El laborismo vuelve a elegir a su l¨ªder sumido en una profunda crisis
La grieta entre diputados y militantes plantea un dif¨ªcil futuro al partido opositor, sea cual sea el desenlace de su segunda batalla por el liderazgo en 12 meses
![Pablo Guim¨®n](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2Fa00af343-f7c5-486c-a36f-64d793d68cb2.jpg?auth=2090fde44dc3ebde7bf0c8161790a138d14fe6ac1aa7e387dbc197fc9f4fc50b&width=100&height=100&smart=true)
El laborismo brit¨¢nico elige este s¨¢bado a su l¨ªder, por segunda vez en 12 meses, y pocos creen que el desenlace, sea cual sea, vaya a resolver la profunda crisis en que se encuentra inmerso. Todo indica que la atropellada rebeli¨®n del grupo parlamentario contra Jeremy Corbyn fracasar¨¢ y el l¨ªder renovar¨¢ su mandato para alejar definitivamente al laborismo del centro pol¨ªtico que le ha dado sus ¨²ltimos 13 a?os en el poder. La dram¨¢tica grieta abierta entre los diputados y la militancia dificulta el ejercicio de una oposici¨®n necesaria ante los retos que acechan al pa¨ªs.
![El líder laborista, Jermy Corbyn.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/LE7YKXMXIFZJGKATSTCGQR7VBA.jpg?auth=f3d5d2ec3d21de53c20fc3c633afb06ca437ead389b5b078ef1fb223186ae74c&width=414)
Los problemas del Partido Laborista no se limitan al liderazgo. Barrido de Escocia por los nacionalistas del SNP; amenazado en sus feudos obreros tradicionales por el discurso antiinmigraci¨®n del UKIP; tentados sus votantes centristas y cosmopolitas por el proyecto europe¨ªsta sin matices de los liberal dem¨®cratas, el laborismo tiene hoy poco de la robusta m¨¢quina electoral que ha ocupado el poder durante cerca de la mitad de los 71 a?os transcurridos desde el final de la Segunda Guerra Mundial.
Los cambios en las circunscripciones electorales que pretende sacar adelante el Gobierno conservador pueden terminar de alejar al laborismo del poder durante a?os. Los tories llevan ventajas de dos d¨ªgitos en las encuestas y los analistas se?alan que, en las elecciones de 2020, los laboristas podr¨ªan perder hasta 100 esca?os de los 230 que hoy ocupan.
![](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/WL4B34SFGBU2ILZDXHIYFQYJLA.png?auth=ab54be9c376d6fc7a730374d18e1db012d80e57ec944b7c60546a94b67636d2d&width=414)
Todo ello brinda un horizonte libre de amenazas para los tories. Un escenario casi de partido ¨²nico, a pesar de la endeble mayor¨ªa que arropa al Gobierno, en un momento en que Reino Unido se dispone a comenzar sus negociaciones para salir de la UE. La guerra interna de la oposici¨®n desplaza el escrutinio real del Gobierno hacia los radicales m¨¢rgenes del Partido Conservador, en menoscabo de los intereses del 48% de los brit¨¢nicos que vot¨® por permanecer. Una salida de la UE dilucidada entre las dos facciones del partido tory, la m¨¢s extrema y la m¨¢s moderada, inclinar¨ªa la balanza inevitablemente hacia un Brexit duro: abandonar el mercado ¨²nico a cambio de no ceder en el control de la inmigraci¨®n.
Resulta parad¨®jico hablar de crisis en un partido que, desde la anterior batalla por el liderazgo en la que Corbyn se impuso con rotundidad hace un a?o, ha duplicado su militancia. Cuenta hoy con m¨¢s de 550.000 afiliados, m¨¢s que la suma de todos los otros partidos. Pero solo 40 de los 230 diputados laboristas apoyaron al veterano socialista en la moci¨®n de confianza presentada en protesta por su tibieza al defender la permanencia en el refer¨¦ndum. Las dificultades de Corbyn siquiera para formar un equipo de oposici¨®n resultan evidentes: mientras el Gobierno cuenta con tres ministerios para la pol¨ªtica exterior ¨Cel de Comercio Internacional y el del Brexit se suman el Foreign Office-, en la oposici¨®n es una sola diputada la que porta las carteras de Exteriores y Brexit.
¡°Esta desconexi¨®n entre los diputados y los militantes no tiene precedentes en la historia pol¨ªtica brit¨¢nica¡±, explica Tony Travers, del departamento de Gobierno de la London School of Economics. ¡°La crisis del laborismo obedece a la aparentemente irreconciliable divisi¨®n entre las cuatro capas que forman el partido: el l¨ªder y los militantes, a un lado; los diputados y los votantes, a otro¡±.
Gane quien gane el s¨¢bado, no cabe esperar un cambio de rumbo ideol¨®gico en el partido. El candidato rival, Owen Smith, ha basado su campa?a en la convicci¨®n de que la militancia no apoyar¨¢ pol¨ªticas muy diferentes de las de Corbyn. A pesar de que la campa?a de este ha presentado a Smith como un caballo de Troya de la derecha del partido, el poco experimentado diputado -que acab¨® liderando la insurgencia ante la incomparecencia de los pesos pesados- ha centrado sus ataques en la falta de diligencia de Corbyn como l¨ªder, y no en la ideolog¨ªa.
Un sondeo del 31 de agosto daba a Corbyn una ventaja de 24 puntos frente al aspirante. Pocos se f¨ªan ya de los sondeos en este pa¨ªs, pero hay otros indicadores del estado de ¨¢nimo: decenas de miles de militantes han abarrotado a los m¨ªtines de Corbyn durante el verano por todo el pa¨ªs, mientras a Smith le costaba llenar un auditorio grande.
El domingo arranca en Liverpool el congreso anual del partido y el ambiente se prev¨¦ l¨²gubre. De confirmarse la victoria de Corbyn, la euforia estar¨¢ en otro escenario: en un ins¨®lito signo de divisi¨®n, los corbynistas celebrar¨¢n un evento paralelo, en la misma ciudad, impulsado por Momentum, la plataforma ciudadana que arropa a Corbyn, surgida en la anterior batalla por el liderazgo.
Concentrado en la lucha interna y en un profundo debate existencial, herido por una cruenta batalla por el liderazgo con graves acusaciones de abusos por ambas partes, el laborismo tendr¨¢ dif¨ªcil centrarse en el prop¨®sito de cualquier partido pol¨ªtico: ganar elecciones y, mientras eso no suceda, hacer oposici¨®n.
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