Gore el leal y Trump el dinamitero
La cordura en la crisis electoral del 2000 cobra vigencia ante las elucubraciones de fraude del magnate
El bipartidismo en Estados Unidos ha pivotado siempre sobre el pilar del respeto al resultado electoral. Pero ese principio intocable se tambalea ahora con los golpes del martillo ret¨®rico del candidato republicano Donald Trump, que azuza el espantajo de una supuesta conspiraci¨®n del sistema contra ¨¦l y en el ¨²ltimo debate con la dem¨®crata Hillary Clinton se reserv¨® la opci¨®n de desacatar el dictamen popular: ¡°Lo ver¨¦ en su momento¡±.
El ¨®rdago ha adquirido un cariz a¨²n m¨¢s desconcertante al comparar el c¨ªrculo de Trump su desaf¨ªo con el comportamiento del dem¨®crata Al Gore en la crisis electoral del a?o 2000 en su carrera contra George W. Bush. ¡°Es lo mismo que hizo Gore¡±, han repicado el exalcalde de Nueva York Rudolph Giuliani y la jefa de campa?a republicana Kellyanne Conway. Pero Gore no sembr¨® dudas por adelantado sobre el proceso sino que litig¨® por revisar el apretado y confuso conteo de Florida. ¡°Es como llamarle pir¨®mano al bombero que investiga un incendio¡±, ha opinado el veterano analista E. J. Dionne.
Trump no comparte nuestros c¨®digos
Al C¨¢rdenas, expresidente del Partido Republicano en Florida
¡°Aquella fue la crisis institucional m¨¢s seria en la historia electoral de los Estados Unidos¡±, recuerda Al C¨¢rdenas, en el 2000 presidente en Florida del Partido Republicano. ¡°Fue un enfrentamiento muy fuerte, pero dentro de los par¨¢metros debidos para quienes compiten por ser presidente de la primera potencia del mundo¡±. El m¨¦todo de fracturaci¨®n pol¨ªtica de Trump es un puntapi¨¦ a la tradici¨®n institucionalista de los republicanos. ¡°No comparte nuestros c¨®digos¡±, afirma C¨¢rdenas, que a¨²n no revela por qui¨¦n votar¨¢.
La figura de Gore reaparece como paradigma de estabilidad y de transici¨®n pac¨ªfica del poder. ¡°?l nunca plante¨® que el sistema estuviese corro¨ªdo. S¨®lo discuti¨® errores del recuento¡±, subraya Joe Garc¨ªa, candidato dem¨®crata al Congreso por Florida.
La locura del recuento en Florida, que decid¨ªa el resultado a nivel nacional, dur¨® 36 d¨ªas. El 8 de noviembre por la noche, fecha de los comicios, Gore lleg¨® a telefonear a Bush para reconocer su victoria, pero los n¨²meros eran tan apretados que minutos despu¨¦s las televisiones anunciaron un empate y Gore volvi¨® a llamar a Bush para poner en cuarentena lo anterior. Por ley ¨Cno por reclamo de Gore¨C se puso en marcha un recuento que deriv¨® en una extenuante batalla legal entre ambos partidos en torno a las deficiencias del anticuado mecanismo de registro de voto de Florida. Estados Unidos vivi¨® en vilo las bizarras discusiones sobre las papeletas mariposa (un cart¨®n abierto en dos que se pod¨ªa prestar a equivocar la opci¨®n de candidato) y sobre si un recuadro correspondiente a un candidato perforado en el cart¨®n pero no desprendido deb¨ªa ser validado como voto o no.
La lucha termin¨® el 12 de diciembre con la decisi¨®n del Tribunal Supremo de parar el recuento, dando la victoria a Bush. Al d¨ªa siguiente, Gore habl¨® a la naci¨®n dejando atr¨¢s la batalla y reconociendo la legitimidad del presidente electo con un discurso que pareciera un vadem¨¦cum contra la escisiva campa?a de 2016. Sus frases aceptando el resultado ¡°por el bien de la unidad de nuestro pueblo y la fortaleza de la democracia¡± o afirmando que ¡°lo que nos une es m¨¢s grande que lo que nos divide¡± resuenan como ideales plat¨®nicos frente a los tuits dinamiteros de Trump: ¡°Estas elecciones est¨¢n ama?adas por Hillary la Mentirosa, por los medios de comunicaci¨®n y en muchos colegios electorales¡±.
"Lo que nos une es m¨¢s grande que lo que nos divide", dijo Gore al acatar la victoria de Bush
Gore acat¨® el mandato popular e hizo lo que, seg¨²n un perfil suyo del periodista David Remnick, hace un candidato en Estados Unidos cuando pierde: ¡°Da conferencias, escribe unas memorias, amasa una fortuna o busca una causa honesta¡±. Est¨¢ por ver la reacci¨®n de Trump si sale derrotado, pero por lo pronto ya se habla de que podr¨ªa abrir un canal personal de televisi¨®n para continuar en la telerrealidad un incendio pol¨ªtico que ya ha generado una zozobra inusitada. De acuerdo con un sondeo del diario USA Today y la Universidad de Suffolk, un 51% de los americanos teme violencia el d¨ªa electoral y cuatro de cada diez seguidores de Trump no est¨¢n dispuestos a reconocer una victoria de Clinton.
Mientras la pol¨ªtica de las emociones hace efecto, el republicano Al C¨¢rdenas concluye: ¡°Hay m¨¢s chances de que usted fallezca porque le caiga un rel¨¢mpago encima que de que haya un fraude electoral en los Estados Unidos¡±.
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