Asesinado a balazos en M¨¦xico un periodista que estaba bajo protecci¨®n

El periodismo tiene otra tumba abierta en M¨¦xico. El informador Pedro Tamayo Rosas, de 45 a?os, muri¨® asesinado a ¨²ltima hora de la noche del mi¨¦rcoles en su domicilio de Tierra Blanca, Veracruz. La v¨ªctima estaba bajo protecci¨®n estatal despu¨¦s de haber recibido amenazas. De poco le sirvi¨®. Las primeras versiones apuntan a que sobre las once de la noche, un coche negro par¨® frente a su casa, dos sicarios bajaron y, sin ning¨²n obst¨¢culo, lo mataron de ocho balazos. Algunos medios apuntan a que lo acribillaron delante de su familia.

Tamayo hab¨ªa trabajado en diarios locales de Veracruz, como El Pi?ero de la cuenca, Al calor pol¨ªtico, Mi Revista Veracruz o El Ca?ero de la cuenca. Bajo el nombre de En la l¨ªnea del fuego daba cuenta de los cr¨ªmenes que azotan este territorio infestado de zetas. Su ¨²ltima informaci¨®n vers¨® sobre la desaparici¨®n de un polic¨ªa municipal. "El quehacer reporteril de Pedro en Tierra Blanca era complicado, pues en muchas ocasiones hab¨ªa sido intimidado por las fuerzas del poder oficial. Y es que sus publicaciones -la mayor¨ªa de violencia- incomodaban", se?al¨® El Pi?ero de la cuenca.

En enero pasado, seg¨²n El Universal, recibi¨® amenazas cuando un empresario local, vinculado al c¨¢rtel Jalisco Nueva Generaci¨®n, entr¨® en tratos con ¨¦l para lanzar un diario. En su denuncia, sin embargo, el periodista asegur¨® que en nombre del gobernador "polic¨ªas vestidos de trabajadores de Telmex" hab¨ªan acudido a su domicilio y le hab¨ªan dicho a su esposa que le "bajara de huevos y dejara de estar chingando". Tamayo, bajo los auspicios de la Comisi¨®n Estatal de Protecci¨®n a Periodistas, fue trasladado a Tijuana. Pero hace poco tiempo regres¨® a Veracruz por voluntad propia.

En la noche de su muerte, Tamayo, seg¨²n medios locales, estaba en la puerta de su casa, atendiendo un puesto de comida con su familia. Una patrulla de la polic¨ªa acababa de hacer la ronda, cuando llegaron los asesinos. En el lugar del crimen, quedaron ocho casquillos de nueve mil¨ªmetros y la mancha oscura de la impunidad.

"Era un reportero inc¨®modo. Era un reportero que ten¨ªa la premisa de informar las situaciones de riesgo, las complicaciones de una regi¨®n hist¨®ricamente violenta. Era un reportero que marc¨® una vida al lado de una c¨¢mara y al son del teclado. Era un reportero. Y fue un reportero que muri¨® teniendo el blindaje del estado", afirm¨® en un editorial El Pi?ero de la Cuenca.? "Ha sido un ataque a quienes ejercemos la noble labor del periodismo. Y m¨¢xime para quienes lo hacemos desde una geograf¨ªa asolada por el crimen organizado y olvidada por las autoridades como los es la regi¨®n de la Cuenca del Papaloapan", indica el diario local.

Desde el a?o 2000 han muerto violentamente unos 90 reporteros en M¨¦xico. Una cifra convierte al pa¨ªs en el lugar m¨¢s peligroso de Am¨¦rica para ejercer la profesi¨®n. El punto negro es Veracruz, con 17 informadores muertos desde 2010, fecha en que el gobernador Javier Duarte de Ochoa se hizo con el poder.

A diferencia de otros cr¨ªmenes, en el caso de Tamayo la amenaza era p¨²blica y hab¨ªa activado el protocolo de seguridad. Como es habitual, la v¨ªctima no trabajaba para ning¨²n medio importante y carec¨ªa de dinero para protegerse a s¨ª mismo. El 90% de los asesinatos de periodistas en M¨¦xico quedan impunes.