La UE forja pactos con cinco pa¨ªses africanos para frenar la migraci¨®n
Los pa¨ªses se comprometen a controlar sus fronteras a cambio de ayuda e inversiones


La UE cuenta ya con las primeras herramientas tangibles para desarrollar en ?frica su nueva pol¨ªtica migratoria. La estrategia consiste en utilizar todos los recursos al alcance de Bruselas para frenar las salidas hacia el bloque comunitario. La diplomacia europea ha suscrito acuerdos pol¨ªticos con cinco pa¨ªses clave para que controlen mejor sus fronteras y acepten la devoluci¨®n de migrantes a sus territorios. A cambio, ofrece asistencia t¨¦cnica, adem¨¢s de acelerar ayudas e inversiones. En los ¨²ltimos meses la Uni¨®n ha comprometido m¨¢s de 900 millones en programas de inversi¨®n del fondo fiduciario para ?frica.
Una vez cerrada la v¨ªa de Turqu¨ªa, que trasport¨® a m¨¢s de un mill¨®n de refugiados y migrantes el a?o pasado a la UE, Bruselas se emplea ahora en un reto mucho mayor. Se trata de atajar una migraci¨®n estructural, derivada de la falta de oportunidades en el continente africano y atomizada en diferentes pa¨ªses de origen y de tr¨¢nsito. En los ocho primeros meses del a?o han arribado casi 120.000 extranjeros a las costas italianas, seg¨²n datos de Frontex, la agencia europea de fronteras. Y al contrario de lo ocurrido en Grecia, el flujo no remite.
Inspirada en el proceso que desarroll¨® Espa?a en 2004 y 2005 con pa¨ªses pr¨®ximos para contener el goteo de llegadas a sus costas, la UE lleva cuatro meses visitando pa¨ªses africanos y tejiendo compromisos con sus dirigentes. El resultado son cinco acuerdos ¡ªdenominados eufem¨ªsticamente marcos de asociaci¨®n¡ª con Nigeria, N¨ªger, Senegal, Mal¨ª y Etiop¨ªa que orientan todos los incentivos que puede ofrecer Europa (comercio, inversiones, programas de educaci¨®n¡) a un solo fin: el control migratorio.
El mandato que los pa¨ªses han dado a la Comisi¨®n para que desarrolle este modelo incluye por primera vez los llamados incentivos negativos. Se trata de negar ¡ªo reducir¡ª ayudas a los Estados que no cooperen con esta pol¨ªtica. La alta representante para la Pol¨ªtica Exterior Europea, Federica Mogherini, neg¨® este martes que este sea un criterio en la negociaci¨®n. ¡°Es una iniciativa de la que nos beneficiamos las dos partes. Hay una atm¨®sfera constructiva con nuestros socios. No hay necesidad de ir en otra direcci¨®n ni de condicionar la ayuda al desarrollo [a la cooperaci¨®n migratoria]¡±, subray¨® Mogherini en la presentaci¨®n de los primeros resultados de esta nueva estrategia, adoptada en junio.
Pa¨ªses como Alemania, Holanda y Dinamarca han insistido siempre en incluir este enfoque penalizador en los tratos con pa¨ªses de donde parten los migrantes. Pero quienes negocian sobre el terreno saben que resulta mucho m¨¢s fruct¨ªfera la zanahoria que el palo para lograr que los dirigentes africanos se impliquen en esta estrategia. Aunque los pactos no incluyen metas de devoluci¨®n, el objetivo de Bruselas es n¨ªtido. ¡°Al final, el ¨¦xito de esta estrategia se medir¨¢ por la tasa de retornos¡±, admite un alto cargo comunitario. Hasta ahora, la UE no consigue devolver a m¨¢s del 40% de los extranjeros con orden de expulsi¨®n.
Pobreza, entradas ilegales y expulsiones
Nigeria. Unos 23.000 de sus ciudadanos entraron irregularmente en la Uni¨®n Europea el a?o pasado (pr¨¢cticamente los mismos que en los primeros ocho meses de 2016), seg¨²n datos de la Comisi¨®n. Un 34% de los que tienen orden de expulsi¨®n han sido repatriados. El pa¨ªs tiene 182 millones de habitantes, un PIB per c¨¢pita de 2.640 d¨®lares (unos 2.400 euros), frente a los 25.831 de Espa?a o 9.009 de M¨¦xico, seg¨²n datos del Banco Mundial. Boko Haram pretende crear all¨ª un Estado isl¨¢mico.
Senegal. Unos 6.300 sin papeles entraron a la UE. La tasa de retorno es del 22%. Con 15 millones de habitantes, tiene un PIB por cabeza de 910 d¨®lares.
N¨ªger. Con una poblaci¨®n de 19,8 millones, el PIB per c¨¢pita es de 359 d¨®lares. N¨ªger es un pa¨ªs de tr¨¢nsito.
Mal¨ª. Grupos yihadistas han convertido este extenso pa¨ªs de 17 millones de habitantes en refugio. Tiene un PIB per c¨¢pita de 744 d¨®lares. Unos 6.500 malienses entraron irregularmente y el 11% fue deportado.
