El Congo y Angola buscan contener la fiebre amarilla con la mayor campa?a de vacunaci¨®n en 30 a?os

M¨¢s informaci¨®n

Fiebre amarilla: cuando el pasado es presente y ser¨¢ futuro

La fiebre amarilla causa m¨¢s de 150 muertos en Angola

La pregunta del mill¨®n: ?para cu¨¢ndo una vacuna contra el zika?

El mosquito de la fiebre amarilla vuelve a Europa 50 a?os despu¨¦s

La fiebre amarilla ¨Cend¨¦mica en 42 pa¨ªses que experimentan brotes regularmente-- no es tan contagiosa como el ¨¦bola, que asol¨® ?frica Occidental entre 2014 y 2015. Adem¨¢s, no se transmite entre personas, sino fundamentalmente a trav¨¦s de los mosquito del g¨¦nero aedes --el mismo que es vector del dengue o el zika¡ª y el haemogogus; adem¨¢s existe una vacuna para prevenirla, apunta Paul Nguewa, director del Instituto de Salud Tropical de la Cl¨ªnica de la Universidad de Navarra. No obstante, el hecho de que la transmisi¨®n se haya disparado este a?o ¨Calimentada sobre todo por la severidad del fen¨®meno clim¨¢tico de El Ni?o y las fuertes lluvias en las que el mosquito se hace fuerte¡ªy la escasez de vacunas han preocupado a los expertos. Las autoridades, adem¨¢s, han acelerado su campa?a de inmunizaci¨®n ¨Cque durar¨¢ dos semanas¡ªpara abarcar al mayor n¨²mero de personas posible antes de que empiece la ¨¦poca de lluvias en la zona, en septiembre.

Uno de los principales temores de los especialistas en salud p¨²blica es, adem¨¢s, que el brote se afiance en la capital congole?a, Kinshasa, donde s¨®lo dos de sus diez millones de habitantes est¨¢n ya vacunados contra la fiebre amarilla, explica Heather Kerr, directora m¨¦dica en Congo de la ONG Save the Children, una de las entidades que participan junto a las autoridades sanitarias nacionales en la vacunaci¨®n. Y es que la alta incidencia de transmisi¨®n local del virus y la baja tasa de inmunizaci¨®n de la poblaci¨®n supone un riesgo "potencial" de que el virus mortal se extienda a otras ¨¢reas urbanas.

End¨¦mica en las zonas tropicales de ?frica y Am¨¦rica Central y del Sur, la fiebre amarilla es una enfermedad v¨ªrica aguda y hemorr¨¢gica, que produce en la mayor¨ªa de los casos cefaleas, dolores musculares, n¨¢useas, v¨®mitos, cansancio, fiebre e ictericia (de ah¨ª el nombre de amarilla). Sin embargo, se calcula que alrededor del 50% de quienes la sufren en su forma m¨¢s grave mueren.

¡°El objetivo es proteger al mayor n¨²mero posible de personas. As¨ª que, con el n¨²mero limitado de suministros con el que contamos debemos usar estas vacunas de forma racional¡±, apunta el coordinador de la unidad de Control de Enfermedades Epid¨¦micas de la OMS, William Perea en un comunicado. La estrategia de emergencia y ahorro recomendada por esta organizaci¨®n sanitaria global consiste en suministrar una quinta parte de la inmunizaci¨®n original, lo que permite tratar a cinco personas en lugar de a una. La vacuna les proteger¨¢, afirma la OMS citando estudios cient¨ªficos, al menos por un a?o en lugar de diez, como la vacuna original. Con este sistema y tras la campa?a que se inicia este mi¨¦rcoles, queda una reserva de seis millones de vacunas, asegura esta organizaci¨®n, para hacer frente a otras eventualidades. Nguewa explica que la inmunizaci¨®n protege a partir de los diez d¨ªas de ser administrada.