El deshielo dispara el ¨¦xodo cubano
Las llegadas de ciudadanos de la isla a EE UU baten r¨¦cords por el miedo a un cambio en la ley de residencia


La cara de Felipe G. se ilumina con una sonrisa al recordar el momento en que toc¨® tierra estadounidense. Fue en la madrugada del 18 de julio, cuando ¨¦l y los otros ocho j¨®venes que se hab¨ªan lanzado al mar seis d¨ªas antes desde una playa de la provincia cubana de Ciego de ?vila en una fr¨¢gil embarcaci¨®n de madera, llegaron al muelle de una casa abandonada en la costa de Florida.
¡°Ah¨ª todos nos abrazamos, se nos saltaron las l¨¢grimas. Hab¨ªamos llegado al pa¨ªs de la libertad¡±, cuenta el joven de 26 a?os delante del almac¨¦n de compraventa de electrodom¨¦sticos que tienen sus t¨ªos en Hialeah, en las afueras de Miami. Por ahora, Felipe solo ¡°ayuda¡± en el negocio familiar, porque oficialmente no puede trabajar. Pero conf¨ªa en que pronto tendr¨¢ los papeles. Pide no ser identificado por su apellido para no entorpecer el proceso.
Millones de inmigrantes latinoamericanos viven y trabajan en EE UU ilegalmente porque regularizar su situaci¨®n puede llevarles a?os, si es que lo consiguen. No es el caso de los cubanos. La Ley de Ajuste Cubano de 1966 garantiza que todo cubano que llegue al pa¨ªs podr¨¢ obtener la residencia al a?o y un d¨ªa de poner pie en territorio norteamericano. Muchos pueden trabajar antes, en cuanto reciben un permiso temporal.
La normalizaci¨®n de las relaciones entre Washington y La Habana anunciada en diciembre de 2014 fue muy celebrada en Cuba. Pero, a la vez, trajo la preocupaci¨®n de que esta excepci¨®n migratoria que tantas ventajas reporta a los cubanos tenga los d¨ªas contados. Temeroso de provocar una oleada de migraci¨®n masiva, el Gobierno estadounidense ha asegurado que no derogar¨¢ por ahora la normativa. No ha servido. Las cifras de cubanos que llegan a EE UU no paran de romper marcas. En 2015, fueron 43.159, un 78% m¨¢s que en 2014. Y en lo que va de 2016, ya son 46.000. Adem¨¢s del tradicional m¨¦todo de ¡°tirarse¡±, como le llaman los cubanos a lanzarse al mar en precarias embarcaciones que, como la de Felipe, suelen construir ellos mismos, miles de cubanos han intentado en el ¨²ltimo a?o y medio llegar por tierra. ¡°El temor a que se acabe la Ley de Ajuste Cubano es un factor que est¨¢ haciendo que se tire mucho m¨¢s el cubano por mar, por tierra, por cualquier v¨ªa¡±, dice Felipe, que logr¨® llegar al segundo intento.
Su caso es uno de muchos. Ram¨®n Sa¨²l S¨¢nchez, l¨ªder del Movimiento Democracia de Miami, muestra en su tel¨¦fono una lista con entradas id¨¦nticas: las siglas BG, una cifra y un nombre con un n¨²mero de tel¨¦fono. Cada entrada corresponde a un grupo de balseros (BG); cu¨¢ntos son y el nombre y tel¨¦fono del familiar que alert¨® cuando se perdi¨® el rastro del grupo. Las llamadas llegan ¡°a todas horas¡±, asegura. Unos reaparecen. A otros se los traga el mar. Felipe casi pasa a engrosar la lista de desaparecidos. Pero aunque conoc¨ªa los riesgos, asegura que no dud¨® en volver a intentarlo. La promesa de una vida mejor era demasiado tentadora. En Cuba, como inform¨¢tico cobraba 24 d¨®lares al mes (21,5 euros). Comprarse un pantal¨®n pod¨ªa costarle todo su salario.
226 d¨®lares en comida
Nada m¨¢s llegar, Felipe recibi¨® una tarjeta para comida con 226 d¨®lares y otros 190 en efectivo. Adem¨¢s, disfrutar¨¢ de sanidad gratuita durante ocho meses. Es parte del paquete de ayudas que reciben los cubanos para poder empezar su nueva vida. Pol¨ªticos como el congresista republicano de origen cubano Carlos Curbelo han propuesto que se modifiquen estas ayudas pensadas, inicialmente, para ayudar a isle?os que hu¨ªan por motivos pol¨ªticos, no econ¨®micos como son ahora la mayor¨ªa de los casos.
S¨¢nchez lo considera una ¡°mezquindad¡±. ¡°Es como si empieza un fuego en una sala llena, yo encuentro la puerta de salida y, despu¨¦s que salgo, la cierro y digo no, yo ya me liber¨¦, ustedes qu¨¦mense ah¨ª dentro¡±, critica. Tambi¨¦n desestima las quejas de La Habana, que califica la Ley de Ajuste Cubano de ¡°asesina¡± por alentar, dice, la emigraci¨®n ilegal. Seg¨²n el activista, la isla aprovecha la legislaci¨®n norteamericana como una v¨¢lvula de escape para aliviar el descontento interno. ¡°El r¨¦gimen sabe muy bien que si llega a pasar que quiten la ley, las presiones sociales en Cuba no tendr¨¢n por d¨®nde escapar¡±.
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