Los Juegos de R¨ªo de Janeiro se vuelven los m¨¢s gais de la historia
En la edici¨®n con m¨¢s atletas fuera del armario que se recuerda, dos mujeres acaban de prometerse en un estadio
Australia acababa de ganar, el lunes por la noche, el primer oro que se entregaba en la historia de los Juegos al rugby a siete femenino. El carioca estadio Deodoro estaba vaci¨¢ndose. Y entonces, una mujer sali¨® al campo con un micr¨®fono en la mano y se dirigi¨® a una jugadora del equipo rival, el de Brasil. Delante de todo el mundo, empez¨® a hablar de amor. Y as¨ª fue como Marjorie Enya, que trabaja como voluntaria en los Juegos Ol¨ªmpicos, le pidi¨® matrimonio a su novia, Isadora Cerullo. Tras recibir el s¨ª, Enya, de 28 a?os, improvis¨® un anillo atando un lazo en el dedo de Cerullo, de 25, y su beso pas¨® a ser una de las im¨¢genes m¨¢s populares de lo que llevamos de los Juegos Ol¨ªmpicos de R¨ªo 2016.
Ha sido solo la ¨²ltima escena de unos Juegos Ol¨ªmpicos con vocaci¨®n de demostrar la aceptaci¨®n del colectivo LGBTQ (lesbianas, gais, bisexuales, transexuales, queer). El n¨²mero de atletas fuera del armario, 43, es m¨¢s alto que nunca. Algunos de ellos, como el nadador brit¨¢nico Tom Daley, ya est¨¢n sumando medallas (la de bronce, el lunes, en salto sincronizado de plataforma de 10 metros). Rafela Silva es, el mi¨¦rcoles por la ma?ana, el ¨²nico oro que tiene Brasil: tambi¨¦n lesbiana. Por primera vez en la historia, dos atletas est¨¢n casadas entre ellas: las tambi¨¦n brit¨¢nicas Kate Richardson-Walsh y Helen Richardson-Walsh. La noche de la inauguraci¨®n de los Juegos, cinco de los ciclistas brasile?os que encabezaban el desfile de cada delegaci¨®n eran transexuales.Si bien el protagonista estos d¨ªas es el deporte, cada titular ahonda en una narrativa de respeto al colectivo LGBTQ.
En el pa¨ªs que los acoge, Brasil, lo normal es justo lo contrario. Hace unas semanas, el equipo femenino estadounidense de f¨²tbol hab¨ªa tenido una experiencia algo distinta. Durante su primer partido, el mi¨¦rcoles pasado en el estadio Mineir?o, en el Estado de Minas Gerais, a 200 kil¨®metros de R¨ªo de Janeiro, algunas jugadoras empezaron a o¨ªr que el p¨²blico, poco m¨¢s de 10.000 personas, les gritaba "Bicha", un insulto hom¨®fobo en portugu¨¦s. En ese equipo, al menos la centrocampista Megan Rapinoe y la entrenadora, Jill Ellis, son lesbianas.
Fuera de los estadios tambi¨¦n se amontonan los casos de homofobia. Seg¨²n la agrupaci¨®n Grupo Gay de la Bahia, un miembro del colectivo LGBTQ es agredido cada 28 horas. "La violencia se mide en n¨²meros enormes", opina Antonio Kvalo, uno de los fundadores del portal temlocal.com.br, donde las personas que hayan sido agredidas o se hayan sentido amenazadas por su sexualidad pueden contar su historia. "Los relatos m¨¢s habituales van desde los ataques verbales hasta los asesinatos con crueldad, sobre todo entre la poblaci¨®n transexual. El machismo enraizado en la sociedad brasile?a se perpet¨²a de muchas formas";
¡°Hay que aplaudir a todos los que viven su sexualidad libremente. Nunca podremos agradec¨¦rselo lo suficiente¡±
Pero el repunte sobrepasa ideas locales. Tambi¨¦n sobrepasa fronteras. ¡°Hay dos tendencias que est¨¢n ocurriendo simultaneamente en Latinoam¨¦rica¡±, apunta Javier Corrales, profesor de Ciencias Pol¨ªticas en la Universidad de Amherst, en Boston, especializados en los derechos de gais en Latinoam¨¦rica. "El n¨²mero de personas con niveles de aceptaci¨®n a las demandas de grupos LGTBQ est¨¢ creciendo en Sudam¨¦rica. Pero otra tendencia es que los grupos hom¨®fobos, si bien no est¨¢n creciendo en n¨²mero, si lo hacen en t¨¦rminos de ser m¨¢s intensos en sus posturas, y en algunos pa¨ªses, m¨¢s organizados politicamente. Ha habido un destape (una salida del armario, por as¨ª decirlo) de la homofobia m¨¢s burda, y esa homofobia es hoy por hoy m¨¢s visible o est¨¢ m¨¢s organizada que antes¡±.
"Ha habido un destape (una salida del armario, por as¨ª decirlo) de la homofobia m¨¢s burda"
Brasil siempre ha estado a la cabeza en aceptaci¨®n de homosexuales: legaliz¨® las uniones de hecho entre personas del mismo sexo en 2003 y su matrimonio en 2013. Pero ¨²ltimamente parece haber una vocaci¨®n de volver atr¨¢s. Corrales busca la explicaci¨®n en el brazo legislativo: "El bloque parlamentario m¨¢s evang¨¦lico es casi m¨¢s grande que cualquier otra agrupaci¨®n pol¨ªtica en el Congreso".
Por eso el tono de estas Olimpiadas cobra aqu¨ª m¨¢s importancia. En un contexto as¨ª, la visibilidad puede resultar impagable para el colectivo. ¡°Es lo ¨²nico que tenemos para afrontar la lucha LGBTQ¡±, alerta el escritor Matthew Rettenmund, autor del libro Boy Culture, que hoy ha convertido en un blog sobre actualidad gay. ¡°Si la gente tiene amigos, familia, o, en el caso de los Juegos, h¨¦roes LGBTQ, eso tiene repercusiones en todo el mundo¡±, opina Rettenmund. ¡°Hay que aplaudir a todos los que viven su sexualidad libremente. Nunca podremos agradec¨¦rselo lo suficiente¡±.
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