Guterres, un portugu¨¦s con determinaci¨®n y cero enemigos para la ONU
El pr¨®ximo secretario general quiere que la organizaci¨®n se centre m¨¢s en la prevenci¨®n
Con la misma naturalidad se sienta con la actriz y activista Angelina Jolie que duerme en un campamento de personas que huyen de guerras u otros conflictos. La ayuda a los necesitados ha marcado la vida personal y profesional de Ant¨®nio Guterres, que este jueves ser¨¢ votado como nuevo secretario general de la ONU. En los ¨²ltimos diez a?os como director de ACNUR, la agencia para los refugiados, pero durante toda su juventud trabajando en los barrios desfavorecidos de Lisboa.
La imagen de este pol¨ªtico portugu¨¦s (Lisboa, 1949) enga?a; detr¨¢s de sus suaves maneras, guarda una fe inquebrantable en los imposibles y una voluntad de hierro. En diciembre, su partido, el Partido Socialista, le propuso ser candidato a la Presidencia de Portugal, que pr¨¢cticamente garantizaba su elecci¨®n pues el Partido Comunista y el Bloco de Esquerda hubieran retirado a sus candidatos. Guterres lo rechaz¨® porque su meta era m¨¢s ambiciosa, palabra que nunca saldr¨¢ de su boca pues su educaci¨®n cristiana se lo impide.
Es detallista hasta rallar la adicci¨®n. En un reciente encuentro en Lisboa con periodista extranjeros, Guterres se encarg¨® personalmente de colocar cada silla en una sola fila para que no hubiera unos periodistas delante de otros. Al acabar, los informadores salimos de estampida mientras ¨¦l colocaba la veintena de sillas, una a una, en el mismo lugar donde las hab¨ªa encontrado.
Con la misma paciencia ha ido hablando con cada diplom¨¢tico de la ONU, con la ayuda simpar del embajador portugu¨¦s all¨ª, ?lvaro de Mendo?a.?
Su programa de gobierno mundial no se basa en la reacci¨®n, sino en la prevenci¨®n. Guterres es de atajar la herida antes de que sangre porque ahorra sufrimiento y dinero. Este prudente portugu¨¦s no tiene duda alguna de que el mundo reacciona tarde ¡ªy por tanto mal¡ª a los retos. Y como experto en el tema recordaba recientemente el desmadre de los refugiados. ¡°Han llegado a Europa dos por cada mil habitantes, pero viendo las im¨¢genes de televisi¨®n se dio una impresi¨®n de p¨¢nico. Esa sensaci¨®n de invasi¨®n incontrolada debi¨® ser evitada", explicaba en aquel encuentro en Lisboa con EL PA?S y otros corresponsales extranjeros.
El pol¨ªtico portugu¨¦s rechaz¨® dirigir la Comisi¨®n Europea y hace un a?o la candidatura para la presidencia de su pa¨ªs
Guterres siempre fue un hombre casi perfecto. ¡°El mejor de todos nosotros¡±, escribi¨® hace un mes Marcelo Rebelo de Sousa, presidente de Portugal y su amigo de siempre. ¡°Qu¨¦ bueno que haya ganado el mejor¡±, insisti¨® el mi¨¦rcoles el presidente tras la victoria en la votaci¨®n de los miembros del Consejo de Seguridad. El expresidente Jorge Sampaio alaba su ¡°independencia, integridad y capacidad de di¨¢logo¡±. Costa, el primer ministro, tambi¨¦n repite: ¡°integridad y competencia¡± en su carta a la ONU. Ni una cr¨ªtica ha salido de Portugal. El Bloco, el PC y hasta Livre se inclinan ante la "integridad" de Guterres. Parece perfecto.
Acab¨® Bachillerato con un 18 sobre 20, y la Universidad con un 19. Creci¨® bajo la dictadura de Salazar sin crearle problemas. Ley¨® a Marx, pero a la lucha le movi¨® Juan Pablo XXIII, que areng¨® a los cat¨®licos a salir de las iglesias y meterse en las chabolas. En sus trabajos sociales durante las inundaciones de Lisboa, conoci¨® a Rebelo de Sousa y ya siempre caminar¨ªan juntos, excepto en la pol¨ªtica.
A los 27 a?os, Guterres fue elegido diputado por el PS y en 1992 ya era su secretario general
En los albores de la Revoluci¨®n de los Claveles (1974), Rebelo de Sousa se apunt¨® al Partido Social Dem¨®crata (PSD) y Guterres al socialista (PS), cada uno por el mismo motivo: pensaban que all¨ª ayudar¨ªan m¨¢s a acabar con la injusticia social.
A los 27 a?os, Guterres fue elegido diputado por el PS y en 1992 ya era su secretario general. Tres a?os despu¨¦s ganaba las elecciones y gobernaba el pa¨ªs a golpe de di¨¢logo. En aquellos tiempos convulsos fue el primero en aguantar una legislatura con un gobierno minoritario, aunque parte del ¨¦xito era del jefe de la oposici¨®n, su amigo Rebelo de Sousa.
No fueron gobiernos para recordar los de Guterres. Como Carter o Gorbachov, era de esos pol¨ªticos con mejor imagen lejos de casa que dentro. Aunque Ingeniero electr¨®nico, le apasiona la historia y la geograf¨ªa y gracias a su memoria prodigiosa es capaz de adaptar las guerras del Peloponeso a los errores cometidos hoy en Siria o Afganist¨¢n. Pero Portugal se le quedaba peque?o; nunca ha llevado bien las miserias de la pol¨ªtica dom¨¦stica. Dimiti¨® de todo en 2001 y retom¨® su pasi¨®n juvenil, el voluntariado con los desfavorecidos. Delante le par¨® el tren para dirigir la Comisi¨®n Europea, pero lo dej¨® pasar, Guterres aspiraba a otro tren, el Alto Comisario de las Naciones Unidas para Refugiados (ACNUR), que -como ahora- logr¨® no se sabe c¨®mo.
Hace un a?o le volvi¨® a parar otro tren, la candidatura a la presidencia de su pa¨ªs, y tambi¨¦n lo dej¨® pasar; con el siguiente, el de la ONU, Guterres se cruz¨® en la v¨ªa. Su modesta presencia enmascara tanta determinaci¨®n, aunque sus ojillos de pillo s¨ª que le traicionan algo y revelan la f¨®rmula de su ¨¦xito: no hay que tener un mill¨®n de amigos, sino cero enemigos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.