Nuevo caso de brutalidad policial contra un negro, esta vez en Miami
Un hombre indefenso recibi¨® tres disparos cuando ayudaba a un enfermo mental
El terapeuta Charles Kinsey cometi¨® dos errores al mismo tiempo; ser negro y querer ayudar a su paciente. Ambas pudieron costarle la vida en el Miami de hoy.
En medio de la creciente tensi¨®n racial tras las matanzas de Dallas, Minnesota y Baton Rouge, el incidente del lunes acerca de nuevo la cerilla a la gasolina.
El tiroteo que ha soliviantado a la comunidad afroamericana se produjo cuando Kinsey, de 47 a?os y terapeuta de profesi¨®n, sali¨® a buscar a un paciente autista de 23 a?os que se hab¨ªa escapado de la casa hogar en la que recib¨ªa tratamiento. Cuando lo encontr¨® en la calle, el inofensivo enfermo-de piel blanca- disfrutaba sobre el pavimento moviendo un cami¨®n de juguete. Kinsey se sent¨® entonces junto a ¨¦l para convencerlo de volver tranquilamente al hospital.
En la paranoica Florida de hoy la actitud result¨® sospechosa para un vecino que llam¨® a la polic¨ªa para denunciar que un hombre amenazaba con suicidarse en la calle, seg¨²n los medios estadounidenses. Acordonada la zona, la polic¨ªa pidi¨® a Kinsey que levantara las manos y no hiciera movimientos sospechosos. El terapeuta cumpli¨® a rajatabla las ordenes pero no as¨ª el joven paciente que segu¨ªa concentrado en su cami¨®n ajeno a lo que ocurr¨ªa a su alrededor. ¡°Todo lo que tiene es un cami¨®n de juguete en la mano, un cami¨®n de juguete¡± repet¨ªa a gritos. ¡°Soy un terapeuta en una casa hogar¡± se identific¨® el cuidador.
¡°Se?or, ?por qu¨¦ me dispar¨®? cont¨® despu¨¦s. Pero ellos respondieron no lo s¨¦¡±.
Pocos minutos despu¨¦s Kinsey -el negro- recibi¨® tres disparos en la pierna mientras que el enfermo -blanco- segu¨ªa at¨®nito lo sucedido junto a ¨¦l. La escena, grabada con un celular, ha sido ampliamente difundida en las redes sociales. La comunidad negra no solo se ha indignado por los injustificados disparos, sino por el trato recibido por la v¨ªctima ya que fue esposado mientras se desangraba a la espera de la ambulancia.
¡°Cu¨¢ndo me dispar¨® fue tan sorprendente como una picadura de mosquito¡±, dijo Kinsey desde el hospital a la cadena WSVN. ¡°Yo ten¨ªa mis manos en alto cuando sent¨ª el disparo". En el momento que se acercaron, solo pregunt¨®: ?¡°Se?or, ?por qu¨¦ me dispar¨®? cont¨® despu¨¦s. Pero ellos respondieron no lo s¨¦¡±.
La polic¨ªa dijo a?The Miami Herald que intentaron negociar con los dos hombres en la escena y aunque ha apartado del cuerpo a los polic¨ªas implicados, no ha ofrecido una explicaci¨®n convincente.
La muerte hace dos semanas de dos negros a manos de la polic¨ªa en Estados Unidos desat¨® una ola de matanzas contra uniformados. La primera de ellas, en Dallas, dej¨® cinco polic¨ªas muertos. Posteriormente otros tres m¨¢s fueron tiroteados en Baton Rouge (Luisiana) a manos de otro asesino de color. La ola de venganzas ha aflojado el gatillo de los uniformados.
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