China planea la mayor ¨¢rea urbana del mundo alrededor de Pek¨ªn
El ambicioso proyecto tiene el doble objetivo de descongestionar la capital y desarrollar las zonas contiguas y menos pr¨®speras
China tiene entre manos uno de los mayores proyectos urban¨ªsticos de la historia del pa¨ªs. Las autoridades pretenden que Pek¨ªn se convierta en el centro de una inmensa regi¨®n metropolitana, de m¨¢s de 100 millones de habitantes y una dimensi¨®n equivalente a cinco veces la de Extremadura, con el doble objetivo de revitalizar la econom¨ªa de las zonas menos desarrolladas del norte chino y descongestionar la capital.
El plan se basa en la integraci¨®n de Pek¨ªn con la ciudad portuaria de Tianjin y gran parte de la provincia circundante de Hebei. Esta regi¨®n, llamada Jingjinji por la suma de las abreviaturas en mandar¨ªn de las tres zonas que incluye, no se convertir¨¢ en una megaciudad, sino en un ecosistema de varias urbes con un n¨²cleo (la capital) desde y hasta el cual la poblaci¨®n podr¨ªa desplazarse en menos de una hora. El Gobierno central ya est¨¢ construyendo nuevas autopistas y v¨ªas de tren convencional para mejorar la conectividad, pero la clave para unir zonas tan lejanas es la alta velocidad ferroviaria.
Proyectos de este calibre no son nuevos en China y cada presidente ha abanderado el suyo. La reforma y apertura iniciada por Deng Xiaoping supuso el desarrollo del Delta del R¨ªo Perla (sur), Jiang Zemin transform¨® Shangh¨¢i y dio alas a la explosi¨®n del Delta del Yangts¨¦ (este) y Hu Jintao vir¨® hacia el oeste para revitalizar urbes como Xi'an, Chengdu o Chongqing. Xi Jinping se ha fijado ahora en el norte, una zona bastante menos desarrollada comparado con la costa (con la excepci¨®n de Pek¨ªn y Tianjin) que tradicionalmente ha dependido de la industria pesada y que ahora sufre los estragos de una dura reconversi¨®n industrial.
"Pek¨ªn ser¨¢ el centro pol¨ªtico, cultural, cient¨ªfico y tecnol¨®gico. Tianjin un eje de la investigaci¨®n, el transporte mar¨ªtimo y la innovaci¨®n financiera. Hebei pasar¨¢ a ser una base log¨ªstica importante y un ¨¢rea de prueba de transformaci¨®n industrial", explican desde la Comisi¨®n de Planificaci¨®n Urbana de Pek¨ªn. La agencia municipal reconoce que el actual grado de integraci¨®n y de cooperaci¨®n industrial entre las tres regiones no es suficiente, lo que ha provocado una enorme brecha entre los ciudadanos de las tres provincias. El PIB per c¨¢pita de Tianjin, por ejemplo, m¨¢s que triplica al de Hebei.
"Creo que es un proyecto factible. Primero, porque es el Gobierno central quien est¨¢ a cargo, no los municipales. Segundo, porque Pek¨ªn est¨¢ en un cuello de botella en t¨¦rminos de industria, poblaci¨®n y recursos. La capital no puede aguantar m¨¢s esta presi¨®n", asegura Ye Tan, comentarista econ¨®mico del peri¨®dico National Bussiness Daily. La poblaci¨®n de la capital ha pasado de 14,9 millones en 2004 a casi de 22 millones a finales de 2015, un crecimiento de casi el 50% en solamente once a?os. Problemas como los atascos, la contaminaci¨®n, la falta de agua o la saturaci¨®n de los servicios sanitarios son la t¨®nica habitual de la ciudad.
A Pek¨ªn le interesa el proyecto Jingjinji porque ve en el desarrollo de sus ¨¢reas contiguas una posibilidad de descongestionar la ciudad. Uno de los hitos del plan es precisamente el traslado de las oficinas municipales desde el centro hasta el distrito de Tongzhou, situado a 20 kil¨®metros al este, con lo que se espera desplazar hasta un mill¨®n de funcionarios a finales de 2017. Este nuevo subcentro, de 155 kil¨®metros cuadrados, "se construir¨¢ de acuerdo con un nuevo tipo de urbanizaci¨®n optimizado, basada en el desarrollo ecol¨®gico, habitable, eficiente, c¨®modo y amigable para los residentes", seg¨²n las autoridades.
Mientras algunos proyectos est¨¢n ya en marcha (el traslado a Tongzhou, las 27 l¨ªneas de tren que conectar¨¢n varias ciudades entre s¨ª o un nuevo aeropuerto situado en la frontera entre Pek¨ªn y Hebei), otros aspectos como el n¨²mero y calidad de los servicios a los residentes siguen siendo una inc¨®gnita. China ha priorizado la construcci¨®n de viviendas residenciales por delante de la de una red eficiente de transporte o de la construcci¨®n de infraestructuras p¨²blicas como hospitales o escuelas, con lo que decenas de nuevas zonas, especialmente en Hebei, est¨¢n habitadas por miles de personas pero no pueden permitirse dar estos servicios a sus residentes por la falta de recursos.
"No podemos depender solamente del transporte para sacar a la gente del centro de la ciudad. Los servicios p¨²blicos son esenciales, pero la cuesti¨®n es c¨®mo de dispuesto est¨¢ Pek¨ªn en compartir estos recursos con otras ciudades y si los trabajadores -profesores, doctores,...- querr¨¢n trasladarse", sostiene Tan. Uno de los principales problemas para facilitar el movimiento de personas es el hukou (permiso de residencia), que es mucho m¨¢s valioso si es de Pek¨ªn o Tianjin que de Hebei. "Mientras el cintur¨®n de pobreza alrededor de las dos grandes metr¨®polis septentrionales siga existiendo, la gente seguir¨¢ yendo en manada hacia Pek¨ªn", dice el experto.
Una ciudad a¨²n por construir
En Tongzhou, donde ya llega el metro y una autopista de cinco carriles por sentido, el paisaje es a¨²n des¨¦rtico. Los descampados est¨¢n protegidos por muros empapelados con carteles que muestran dise?os de una ciudad futurista y con abundantes zonas verdes. En la lejan¨ªa hay algunos bloques de pisos habitados por centenares de personas que antes ten¨ªan sus casas en la zona donde se construir¨¢ el nuevo centro administrativo de la capital y que han sido recolocados.
A la se?ora Zhang y a su familia de siete miembros les correspondieron cuatro apartamentos de unos 50 metros cuadrados cada uno y un mill¨®n de yuanes (unos 134.500 euros) como compensaci¨®n por la mudanza. Los supermercados, las escuelas y los hospitales m¨¢s cercanos est¨¢n lejos de su nueva casa y la red de autobuses es escasa, pero la familia se compr¨® tres coches con el dinero que recibieron del Gobierno.
Zhang est¨¢ convencida de que estos servicios llegar¨¢n cuando lo haga el nuevo distrito, y se frota las manos pensando en lo que valdr¨¢n sus pisos por aquel entonces. "Tenemos una parada de metro muy cerca. Nuestro agente inmobiliario nos ha dicho que ahora podr¨ªamos venderlo ya a 30.000 yuanes por metro cuadrado (4.030 euros)". El contrato con el Gobierno incluye una cl¨¢usula que impide la compraventa de sus viviendas durante los primeros cinco a?os, pero despu¨¦s podr¨¢n hacerlo sin ninguna limitaci¨®n, cuenta sonriente la matriarca.
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