Bill Clinton humaniza a la ¡°fuerza del cambio¡± Hillary Clinton
El expresidente presenta a la flamante candidata como una mujer sensible e incansable a la vez que capaz de dirigir la primera potencia mundial
La tarea de Bill Clinton en la convenci¨®n dem¨®crata en Filadelfia que ha coronado a su esposa, Hillary, como la nueva candidata dem¨®crata a la Casa Blanca era ensalzar su lado m¨¢s humano. Porque la primera aspirante femenina de la historia a presidir Estados Unidos es una mujer de larga y probada carrera pol¨ªtica, pero que sigue teniendo problemas para lograr la empat¨ªa de los votantes y superar la desconfianza que sigue generando entre quienes dudan de su sinceridad.
El expresidente y reputado orador super¨® el desaf¨ªo contando una historia de amor, la suya, con esa ¡°chica rubia de gafas enormes¡± a la que conoci¨® en 1971 y que, pese a numerosos altibajos, dura ya m¨¢s de 40 a?os. Y la aderez¨® con suficientes an¨¦cdotas sobre el largo activismo de Hillary Clinton en causas sociales como para poder acabar su discurso la noche del mi¨¦rcoles present¨¢ndola como una fuerza del cambio capacitada como nadie para sentarse en el Despacho Oval.
Hillary ¡°es mi mejor amiga¡±, la persona con la que en los ¨²ltimos 40 a?os no ha parado de ¡°caminar, hablar y re¨ªr¡± desde el primer paseo que dieron juntos. Pero es tambi¨¦n un irrefrenable ¡°agente del cambio¡± que lleva toda su vida luchando por las minor¨ªas y los m¨¢s desfavorecidos de la sociedad, afirm¨® el exmandatario al cerrar el segundo d¨ªa de convenci¨®n dem¨®crata en Filadelfia.
Bill Clinton sab¨ªa lo que se esperaba de ¨¦l. Es un orador bueno, muy demandado, y una de sus especialidades son los que da en las convenciones de su Partido Dem¨®crata. Los lleva dando desde que dej¨® la Casa Blanca en 1999. Muchos dem¨®cratas todav¨ªa recuerdan emocionados el que dio hace cuatro a?os en la convenci¨®n dem¨®crata de Charlotte en apoyo a la reelecci¨®n de Barack Obama. Tambi¨¦n ha sido siempre un respaldo clave en las dos carreras electorales de su esposa, la que frustr¨® Obama en 2008 y en la actual.
Pero este no era un discurso m¨¢s. Tambi¨¦n era una novedad para el expresidente, que tuvo que asumir un discurso hist¨®ricamente reservado a una mujer, a la aspirante a primera dama del pa¨ªs. No lo rehuy¨®, sino que se regode¨® en este hecho mientras que cumpli¨® con la norma no escrita de mostrar a los electores, porque de eso se trata, el lado m¨¢s personal y humano del candidato o, en este caso, candidata, a dirigir sus destinos.
Todo ello sin dejar de destacar los aspectos que la hacen, sostuvo, m¨¢s capaz que nadie para dirigir Estados Unidos.
"Hillary Clinton es la condenadamente mejor agente del cambio que he conocido en mi vida¡±, insisti¨® el expresidente en un discurso con el que tambi¨¦n apel¨® a las minor¨ªas, los inmigrantes, los discapacitados, a las mujeres ¡°por las que lleva luchando toda su vida¡±, a los afroamericanos ¡°desilusionados y con miedo a salir a la calle¡±, pero tambi¨¦n a los polic¨ªas ¡°que protegen nuestro futuro¡±, en referencia a las tensiones por la violencia policial que han desencadenado ya dos matanzas de agentes de la ley en las ¨²ltimas semanas.
Hillary Clinton, dijo una y otra vez Bill Clinton, es la m¨¢s capacitada para defender y mejorar el futuro del pa¨ªs. "Este pa¨ªs ha sido siempre el pa¨ªs de los ma?anas y vuestros hijos y nietos os lo agradecer¨¢n siempre si la eleg¨ªs¡±, concluy¨® entre rabiosos aplausos.
Si Hillary Clinton logra convertirse en la primera mujer presidente de Estados Unidos, su marido, Bill Clinton, tambi¨¦n har¨¢ historia. Ser¨¢ el primer hombre que ocupa el cargo no electo pero s¨ª destacado de primer c¨®nyuge. La idea era hasta hace poco tiempo tan impensable que ni siquiera hay consenso a¨²n sobre qu¨¦ t¨ªtulo darle para el puesto de ¡°primera dama¡± reservado los dos siglos largos de historia del pa¨ªs a una mujer. Y har¨¢ historia tambi¨¦n como el primer presidente de Estados Unidos que vuelve a la Casa Blanca en otro cargo que no sea el de comandante en jefe. POTUS (President of the United States) ser¨¢ FLOTUS (First Lady of the United States), en la nomenclatura estadounidense reservada para el presidente y la primera dama. Tambi¨¦n eso tendr¨¢ que cambiar.
?Qu¨¦ hacer con Bill Clinton en el Ala Este de la Casa Blanca?
A Hillary Clinton le llovieron las cr¨ªticas por negarse a ser una primera dama al uso y dedicarse a tareas de Estado que muchos no consideraban de su competencia, como planificar, mano a mano, con su marido y entonces presidente Bill, una reforma sanitaria que nunca lleg¨® a cuajar. Casi dos d¨¦cadas m¨¢s tarde, una de las parejas m¨¢s pol¨ªticas de la historia del pa¨ªs ¡ªy, pese a todos los esc¨¢ndalos, un matrimonio longevo¡ª busca volver a dejar su huella revirtiendo los papeles. Si Hillary se convierte en la presidenta de Estados Unidos, o POTUS en la jerga pol¨ªtica de Washington, Bill ser¨¢¡ ?qu¨¦? No hay consenso sobre c¨®mo llamarlo y menos a¨²n sobre qu¨¦ papel asignarle. Ciertamente si ya a una mujer activa y profesional como Michelle Obama le cost¨® encontrar su papel en un rol m¨¢s que encorsetado, Bill ni siquiera intentar¨¢ jugarlo. Las insinuaciones de su esposa de que podr¨ªa asignarle un papel asesor en temas econ¨®micos o de pol¨ªtica internacional ¡ªdos de sus fuertes¡ª han generado m¨¢s de una cr¨ªtica porque significar¨ªa adjudicarle una tarea clave sin haberse sometido a una votaci¨®n. Claro que este tipo de cr¨ªticas no son nuevas para el matrimonio Clinton. Ya lo dijo Bill cuando era ¨¦l el que ocupaba el Despacho Oval. Elegirlo hab¨ªa sido como ¡°comprar dos por el precio de uno¡±.
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