Barbara McClatchie, asesinato de una artista trotamundos en M¨¦xico
La fot¨®grafa encontr¨® la muerte en su para¨ªso de retiro, la pl¨¢cida regi¨®n tur¨ªstica de Yucat¨¢n
Despu¨¦s de una vida llena de viajes y aventuras por medio mundo, la fot¨®grafa Barbara McClatchie encontr¨® a sus 74 a?os una tr¨¢gica muerte en su para¨ªso de retiro, la pen¨ªnsula mexicana de Yucat¨¢n, un tesoro de cultura maya y de privilegiada naturaleza. Su cuerpo fue hallado el viernes a la orilla de la carretera entre Canc¨²n y M¨¦rida, donde ten¨ªa su casa. Hab¨ªa sido estrangulada. Las autoridades creen que la mat¨® el ch¨®fer del veh¨ªculo en el que se trasladaba, s¨®lo por robarle lo que llevaba. El supuesto culpable ha sido detenido.
"Estamos todos horrorizados. No me figuro c¨®mo pudo pasar. Los taxistas no matan gente. ?Aqu¨ª los taxistas no matan gente!", se lamentaba este viernes por tel¨¦fono su amiga Paula Sievert, una neoyorquina con una galer¨ªa de arte en M¨¦rida, una ciudad tranquila y sin los problemas de criminalidad de otras zonas de M¨¦xico. "Estamos todos en shock, tanto los extranjeros como los mexicanos", explic¨® Sievert, parte de la integrada comunidad for¨¢nea de M¨¦rida.
McClatchie, criada en una familia acomodada de Vancouver y experimentada fotoperiodista con obra publicada en revistas como National Geographic, era una figura querida en el circuito cultural de la ciudad. Se hab¨ªa asentado en M¨¦rida en 2004 y en un a?o ya hab¨ªa abierto su galer¨ªa, a la que bautiz¨® con el nombre en maya In La'Kech ¨CEl Otro Yo¨C. All¨ª expon¨ªa el trabajo de artistas locales, con ¨¦nfasis en j¨®venes principiantes.
Divorciada y con un hijo establecido en Estados Unidos, McClatchie ten¨ªa su casa habitual en M¨¦rida y otra vivienda en la playa. Viv¨ªa sola pero acompa?ada por dos perros y una cantidad oscilante de gatos, pues era muy activa en las labores de rescate de animales abandonados. "B¨¢rbara era sociable, amigable, conoc¨ªa a un mont¨®n de gente y su galer¨ªa siempre estaba abierta a los artistas que quisieran ense?ar sus creaciones", cont¨® Sievert.
Hab¨ªa dedicado su carrera, sobre todo, a la fotograf¨ªa de viaje y al retrato de las culturas del mundo. A sus 74 a?os segu¨ªa siendo una viajera intr¨¦pida. Se hab¨ªa recorrido gran parte de M¨¦xico y cada verano iba a un destino especial. El ¨²ltimo, seg¨²n Sievert, Turqu¨ªa. Desde que se retir¨® a M¨¦rida se dedic¨® a experimentar con la fotograf¨ªa, acerc¨¢ndose a f¨®rmulas art¨ªsticas m¨¢s abstractas. "Ahora estaba ensayando la fotograf¨ªa bajo el agua. Se sumerg¨ªa dentro de una bolsa y tomaba im¨¢genes difusas".
Aparte de su ingl¨¦s natal, McClatchie hablaba bien franc¨¦s y espa?ol. Sus amigos inciden en que era una mujer con mucho recorrido vital y que se manejaba perfectamente en M¨¦xico. No ven posible que se expusiera a una situaci¨®n obvia de riesgo y no logran atisbar c¨®mo pudo tener lugar la tragedia. Esta semana acababa de volver de pasar unos d¨ªas en Vancouver. M¨¦xico ¨C"un pa¨ªs que amaba" , dijo su amiga¨C fue el descorazonador viaje final de Barbara McClatchie.
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