Etiop¨ªa. Se registraron 2.700 entradas ilegales (con una tasa de expulsi¨®n del 12%) desde este pa¨ªs de 99 millones con un PIB por cabeza de 619 d¨®lares.
Cada uno de los marcos ¡ªlos textos concretos no son p¨²blicos¡ª incluye condiciones diferentes para ajustarse al perfil de cada pa¨ªs. En el caso de Nigeria, el Estado africano m¨¢s poblado y una de las principales fuentes de entradas irregulares, la UE comenzar¨¢ a negociar la pr¨®xima semana un acuerdo de readmisi¨®n para que las autoridades acojan a todos los ciudadanos que hayan entrado irregularmente en Europa. Ahora solo regresan el 34% de los nigerianos que tienen orden de expulsi¨®n.
La situaci¨®n es diferente en N¨ªger, principal territorio de tr¨¢nsito migratorio, pero no de origen. Ah¨ª los esfuerzos se centran en frenar las redes de traficantes y en ofrecer proyectos de desarrollo para el pa¨ªs, una de cuyas principales industrias es precisamente ese tr¨¢fico ilegal. Bruselas detecta en N¨ªger los primeros resultados de su incipiente estrategia. Aunque los n¨²meros son muy modestos, los retornos voluntarios han pasado de 1.700 en 2015 a algo m¨¢s de 3.000 entre enero y agosto de este a?o.
La diplomacia europea tendr¨¢ que poner mucho de su parte para que a esos Estados les compense implicarse. En Mal¨ª, por ejemplo, las autoridades recelar¨¢n de frenar los flujos hacia Europa cuando un porcentaje nada desde?able de su econom¨ªa (el 7,7% del PIB) depende de las remesas que env¨ªan los emigrantes. El impacto es a¨²n mayor en Etiop¨ªa, donde esas transferencias triplican el dinero que el pa¨ªs recibe en cooperaci¨®n al desarrollo. Etiop¨ªa, adem¨¢s, ya acoge a 700.000 refugiados de otros territorios, por lo que los lamentos europeos le suenan muy lejanos.
Merkel en N¨ªger
Los negociadores de la UE ¡ªla propia canciller alemana, Angela Merkel, as¨ª como diversos ministros y comisarios han viajado a esos pa¨ªses desde junio¡ª intentan persuadirles de la importancia de mantener a sus poblaciones, especialmente las m¨¢s cualificadas, dentro de sus fronteras. E intentan ofrecer proyectos ajustados a sus necesidades. A N¨ªger se enviar¨¢n equipos para el control de fronteras y se impulsar¨¢n programas de empleo juvenil. A Senegal se le ayudar¨¢ a crear un sistema de registro civil. En Etiop¨ªa se financiar¨¢n programas de reintegraci¨®n de sus ciudadanos. Y a varios de ellos se les plantea que participen en el programa Erasmus. Los acuerdos no est¨¢n cerrados, sino que evolucionar¨¢n en funci¨®n de los resultados.
Aunque no existe v¨ªnculo directo, el reci¨¦n creado fondo europeo de inversi¨®n exterior, que pretende movilizar hasta 88.000 millones de fondos privados, con un m¨ªnimo aval p¨²blico, apoyar¨¢ la estrategia de Bruselas. Los pa¨ªses que cooperen podr¨¢n beneficiarse de este nuevo instrumento, apuntan fuentes comunitarias.
El plan de negociar con pa¨ªses africanos para moderar las salidas surgi¨® del primer ministro italiano, Matteo Renzi, cuyo pa¨ªs sufre ahora la mayor presi¨®n. El objetivo es replicar el modelo pr¨¢cticamente en cualquier pa¨ªs desde donde partan migrantes hacia Europa. Mogherini alerta de que no resultar¨¢ f¨¢cil, aunque ya hay otros territorios en el punto de mira de la UE. La alta representante cit¨® Pakist¨¢n, Bangladesh y Afganist¨¢n. Con este ¨²ltimo Bruselas acaba de firmar un acuerdo de readmisi¨®n que puede servir como germen de una cooperaci¨®n m¨¢s amplia.
La gran ausencia en esta lista es Libia, el punto de partida de la gran mayor¨ªa de barcos que recalan en Italia. Mogherini lo admite, pero argumenta: ¡°Las condiciones de seguridad que tiene ahora el pa¨ªs no permiten desarrollar un acuerdo¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma

M¨¢s informaci¨®n

N¨ªger: la nueva frontera europea
Archivado En
- Crisis refugiados Europa
- Federica Mogherini
- Crisis migratoria
- Crisis humanitaria
- Refugiados
- Problemas demogr¨¢ficos
- Inmigraci¨®n irregular
- Pol¨ªtica migratoria
- V¨ªctimas guerra
- Cat¨¢strofes
- Fronteras
- Migraci¨®n
- Pol¨ªtica exterior
- Desastres
- ?frica
- Sucesos
- Uni¨®n Europea
- Demograf¨ªa
- Organizaciones internacionales
- Europa
- Conflictos
- Relaciones exteriores
- Sociedad