Irlanda: Regresa la frontera
El ¡°s¨ª¡± de los brit¨¢nicos a la salida de la Uni¨®n Europea ha generado cierto desasosiego en Irlanda. Algunos observadores ven peligrar incluso la paz en el norte de la isla
?Y ahora, qu¨¦? ?Se levantar¨¢ una valla que parta Irlanda en dos? ?Se emplazar¨¢, de Derry a Newry, a guardias fronterizos con perros de patrulla y se proceder¨¢ a sustituir los aproximadamente 200 pasos fronterizos actualmente no se?alizados en peque?as localidades y carreteras comarcales por decenas de puestos de aduana? ?Se ver¨¢n obligadas las m¨¢s de 30.000 personas que diariamente cruzan la frontera entre la Rep¨²blica de Irlanda e Irlanda del Norte, a llevar su pasaporte siempre encima?
Charles Flanagan niega con la cabeza. ¡°La realidad es que una frontera ¡®dura¡¯ de 500 kil¨®metros de longitud, que cruzara toda nuestra isla carecer¨ªa, sencillamente, de funcionalidad. Ser¨ªa algo inconcebible¡±. El ministro de Asuntos Exteriores de la Rep¨²blica de Irlanda considera ¡°descartado¡± que la isla vuelva a partirse f¨ªsicamente en dos tras la decisi¨®n, por parte de Gran Breta?a, de abandonar la UE, tal y como sucediera en la ¨¦poca de los ¡°Troubles¡± [problemas], las sangrientas revueltas en Irlanda del Norte.
Los residentes de la zona fronteriza no est¨¢n tan convencidos de ello. En esta regi¨®n, el refer¨¦ndum ha despertado una gran inquietud. Al fin y al cabo, todo gira en torno a la ¨²nica frontera nacional dentro de Reino Unido que, una vez consumado el Brexit, se convertir¨ªa en una frontera exterior de la Uni¨®n Europea. Y esta l¨ªnea divisoria es, simult¨¢neamente, la frontera interna irlandesa. Levantada de forma arbitraria por Londres en 1921, ya ha suscitado hist¨®ricamente toda suerte de controversias.
Irlanda, en calidad de colonia m¨¢s antigua de Gran Breta?a, ha sido durante siglos una parte integrante del Imperio brit¨¢nico. Despu¨¦s, cuando los irlandeses lograron obtener la independencia nacional para 26 de sus 32 condados, qued¨® garantizado el acceso de un estado a otro en virtud del convenio que creaba una ¡°Zona de libre circulaci¨®n¡± (Common Travel Area). El contrabando siempre ha sido una pr¨¢ctica habitual, por supuesto, y en la ¨¦poca de los ¡°Troubles¡± en Irlanda del Norte, la frontera desempe?¨® un papel fundamental en los ¡°seis condados¡± controlados por Londres, como baluarte de seguridad frente al sur. Nadie necesitaba un pasaporte. ?nicamente hab¨ªa que abrir el maletero cada vez que los soldados brit¨¢nicos enca?onaban a los viajeros con sus rifles. Tras la pacificaci¨®n de Irlanda del Norte a finales de la d¨¦cada de 1990, los puestos fronterizos en el interior de Irlanda comenzaron a desaparecer paulatinamente.
Acompasando el paso con Londres
Cuando Gran Breta?a y la Rep¨²blica de Irlanda ingresaron conjuntamente en la CEE -la predecesora de la actual UE- en 1973, ambas naciones permanecieron estrechamente vinculadas por su ingreso simult¨¢neo. Ambas preservaron su ¡°zona de libre circulaci¨®n¡± y rechazaron despu¨¦s conjuntamente suscribir el Acuerdo de Schengen, que suprimi¨® los controles fronterizos en el resto de pa¨ªses de la UE.
Ahora, en cambio, tras el Brexit, Irlanda teme que Reino Unido deje de pertenecer tambi¨¦n en breve al Mercado Europeo. En este caso, la UE no tendr¨ªa m¨¢s remedio que levantar una frontera aduanera en medio de la ¡°Isla Esmeralda¡±.
