Los bombardeos al ISIS amenazan con agudizar la divisi¨®n en Libia
Los bombardeos estadounidenses en Sirte podr¨ªan agravar la polarizaci¨®n que vive el pa¨ªs
Cuatro meses despu¨¦s de la llegada a Tr¨ªpoli del llamado Gobierno de Unidad libio, el pa¨ªs magreb¨ª contin¨²a agriamente dividido y el inicio el pasado lunes de una campa?a de bombardeos del Ej¨¦rcito estadounidense contra posiciones del autodenominado Estado Isl¨¢mico (ISIS) en su basti¨®n de Sirte, podr¨ªa a¨²n profundizar la polarizaci¨®n. La formaci¨®n del llamado Gobierno de Unidad fue una apuesta de las potencias occidentales y la ONU para poner fin al desgobierno en el que se sumi¨® Libia tras la ca¨ªda del r¨¦gimen de Gadafi en 2011, con la esperanza de poder contar con un ¨²nico socio en la lucha contra el ISIS.
¡°La formaci¨®n del Gobierno Seraj fue vista por muchos libios como una posible salida a la inestabilidad del pa¨ªs. Pero, de momento, las diversas partes han sido incapaces de alcanzar un m¨ªnimo consenso¡±, lamenta en una conversaci¨®n telef¨®nica Akram Fezani, un activista de la sociedad civil en Tr¨ªpoli. La comunidad internacional pretend¨ªa superar la divisi¨®n entre dos Ejecutivos y Parlamentos paralelos, uno basado en la capital y el otro en la ciudad oriental de Tobruk, vigente desde 2014. No obstante, el llamado Gobierno de Unidad simplemente se ha convertido en una tercera estructura administrativa, pues las otras dos no se han disuelto.
¡°El antiguo Gobierno en Tr¨ªpoli no ejerce control, pues ha cedido la mayor¨ªa de instalaciones ministeriales al GNA [siglas del Gobierno de Unidad]¡±, apunta Sergio Altuna, un analista especializado en Libia. Tras medio a?o de esfuerzos, ni las presiones de la ONU ni de la UE han logrado el reconocimiento del Gobierno de Unidad por parte del Parlamento de Tobruk, que era considerado por la comunidad internacional el representante leg¨ªtimo del pueblo libio frente a su c¨¢mara legislativa rival en Tr¨ªpoli.
Hasta el momento, no ha sido posible convocar una votaci¨®n para legitimar al Ejecutivo de Seraj, en parte, por el bloqueo que ejercen los aliados del general Jalifa Hafter, que lidera una potente alianza militar integrada por antiguos oficiales del Ej¨¦rcito libio, tribus y milicias. Sus tropas controlan buena parte del este del pa¨ªs, si bien en algunas zonas llevan a cabo una descarnada batalla con milicias islamistas. Precisamente, un coche bomba ha matado este martes en esa ciudad a al menos 15 de sus soldados, seg¨²n fuentes militares citadas por la agencia France Presse. Otras fuentes elevan el n¨²mero a 22, informa Reuters.
¡°Hafter critica que las fuerzas que protegen el GNA sean un grupo de de milicias diversas en oposici¨®n al Ej¨¦rcito que ¨¦l mismo comanda. Haftar pretende simplemente no perder cuota de poder¡±, sostiene Altuna. La reciente muerte de tres miembros de las Fuerzas Especiales francesas cerca de la ciudad de Bengasi revel¨® que Francia asiste militarmente Hafter a la vez que apoya pol¨ªticamente a su adversario, el Gobierno de Unidad. Toda una muestra de lo complicado que es el rompecabezas libio.
Los bombardeos, arma de doble filo
En este contexto, los siete ataques a¨¦reos ejecutados las ¨²ltimas 48 horas constituyen una arma de doble filo para el Gobierno de Unidad. Por un lado, consolidan el apoyo de EEUU, y una victoria sobre el ISIS podr¨ªa aumentar su popularidad y credibilidad. Por el otro, al no contar con el respaldo del Parlamento de Tobruk, le expone a la acusaci¨®n de haber apoyado una intervenci¨®n militar extranjera, un asunto delicado para la opini¨®n p¨²blica, sin ser el representante leg¨ªtimo del pueblo libio.
El enemigo m¨¢s ac¨¦rrimo de Hafter son las milicias de Misrata, aliadas de Seraj y muy poderosas a nivel militar. Ellas son las que abanderan la ofensiva para arrebatar al ISIS el control de Sirte desde el mes de mayo. Su avance se ha visto frenado por el gran n¨²mero de bajas sufridas hasta la fecha -350 muertos y unos 1.500 heridos-, lo que muestra que los centenares de combatientes del grupo yihadista pertrechados en Sirte prepararon a conciencia su defensa, recurriendo a minas y a mort¨ªferos ataques suicidas.
Los bombardeos estadounidenses pueden facilitar la ca¨ªda de Sirte, ciudad natal de Gadafi y situada a unos 450 kil¨®metros de Tr¨ªpoli, pero no resuelven las dudas sobre su futuro. ¡°La cuesti¨®n sobre qui¨¦n controlar¨¢ Sirte es polarizadora: est¨¢ estrat¨¦gicamente colocado en el llamado ¡°cuarto creciente del petr¨®leo¡±,donde se halla la mayor¨ªa de las reservas. Una facci¨®n del Este aliada del general Hafter rechaza el GNA y ve el asalto a Sirte como un asalto al poder de Misrata¡±, sostiene en un art¨ªculo de Foreign Affairs Frederic Wehrey, experto del think tank Carnegie tras una reciente visita al frente de Sirte.
Por su parte, la poblaci¨®n asiste hastiada a estas interminables luchas intestinas. ¡°Existe un grave problema de liquidez vinculado al encarecimiento de los productos b¨¢sicos y a la fuerte devaluaci¨®n del d¨®lar. Adem¨¢s, en Tr¨ªpoli solo tenemos diez horas de electricidad al d¨ªa¡±, comenta Fezani. Sin embargo, la situaci¨®n podr¨ªa empezar a mejorar pronto. La Compa?¨ªa Nacional de Petr¨®leo anunci¨® el lunes la reapertura de varias terminales petrol¨ªferas y espera triplicar antes de final de a?o la producci¨®n de crudo, llegando a los 900.000 barriles diarios. Todo un bal¨®n de ox¨ªgeno para Seraj. ¡°Esperamos que sea cierto. La gente ya no puede m¨¢s¡±, agrega Fezani.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.