Brasil gira a la derecha
La derrota del PT de Rousseff y Lula en las elecciones municipales marca una nueva etapa en el pa¨ªs
Las elecciones municipales brasile?as, cuyo segundo turno se celebr¨® este domingo, han arrojado un claro vencedor nacional: el Partido de la Social Democracia Brasile?a (PSDB) que, a pesar de su nombre profesa una ideolog¨ªa de centro derecha. Esta formaci¨®n se ha llevado 14 de las 19 alcald¨ªas que se disputaban en esta segunda vuelta (a la que hay que a?adir la de S?o Paulo, donde arras¨® en el primer turno). En total, esta formaci¨®n, cuyo candidato, el senador A¨¦cio Neves, disput¨® en 2014 la presidencia de Brasil a Dilma Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT), gobernar¨¢ en 26 de las 92 mayores ciudades brasile?as. Este triunfo del PSDB, principal aliado del gobierno de Michel Temer, marca un giro a la derecha del pa¨ªs sudamericano. Y subraya la ca¨ªda libre en la que se encuentra el mayor partido de izquierdas de Am¨¦rica Latina, el otrora todopoderoso PT de Luiz In¨¢cio Lula da Silva, que ha perdido en estas elecciones el 60% de su fuerza electoral. De ser la tercera agrupaci¨®n con m¨¢s alcald¨ªas (638) ha pasado a ser la d¨¦cima (con 254). Ha perdido en las siete grandes ciudades en las que a¨²n gobernaba, incluido su ¨²ltimo gran feudo en Recife.
¡°La ola azul est¨¢ arrasando en el pa¨ªs¡±, resumi¨® Neves al conocer los resultados de las elecciones. Curiosamente, Neves es de los pocos integrantes de esta formaci¨®n que no tiene mucho que celebrar: en su feudo electoral, Belo Horizonte, en el Estado de Minas Gerais, cay¨® derrotado. Esto le resta posibilidades?para liderar su partido en las pr¨®ximas elecciones generales de 2018 en favor del gobernador de S?o Paulo, Geraldo Alckmin.
Por su parte, el PT hab¨ªa llegado agotado ya en la primera vuelta de las municipales: al desgaste que ha supuesto el impeachment de Dilma Rousseff en agosto, tras un mandato impopular en medio de una crisis econ¨®mica galopante, hay que sumar el descr¨¦dito creciente del expresidente Lula por el alud de acusaciones de corrupci¨®n. Esos dos nombres, los de los exmandatarios durante los 13 a?os del PT en el Gobierno brasile?o, eran la encarnaci¨®n del partido. Tambi¨¦n eran los dos ¨²nicos que el p¨²blico conoc¨ªa. Solo Fernando Haddad, alcalde de S?o Paulo hasta hace tres semanas, pod¨ªa llegar a hacerles sombra, pero su estrepitosa derrota en la primera vuelta ante su rival del PSDB, Jo?o Doria, lo ha enterrado pol¨ªticamente. En esta segunda vuelta, el PT ha perdido el resto de ciudades del decisivo Estado de S?o Paulo, el m¨¢s poblado y rico del pa¨ªs: las ciudades que rodeaban a la capital, el cintur¨®n rojo que en otro tiempo fue la cuna pol¨ªtica de Lula y su formaci¨®n, de origen industrial y obrero, se han pasado en su gran mayor¨ªa al PSDB.
Ante el resultado de las elecciones, el secretario de comunicaci¨®n del PT, Alberto Cantalice, declar¨® en Twitter que la renovaci¨®n interna ¡°ser¨¢ r¨¢pida¡±. El discurso de una renovaci¨®n integral, liderado principalmente por el exgobernador de Rio Grande do Sul, Tarso Genro, tiende a ganar fuerza en los pr¨®ximos meses. Aunque todo depende, en el fondo, del futuro judicial de Lula, sobre el que penden tres acusaciones de la Fiscal¨ªa y del que se especula con su entrada en la c¨¢rcel un d¨ªa s¨ª y otro tambi¨¦n. Hay que tener en cuenta que, a pesar de todas estas acusaciones, Lula sigue siendo el l¨ªder m¨¢s popular del pa¨ªs ¡ªaunque su popularidad cae d¨ªa a d¨ªa¡ª y su nombre suena como posible candidato para las elecciones de 2018.
La izquierda tambi¨¦n sufri¨® una sonora y simb¨®lica derrota en Rio de Janeiro, donde el Partido Socialismo y Libertad (PSOL),a la izquierda del PT, perdi¨® ante el Partido Republicano de Marcelo Crivella, un l¨ªder evangelista que conquist¨® una victoria sin precedentes para su partido y para la Iglesia de la que forma parte. La mayor¨ªa de los votantes de Crivella son personas de renta baja. De hecho, ¨¦l fue el candidato m¨¢s votado en la favela m¨¢s famosa de R¨ªo de Janeiro, La Rocinha. Todo un dato significativo.
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