La comunidad LGTB de Orlando se hace m¨¢s fuerte tras la masacre en una discoteca
La gente del lugar que est¨¢ en duelo ha escrito comentarios con un rotulador en la puerta del local. "No os olvidamos", se lee
Instalan una valla que cubrir¨¢ la fachada negra de la discoteca. De ella cuelgan piezas de arte, corazones, p¨¢jaros, manos que han dejado marcadas, a menudo con los colores del arco iris. Como si se tratara de un libro de condolencias, la gente del lugar, la que est¨¢ en duelo y los turistas han escrito comentarios con un rotulador. En los que se puede leer "no os olvidamos" o "el amor es m¨¢s fuerte".
Nos encontramos frente a Pulse, en Orlando, la discoteca homosexual en la que la madrugada del 11 de junio un estadounidense de 29 a?os, de padres afganos, asesin¨® a 49 personas e hiri¨® a 53.
"Hemos venido porque nos sentimos unidos a los que murieron", dice un joven de apariencia hispana que puede que no haya alcanzado a¨²n la mayor¨ªa de edad y que viene de Jacksonville, en el norte de Florida. Su amigo, que permanece a su lado, es un blanco que vive aqu¨ª, en Orlando. Mira al lugar en el que se perpetr¨® el ataque, el Pulse, cerrado, y niega con la cabeza. "Es horrible, parece una herida abierta".
Alex Howell tambi¨¦n est¨¢ consternado por la masacre perpetrada hace cuatro. Howell es director una organizaci¨®n pr¨®xima al "Centro LGTB de Florida Central" de homosexuales, lesbianas, bisexuales y transexuales. Pero se esfuerza en sacar un rayo de esperanza de lo malo. "Cuando ven¨ªa hacia Orlando, me conmov¨ªa ver los colores del arco iris en tantos lugares y edificios. En la ciudad ha aumentado la conciencia de que todos formamos una comunidad y de que el colectivo LGTB es una parte importante y vital de la misma. Tenemos que emplear la energ¨ªa que se ha originado para transformar lo malo en algo bueno".
El m¨®vil del criminal, que se dispar¨®, sigue sin conocerse. Era musulm¨¢n y criticaba a los jud¨ªos. ?Un terrorista isl¨¢mico? Sus compa?eros de trabajo dicen de ¨¦l que manifestaba su odio a los hispanos y a los homosexuales. ?Un xen¨®fobo que tambi¨¦n odiaba a los homosexuales? Supervivientes de Pulse dicen haberlo reconocido porque frecuentaba el local ocasionalmente. ?Un homosexual que luchaba contra su propia orientaci¨®n? La polic¨ªa no tiene indicios de ello. La primera mujer, que se divorci¨® del perturbado pocos meses despu¨¦s de la boda, lo describe como una persona violenta y "mentalmente inestable".
Howell, de 47 a?os, no acepta estas especulaciones. Asegura que "evidentemente" en la comunidad LGTB de Orlando tambi¨¦n hay musulmanes. Hay extremistas en todos los grupos. Y s¨ª, Estados Unidos est¨¢ en el buen camino, desde que el Presidente y el Tribunal Constitucional establecieron la igualdad entre homosexuales y heterosexuales. Pero Howell advierte: "Pero hablemos de esto dentro de ocho a?os. Solo estamos al principio. Los derechos, que se otorgan, tambi¨¦n se pueden quitar".
Howell se muestra tranquilo ante las elecciones presidenciales. "Si viera a Donald Trump como un hombre de negocios, pensar¨ªa que dar¨ªa las mismas oportunidades a todo el mundo. Le dar¨ªa igual lo que hiciera la gente en su vida privada. Por eso, no tendr¨ªa miedo si ganara. Pero un presidente republicano nombrar¨ªa a otro Tribunal Constitucional distinto al de un dem¨®crata y eso s¨ª que me preocupa. Por eso, nuestra comunidad sabe que Hillary Clinton es una gran aliada".
?De ello podemos deducir que no le tiene miedo a Trump pero que aun as¨ª no le va a votar? "Puede sacar esa conclusi¨®n", dice Howell ri¨¦ndose. "Pero no la voy a corroborar".
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