El Partido Comunista de China inicia su lucha interna por el poder
El sexto Pleno del Comit¨¦ Central se inaugura en Pek¨ªn para preparar la transici¨®n en el gobierno de 2017
A puerta cerrada en un anodino hotel militar de Pek¨ªn, los casi 400 hombres y mujeres m¨¢s poderosos de China inauguran este lunes un c¨®nclave crucial. El Sexto Pleno del Comit¨¦ Central del Partido Comunista marca el comienzo de un a?o de transici¨®n en el r¨¦gimen: el pr¨®ximo oto?o el partido renovar¨¢ sus ¨®rganos de liderazgo. Hasta entonces se abre una etapa llena de inc¨®gnitas y maniobras entre bambalinas, y en la que el principal interrogante son los planes de sucesi¨®n del presidente Xi Jinping, que en 2017, seg¨²n las normas no escritas del partido, deber¨ªa designar un sucesor.
El pleno de cuatro d¨ªas servir¨¢ para dar algunas pistas de lo que pueda ocurrir el a?o pr¨®ximo en el congreso quinquenal. La agenda prev¨¦ la aprobaci¨®n de un documento sobre las ¡°normas de la vida pol¨ªtica dentro del partido¡± y sobre la supervisi¨®n del comportamiento interno. Lo que se refrende dar¨¢ una medida de hasta qu¨¦ punto Xi est¨¢ en control del proceso y puede imponer sus preferencias.
¡°Habr¨¢ un tira y afloja entre aquellos que tienen el respaldo de Xi y aquellos a los que les perjudica la campa?a contra la corrupci¨®n y la posibilidad de m¨¢s reformas en el sector de las empresas estatales¡±, anticipa Willy Lam, profesor de la Universidad China de Hong Kong.
Xi es el l¨ªder chino que ha acumulado m¨¢s poder desde los tiempos de Mao Zedong. A los cargos cl¨¢sicos ¡ªsecretario general del Partido, presidente de la Comisi¨®n Militar Central y jefe de Estado¡ª le ha sumado la jefatura de toda una gama de nuevas comisiones en ¨¢reas como la seguridad nacional o el proceso de reformas. Con su guerra contra la corrupci¨®n se ha deshecho de enemigos clave, como el ex jefe de la Seguridad Interna, Zhou Yongkang, y ha puesto al Ej¨¦rcito bajo su control.
Pero ni siquiera con todo ese poder ha amasado la autoridad suficiente para aplicar reformas esenciales anunciadas a bombo y platillo al principio de su mandato. En medio de un menor crecimiento econ¨®mico, las anquilosadas empresas estatales contin¨²an sobredimensionadas, las zonas de libre comercio han resultado un fracaso y el exceso de capacidad industrial sigue por las nubes.
En provincias ha topado con la ¡°resistencia pasiva¡± de los gobiernos regionales y los intereses creados, que quieren conservar sus nichos de autoridad. En el Gobierno central se enfrenta a poderosas facciones ¡ªgrupos unidos por redes de contactos, m¨¢s que afinidades ideol¨®gicas¡ª a las que pese a sus intentos no ha conseguido arrinconar completamente.
La facci¨®n de la Liga de J¨®venes Comunistas (tuanpai), de la que procede su predecesor, Hu Jintao, tiene al primer ministro Li Keqiang como su principal representante. La ¡°camarilla de Shanghai¡±, encabezada por el ex presidente Jiang Zemin, cuenta entre sus miembros al presidente del Legislativo, Zhang Dejiang. Y aqu¨ª Xi se encuentra con una desventaja: los funcionarios de mayor relevancia dentro del r¨¦gimen le fueron impuestos por sus predecesores. Su propia red de contactos no cuenta a¨²n con gente en cargos de suficiente nivel.
En el 19 Congreso del Partido, la gran reuni¨®n quinquenal del pr¨®ximo oto?o, abandonar¨¢n sus puestos, por jubilaci¨®n (68 a?os), cinco de los siete miembros del Comit¨¦ Permanente, el principal ¨®rgano de mando. Todos menos Xi, de 64 a?os, y el primer ministro, Li Keqiang, de 63. Tambi¨¦n por edad se abrir¨¢n seis huecos en los 25 asientos del Politbur¨®, el siguiente nivel de poder y controlado hasta ahora por los tuanpai.
La entidad m¨¢s poderosa
El Partido Comunista es la instituci¨®n m¨¢s poderosa de China, por encima del Estado. Fue fundado en 1921.
Tiene 88,75 millones de militantes, m¨¢s que la poblaci¨®n de Alemania.
Su n¨²mero de miembros creci¨® en 2015 en 965.000, un 1,1% m¨¢s con respecto al a?o anterior.
