Visita electoral a las mezquitas en la capital musulmana de los Estados Unidos

La mezquita Masjid Alsalam est¨¢ a rebosar para el rezo de las 17.00. Con un 45% de poblaci¨®n musulmana, este municipio de Detroit es la capital isl¨¢mica de los Estados Unidos. La industria automovil¨ªstica provoc¨® las primeras oleadas de inmigraci¨®n. El padre de Adel se march¨® de Yemen para trabajar en las f¨¢bricas de Ford de Dearborn. "En aquella ¨¦poca solo lo vi cuando ten¨ªa cuatro, seis y 12 a?os; las ¨²nicas veces que vino a Yemen". Finalmente, cuando Adel ten¨ªa 13 a?os, su familia al completo realiz¨® el viaje hacia el lejano oeste. Desde entonces ha vivido m¨¢s tiempo en EE UU que en Yemen: "Mi hogar es Dearborn. Aqu¨ª es donde cr¨ªo a mis hijos".

Adel ha creado una organizaci¨®n para promover los estudios entre los j¨®venes. Acceso a la educaci¨®n e igualdad de oportunidades son ideales dem¨®cratas que tiene en muy alta estima. "Pero tambi¨¦n tengo valores conservadores: el matrimonio homosexual y el aborto no me entusiasman. Estoy atascado entre las dos alternativas".

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Radiograf¨ªa de un pa¨ªs dividido

Entre dos oraciones, Adel viene en ayuda de su amigo Abdullah Hammoud, candidato dem¨®crata a la C¨¢mara de representantes de Michigan, con solo 25 a?os, que tendr¨¢ que responder esta noche, en un centro c¨ªvico de la ciudad, a las preguntas de los vecinos del Sur de Dearborn, donde las chimeneas de Rouge Plant, la hist¨®rica f¨¢brica de Ford, lanzan al aire olores amargos.

En la mezquita American Muslim Society, tras el rezo de las 18:30, Adel estrecha algunas manos. Ha venido a recordar que pronto se celebrar¨¢ la recaudaci¨®n de fondos que est¨¢ organizando. Y es que, esta campa?a le cuesta 14.000 d¨®lares. Nos encontramos con Nagi Mohamed, estudiante de medicina de 21 a?os, que nos cuenta sus expectativas sobre las elecciones presidenciales. "Vivimos en el cr¨¢ter de un volc¨¢n. Me gustar¨ªa que las cosas volvieran a ser normales".?

Este volc¨¢n es la sombra de recelo que se cierne sobre los musulmanes estadounidenses desde hace quince a?os. "Las dificultades empiezan cuando uno sale de Dearborn", nos comenta Adel. "Reflexiones, insultos... En las aduanas me cachean siempre con ah¨ªnco..." Y con cada nuevo suceso se reavivan las tensiones.

Las provocaciones de Donald Trump no est¨¢n arreglando nada. "Existe una gran ansiedad por todo lo que dice sobre los musulmanes. Aqu¨ª todo el mundo votar¨¢ en masa a Clinton, aunque no convenza".

La gira concluye en el recogimiento del American Muslim Center, en el barrio m¨¢s adinerado de Dearborn, donde antes hubiera una iglesia. "Ya no ven¨ªan feligreses. En los a?os 70, los muros se vendieron a la comunidad musulmana que transform¨® el edificio en una mezquita".