Los brit¨¢nicos, por su parte, se ver¨ªan obligados tras el Brexit a aislarse de Irlanda con el fin de impedir la entrada en su territorio de inmigrantes a trav¨¦s de la UE. En caso contrario, la ¡°frontera verde¡± se convertir¨ªa en una puerta trasera abierta a Gran Breta?a, de 500 kil¨®metros de longitud, y el control de inmigraci¨®n prometido a lo largo de la campa?a electoral en pasos fronterizos como los de Dover o Heathrow, en papel mojado.
Preguntamos al ministro de Exteriores si, de este modo, no resultar¨ªa inevitable la creaci¨®n de una ¡°frontera dura¡±, a lo que Charles Flanagan responde que Dubl¨ªn afronta ahora, sin duda, ¡°enormes desaf¨ªos¡±. La principal preocupaci¨®n del ministro es Irlanda del Norte, pa¨ªs en el que, al igual que en Escocia, la mayor¨ªa vot¨® en el refer¨¦ndum a favor de la permanencia en la UE. En su opini¨®n, la paz en Irlanda del Norte ha sido uno de los mayores logros de la UE durante las ¨²ltimas d¨¦cadas, y la mayor¨ªa de los norirlandeses aprecian tambi¨¦n la intervenci¨®n tan positiva de Europa en este proceso.
?Puede representar el Brexit un riesgo real para la todav¨ªa fr¨¢gil paz en Irlanda del Norte? ¡°Las consecuencias son considerables¡±, responde Flanagan de forma diplom¨¢tica. La estabilidad podr¨ªa verse ahora ¡°negativamente afectada¡± en Irlanda del Norte por cualquier acontecimiento. Los socios de Irlanda en la UE deber¨ªan constatar esta circunstancia con la misma claridad que Londres: ¡°Por lo que al Brexit se refiere, en Irlanda nos encontramos actualmente en una situaci¨®n excepcional debido a Irlanda del Norte.¡±
El n¨²cleo del problema es que la apertura de fronteras y la relaci¨®n cada vez m¨¢s estrecha entre el norte y el sur de Irlanda constitu¨ªan factores fundamentales para el Acuerdo de Viernes Santo, suscrito por irlandeses y brit¨¢nicos hace 18 a?os. La idea de una Irlanda unida, es decir, la posibilidad de que ambas Irlandas acabaran unific¨¢ndose de forma natural, contribuy¨® en aquellos tiempos a integrar en la paz a los republicanos irlandeses.
Observadores como Ian McBride, catedr¨¢tico de Historia Brit¨¢nica e Irlandesa en el King¡¯s College de Londres, advierten de que, en cualquier caso, una nueva frontera entre Irlanda del Norte y la Rep¨²blica de Irlanda, y una nueva separaci¨®n de la poblaci¨®n cat¨®lico-irlandesa a ambos lados de la frontera, contravendr¨ªan diametralmente el esp¨ªritu del Acuerdo de Viernes Santo. Seg¨²n la revista pol¨ªtica dublinesa Phoenix, el Brexit no constituye m¨¢s que ¡°una modificaci¨®n unilateral¡± de los acuerdos con Irlanda del Norte por parte de Londres, y lo que es peor a¨²n, en contra de la voluntad mayoritaria de la poblaci¨®n. Podr¨ªa crear tensiones peligrosas dentro de la provincia.
El ministro Flanagan no quiere reprocharles nada a sus socios londinenses, con los que afirma mantener una ¡°estrecha colaboraci¨®n¡±. No obstante, tambi¨¦n ¨¦l ve ¡°consecuencias potencialmente muy negativas en el Brexit¡±. ?Y si la situaci¨®n se ¡°calienta demasiado¡± para Dubl¨ªn? ?No deber¨ªa salir tambi¨¦n la Rep¨²blica de Irlanda de la UE para preservar la afinidad con Reino Unido y la libertad de circulaci¨®n entre ambos estados y entre el norte y el sur de Irlanda? ¡°Perm¨ªtame que se lo deje bien claro¡±, afirma Flanagan en la mesa de conferencias de su oficina, con la bandera tricolor irlandesa a su espalda y levantando las manos como para realizar un juramento. ¡°El resultado de este refer¨¦ndum brit¨¢nico no afecta en modo alguno al apoyo masivo por parte de los irlandeses a la pertenencia a la UE.¡±
Los irlandeses est¨¢n a favor de la UE
De acuerdo con algunos sondeos realizados despu¨¦s del Brexit, el 86% de los irlandeses sigue apoyando el proyecto europeo. ¡°Y eso no va cambiar¡±. Irlanda quiere, y seguir¨¢ queriendo, estar arraigada ¡°en el coraz¨®n de Europa¡±, asegura Flanagan.
