, carece de respuestas para el presente.

Frente al ascenso de las figuras de L¨®pez Obrador por la izquierda (quien parece haber aprendido la lecci¨®n y ha comenzado a mesurar su radicalismo) y de Margarita Zavala por la derecha, el PRI no tiene alg¨²n candidato que pudiese competir siquiera de lejos por la Presidencia. O son cartuchos quemados por el desgaste de la administraci¨®n o t¨¦cnicos imberbes y desconocidos por el gran p¨²blico.

Por el momento carece de algo peor: respuestas frente a la crisis de imagen y legitimidad. La esperanza de una activaci¨®n econ¨®mica que viniese al rescate pasa por factores externos y todo indica que las perspectivas no mejorar¨¢n el resto del sexenio (el precio del petr¨®leo, la aton¨ªa de la econom¨ªa mundial o los flujos de inversi¨®n extranjera son variables fuera de control del Gobierno).

El contexto nacional no pinta mejor. El Gobierno parece haber renunciado a detener la violencia y la inseguridad p¨²blica cr¨®nicas y se reduce a hacer control de da?os. Los maestros desaf¨ªan al Ejecutivo y este ha quedado paralizado por temor a que una chispa encienda la pradera. Las reformas estructurales quedaron m¨¢s en deseo que en realidad o sus efectos apuestan a un plazo demasiado largo para hacer una diferencia en lo inmediato.

La disculpa p¨²blica ofrecida por Pe?a Nieto parece una medida desesperada. Constituye un verdadero hito porque no es un hombre acostumbrado a la rectificaci¨®n

En tales circunstancias, la disculpa p¨²blica ofrecida por Pe?a Nieto parece una medida desesperada. Desde su propia perspectiva constituye un verdadero hito, porque no es un hombre acostumbrado a la rectificaci¨®n o al reconocimiento de sus errores, a juzgar por la ausencia de cambios en el gabinete durante el primer trienio y las muchas faltas de sus colaboradores pasadas por alto. El acto de contrici¨®n es percibido por la oficina presidencial como un suceso hist¨®rico de cara a la recuperaci¨®n de legitimidad. Para su desgracia no necesariamente es as¨ª para el resto de los mexicanos.

Y ciertamente no ayuda el antecedente del presidente Jos¨¦ L¨®pez Portillo pidiendo perd¨®n y prometiendo defender al peso como un perro, d¨ªas antes de declarar una devaluaci¨®n. Tampoco ayuda que Pe?a Nieto haya prometido combatir la corrupci¨®n una y otra vez a lo largo de su sexenio.

Los mayas cre¨ªan que el universo se mov¨ªa en ciclos de 52 a?os y que al cumplir esta edad los hombres ten¨ªan oportunidad de cambiar. A juzgar por su declaraci¨®n, Pe?a Nieto quiere hacernos creer que ha cambiado a los 50. Muchos creemos que tendr¨¢ que demostrarlo con hechos. Si los mayas tienen raz¨®n cambiar¨¢ a los 52, justo cuando termine el sexenio.

@jorgezepedap