Un 25,1% son mujeres.
Un 7% de sus afiliados proceden de minor¨ªas ¨¦tnicas.
A finales de 2015, m¨¢s de 22 millones de personas hab¨ªan solicitado el ingreso.
Se aceptaron 1,96 millones de estas candidaturas.
De los nuevos aspirantes aceptados, 718.000 (el 36,6%) son estudiantes.
El n¨²mero de solicitudes de ingreso en sus filas entre los estudiantes ¡ªuno de los objetivos en la ¡°pol¨ªtica de fichajes¡± del PCCh¡ª cay¨®, sin embargo, un 0,8%.
Para Xi, introducir un n¨²mero significativo de sus partidarios en estos puestos es vital: le garantizar¨¢ la fuerza para sacar adelante su programa econ¨®mico y pol¨ªtico de los pr¨®ximos cinco a?os. Para el resto de las camarillas, est¨¢ en juego mantener su influencia.
¡°La situaci¨®n es delicada¡±, opina el analista Zhang Lifan: ¡°No es imposible que los tuanpai y el grupo de Shangh¨¢i hagan causa com¨²n¡± contra la facci¨®n de Xi. Seg¨²n Zhang, el presidente chino ¡°afronta un dilema. Si se comporta de manera demasiado ambiciosa, puede hacer saltar por los aires el sistema [basado hasta ahora en el consenso]. Pero si su ataque es demasiado d¨¦bil, podr¨ªa verse en peligro ¨¦l mismo¡±.
La lucha por el control ha desatado las conjeturas. Si el primer ministro, Li Keqiang, ser¨¢ relegado a alg¨²n puesto menos importante. O si el presidente eliminar¨¢ la edad de jubilaci¨®n para que contin¨²e su mano derecha, Wang Qishan, de 68 a?os y supervisor de la campa?a anticorrupci¨®n.
Sobre todo, la duda gira en torno a los planes de futuro de Xi. Seg¨²n las normas no escritas del partido, en el congreso del pr¨®ximo oto?o deber¨ªa quedar claro qui¨¦n ser¨¢ su sucesor. El heredero tendr¨ªa as¨ª cinco a?os ¡ªhasta 2022, cuando expira el mandato del secretario general¡ª para prepararse a dirigir el pa¨ªs.
Pero en contra de lo habitual a estas alturas del proceso, sigue sin sonar ning¨²n nombre. Eso ha multiplicado los rumores de que Xi opte por no designar a¨²n a nadie, para esperar a que sus partidarios se vayan fogueando en el Politbur¨® antes de promocionar a alguno al Comit¨¦ Permanente como heredero.
Esta tesis prev¨¦ que Xi pudiera, incluso, prorrogar su mandato cinco a?os m¨¢s, hasta 2027. ¡±Habr¨ªa oposici¨®n, protestas, pero ¨¦l tiene el control y sus enemigos no ser¨ªan lo suficientemente poderosos como para impedirlo¡±, considera Willy Lam.
Qui¨¦nes ocupar¨¢n las vacantes es algo que no se sabr¨¢ hasta el congreso de 2017. Pero ya se han aprobado varias normas que favorecen el control del presidente, incluida la prohibici¨®n a los funcionarios de criticar a los mandatarios, apunta Lam. Todo lo que se apruebe en el pleno de esta semana ¡ªaduce¡ª tendr¨¢ como funci¨®n principal ¡°consolidar la posici¨®n [de Xi] como el gran l¨ªder¡±.
Un l¨ªder para los desaf¨ªos del pa¨ªs
Ya antes de la inauguraci¨®n del Pleno, Xi y los medios de comunicaci¨®n del Partido han lanzado llamamientos a las bases, para preparar el terreno antes de los cuatro d¨ªas de deliberaciones.
El viernes, en la ceremonia de conmemoraci¨®n del 80 de la Larga Marcha, el presidente inst¨® a ser ¡°firmes creyentes y practicantes leales del comunismo en nuestra nueva larga marcha¡± hacia el rejuvenecimiento de la naci¨®n. ¡°La unidad es una fuerza poderosa, que superar¨¢ todas las dificultades¡±.
Y los medios han publicado elogiosos art¨ªculos sobre el secretario general. El peri¨®dico Tribuna del Pueblo, propiedad del?Diario del Pueblo, afirmaba el pasado martes que China necesita un l¨ªder fuerte, como lo fue Mao, en tiempos en los que el pa¨ªs encara importantes desaf¨ªos estrat¨¦gicos. Tanto el p¨²blico como los funcionarios del Gobierno chino, asegura este medio, ven a Xi como un l¨ªder con esas cualidades
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