Me averg¨¹enza Pe?a Nieto
No deber¨ªamos haber mostrado hospitalidad... Ahora quedamos como cobardes
El presidente Pe?a Nieto ¡°no entiende que no entiende¡±, seg¨²n lo confirma con la pat¨¦tica y lamentable invitaci¨®n que le hiciera a Trump, una de las m¨¢s poderosas amenazas de M¨¦xico en los ¨²ltimos 100 a?os. S¨®lo que si Pe?a ¡°no entiende que no entiende¡±, menos, mucho menos entienden sus asesores, porque todo parece indicar que los grandes diplom¨¢ticos mexicanos que dignificaron durante siglos nuestra pol¨ªtica exterior han muerto todos de repente. He ah¨ª el alto precio que M¨¦xico paga al haber nombrado a una canciller ignorante, en t¨¦rminos absolutos, de la historia y de la realidad diplom¨¢tica de M¨¦xico. ?Pod¨ªamos esperar otro resultado en semejantes condiciones? ?La culpable es la se?ora Ruiz Massieu o quien la elev¨® irresponsablemente a la canciller¨ªa para dirigir, sin el menor conocimiento ni experiencia profesional, nuestras relaciones exteriores?
Pienso en Ju¨¢rez (una sentida y genuina disculpa por la comparaci¨®n) y en Maximiliano, cuando el Benem¨¦rito (por cierto, ?por qu¨¦ ya no hay Benem¨¦ritos?) supo tratar a un enemigo de M¨¦xico conduci¨¦ndolo al pared¨®n y pas¨¢ndolo por las armas. Aun cuando fueron condiciones absolutamente distintas resulta imposible ver a Ju¨¢rez extendi¨¦ndole la mano al pr¨ªncipe rubio en Palacio Nacional, ni mucho menos negociando con ¨¦l la soberan¨ªa nacional. Lo fusil¨® y punto.
Si bien era elemental que se reunieran ambos personajes, jam¨¢s tendr¨ªa que haber sido en M¨¦xico
?Otra reacci¨®n ejemplar mexicana aun cuando de diferente calibre y mayor proximidad hist¨®rica? Es f¨¢cil recordar cuando en 1947 Harry Truman, presidente de Estados Unidos, decidi¨® colocar una ofrenda floral en el monumento a los Ni?os H¨¦roes para conmemorar 100 a?os de la guerra entre ambos pa¨ªses y tratar in¨²tilmente de reconciliarnos con un robo descarado de nuestro territorio.Truman declar¨®: ¡°Un siglo de rencores se borra con un minuto de silencio¡±. El esc¨¢ndalo fue may¨²sculo. Al lastimarse las fibras m¨¢s sensibles de nuestra mexicanidad los cadetes del Colegio Militar retiraron la ofrenda y la tiraron frente a la embajada estadounidense, donde la pisotearon y la quemaron.
Trump, un descarado fascista experto en la manipulaci¨®n de las emociones, nos ha insultando durante 15 meses ante el pasmoso silencio del Gobierno de Pe?a Nieto, cuya impopularidad alcanza al 75% de los mexicanos que descalifican su gesti¨®n, ¨ªndices lastimosos pocas veces vistos en la historia reciente de M¨¦xico. Un sujeto que nos ha llamado asesinos, violadores, criminales y corruptos, envenenadores de la sociedad yanqui a trav¨¦s de las drogas, que miente al se?alar que los estamos ¡°matando econ¨®micamente¡±, que pretende construir un ¡°poderoso y hermoso¡± muro en la frontera, que prometi¨® deportar a millones de los nuestros, es invitado y recibido en Los Pinos como si fuera un Jefe de Estado. ?Qu¨¦ falta de oficio pol¨ªtico, dignidad republicana, sensibilidad social y talento diplom¨¢tico!
Si bien era elemental que se reunieran ambos personajes, jam¨¢s tendr¨ªa que haber sido en M¨¦xico. Nunca tendr¨ªamos que habernos sometido a la agenda de Trump ni mostrar condescendencia, ni exhibir una hospitalidad torpe e hip¨®crita, ni prestarnos a una fotograf¨ªa que circular¨¢ por el mundo, en especial entre una confundida comunidad chicana, ni permitir que llamara ¡°amigo¡± al Jefe del Estado mexicano, ni convocar a una conferencia de prensa ni ayudar a Trump, un mentiroso profesional en sus encuestas cuando, tal vez, declare: ¡°Everything is forgotten and forgiven in Mexico¡±. No, no fueron malas interpretaciones de los mexicanos, Trump nos insult¨®, nos agravi¨® y el ciudadano presidente de M¨¦xico traicion¨® a la naci¨®n apu?al¨¢ndola por la espalda, porque ¨¦l s¨ª que no supo interpretar el sentir de 122 millones de mexicanos, por lo menos furiosos.
?Qu¨¦ sigue? No, no quiero a un presidente que no nos represente, al que le faltan todav¨ªa ¡ªhorror¡ª m¨¢s de dos a?os de gesti¨®n. Trump ten¨ªa que haber abandonado M¨¦xico con la cola ¡ªporque s¨ª tiene cola el magnate¡ª entre las patas y no salir sonriente y victorioso de una catastr¨®fica entrevista que le permitir¨¢ agregar a su cat¨¢logo insultos, el de cobardes, porque ahora quedamos como cobardes. ?Qu¨¦ tal? Lo que se estar¨¢ riendo Trump despu¨¦s de su discurso en Arizona¡ Lo que sentir¨¢n Pe?a y sus asesores, uno m¨¢s torpe que el otro. Lo que dir¨¢ Hillary de nosotros¡ ?Ouh, mecsicanitous, ouh, sweet and gracious Lord¡!
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