La Justicia estadounidense discute la competencia de los agentes fronterizos
La potestad en la frontera de EE UU y M¨¦xico, a debate
Sergio Adri¨¢n Hern¨¢ndez Guereca, un adolescente mexicano de 15 a?os, muri¨® en junio de 2010 en el lado mexicano del lecho seco del R¨ªo Grande, a la altura de Ciudad Ju¨¢rez. La bala que lo mat¨® fue disparada desde el lado estadounidense por un agente de la patrulla fronteriza, Jes¨²s Mesa, que hac¨ªa su ronda en El Paso (Texas). El caso abri¨® en Estados Unidos una dura disputa judicial acerca de la jurisdicci¨®n y los derechos de la v¨ªctima aunque no tenga la nacionalidad estadounidense. Tras a?os de lucha en tribunales menores, la decisi¨®n final est¨¢ m¨¢s cerca, despu¨¦s de que la Corte Suprema aceptara este mes revisar un caso que ha enfrentado a los Gobiernos de los dos pa¨ªses.
Los ocho jueces en activo del m¨¢ximo tribunal estadounidense deber¨¢n decidir, en los pr¨®ximos meses, si los padres del joven pueden demandar al agente que mat¨® a su hijo y abrir con ello, seg¨²n Washington, una puerta legal de consecuencias insospechadas.
¡°Zona de nadie¡±
Clave en todo ello es la cuesti¨®n de si se puede aplicar la Constituci¨®n estadounidense y sus garant¨ªas a un ciudadano extranjero que ha muerto, como fue el caso de Hern¨¢ndez, en territorio tambi¨¦n extranjero. La defensa del joven alega que hubo un uso excesivo de la fuerza que viola la cuarta y quinta enmienda de la Constituci¨®n, ya que el agente respondi¨® con disparos a un grupo de j¨®venes que lanzaban piedras y se negaron a obedecer cuando se les inst¨® a que pararan. Una investigaci¨®n del FBI concluy¨®, adem¨¢s, que Hern¨¢ndez ni siquiera estaba tirando piedras cuando fue abatido, sino que recibi¨® el disparo en plena cara cuando se asom¨® a mirar desde el pilar del puente que conecta a la mexicana Ciudad Ju¨¢rez con la estadounidense El Paso.
La familia de Hern¨¢ndez demand¨® a varias agencias del Gobierno estadounidense. Un juez local desestim¨® los cargos por una cuesti¨®n de soberan¨ªa, al considerar que Hern¨¢ndez es mexicano y estaba en territorio de su pa¨ªs cuando muri¨®. Pero un panel parcial de la Corte de Apelaciones decidi¨® en 2014 que, aunque no se puede demandar a las agencias estatales, la familia s¨ª pod¨ªa buscar una acusaci¨®n individual contra el agente Mesa. Sin embargo, el pleno de esa misma Corte concluy¨® un a?o m¨¢s tarde que la familia Hern¨¢ndez no pod¨ªa ampararse en la Constituci¨®n estadounidense para presentar su demanda. La ¨²ltima palabra la tendr¨¢ ahora el Tribunal Supremo.
Seg¨²n la defensa de los padres de la v¨ªctima, si los m¨¢ximos jueces de EE UU les niegan la posibilidad de demandar al agente se transmitir¨¢ el mensaje de que existe una ¡°zona de nadie, sin leyes, en la que los agentes estadounidenses pueden matar a civiles inocentes con impunidad¡±.
Balas contra piedras, un hecho frecuente
"Los disparos en la frontera, justificados o no, son, lamentablemente, un incidente lejos de ser poco frecuente", afirma el Gobierno mexicano en las alegaciones que acompa?an el caso de Sergio Adri¨¢n Hern¨¢ndez. En la documentaci¨®n se incluye un informe de la propia agencia estadounidense de la patrulla fronteriza que, en 2015, reconoci¨® que agentes mataron desde 2005 a 51 personas, casi todas ellas "en o cerca de la frontera" entre M¨¦xico y Estados Unidos.
La misma agencia, en otro informe sobre 67 incidentes armados con sus agentes entre 2010 y 2012, reconoci¨® que, especialmente en el caso de agentes que responden con disparos a las pedradas lanzadas desde el otro lado de la frontera, "en demasiados casos no parece haberse respetado el principio de lo razonable en lo que se refiere al uso de la fuerza mortal" en este tipo de enfrentamientos.
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