Su posici¨®n favorable a la UE y su exigencia de libertad de circulaci¨®n entre Irlanda y Gran Breta?a han situado a Dubl¨ªn entre la espada y la pared. De momento, el ministro Flanagan no nos revela c¨®mo tiene previsto el Gobierno irland¨¦s salir de esta situaci¨®n. Pero s¨ª se especula ya sobre posibles ¡°soluciones excepcionales¡±. Una de las ideas consiste en llevar a cabo los controles de aduanas para la protecci¨®n de la frontera exterior brit¨¢nica en las costas de Irlanda, en lugar de en el interior de la ¡°isla principal¡± brit¨¢nica. En tal caso, a los emigrantes de la UE que, por ejemplo, accediesen al pa¨ªs a trav¨¦s de Irlanda, se les permitir¨ªa continuar viaje hasta Irlanda del Norte, aunque podr¨ªan ser controlados en su desplazamiento en ferri o avi¨®n hasta Inglaterra, Gales o Escocia, con la posibilidad de retenerlos, si procede.
Sin embargo, esta soluci¨®n no es ni mucho menos del agrado de Arlene Foster, jefe de Gobierno unionista de Irlanda del Norte. Los unionistas quieren seguir disfrutando de acceso sin restricciones al resto de Reino Unido. Al fin y al cabo, Reino Unido es un estado unitario. Y una frontera entre Irlanda del Norte y Gran Breta?a representar¨ªa, para Foster, el primer paso hacia una desvinculaci¨®n de Irlanda del Norte e Inglaterra y, por tanto, hacia una reunificaci¨®n de ambas Irlandas.
En contacto con Escocia
Otros modelos m¨¢s radicales parten de la premisa de que a Irlanda del Norte y Escocia podr¨¢ permit¨ªrseles permanecer dentro de la UE, mientras que Inglaterra y Gales, los dos pa¨ªses que votaron a favor del Brexit, la abandonar¨ªan. Hasta ahora, Londres no ha contemplado esta posibilidad, aunque es una idea que en Escocia se sigue de forma activa. Y Dubl¨ªn mantiene, tal y como confirma el ministro Flanagan, un contacto cada vez m¨¢s estrecho con los ¡°hermanos y hermanas celtas de Escocia¡±.
Sea como sea, el ministro de Exteriores irland¨¦s prev¨¦ ¡°tiempos dif¨ªciles¡± para sus compatriotas, vecinos y socios de la UE. Sus esfuerzos van dirigidos a ganarse a Edimburgo como estado confederado, a lograr que Belfast adquiera ciertos compromisos y a que Londres acepte una soluci¨®n ¡°pr¨®xima a la UE¡±. A los otros 26 miembros de la UE les pide que comprendan la ¡°singular¡± relaci¨®n que mantiene Irlanda con Reino Unido.
¡°Ya he deliberado sobre este asunto con 23 de mis 26 hom¨®nimos¡±, afirma Flanagan. Tambi¨¦n ha mantenido una reuni¨®n con el nuevo ministro de Asuntos Exteriores brit¨¢nico, Boris Johnson. Prefiere no comentar nada acerca de lo que opina de Johnson. Uno de sus colaboradores dentro del Ministerio irland¨¦s tach¨® a Johnson de ¡°charlat¨¢n¡±. Flanagan se enfrenta a un duro trabajo este verano. La canciller alemana Angela Merkel ya ha avisado a los irlandeses de que solo van a tener ¡°un voto, como todos los dem¨¢s¡± en las negociaciones en torno al futuro acuerdo de Brexit con Londres. De ah¨ª que Dubl¨ªn se esfuerce por que su voz se oiga. Y es que los irlandeses se juegan mucho con el Brexit.
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