Una oportunidad para la paz en Colombia
Durante los ¨²ltimos 10 a?os el sector minero energ¨¦tico ha aportado la mayor¨ªa de las exportaciones colombianas
Durante los ¨²ltimos 10 a?os el sector minero energ¨¦tico ha aportado la mayor¨ªa de las exportaciones colombianas. Entre el a?o 2000 y 2008 fueron del 30,9% sobre el total; entre 2009 y 2014 la cifra lleg¨® al 51,2%. Mientras, sectores como la industria y el agropecuario est¨¢n en una verdadera crisis. La participaci¨®n de estos se redujo de forma alarmante. La industria pas¨® de aportar el 60,1% de las exportaciones en 2002 al 35,6% en 2014. Entre los mismos a?os, el sector agropecuario pas¨® del 9,9% al 4,6% de las exportaciones totales, una reducci¨®n en su participaci¨®n de m¨¢s del 50%.
Los buenos precios de los productos minero-energ¨¦ticos llevaron a que el pa¨ªs comenzara a hablar del boom y la locomotora minera y energ¨¦tica. Sin embargo, casi una d¨¦cada despu¨¦s del inicio del boom la situaci¨®n del sector es complicada. Se podr¨ªa hablar de 4 situaciones.
Por un lado, un cansancio de las empresas, del movimiento social y comunidades locales y de las autoridades en materia ambiental y energ¨¦tica. Las empresas desde el a?o 2015 entraron en un fuerte desespero; a la ca¨ªda de los precios de estos productos no renovables, se le sum¨® un bloqueo territorial a sus inversiones. Protestas, bloqueos viales, sabotajes han llevado a que muchos empresarios consideren salir del pa¨ªs. Se quejan de que no hay voluntad de di¨¢logo y de una institucionalidad incapaz de plantear una soluci¨®n para el sector. Por su parte el movimiento social y las comunidades locales han dicho que sus territorios se feriaron, que adem¨¢s no hubo ninguna consideraci¨®n ambiental y sobre todo que no han visto nada de riquezas o de mejora de su calidad de vida producto de estas inversiones. Lo ¨²nico que han visto son desastres ambientales y caos. Por su parte las autoridades ambientales y mineras no tienen capacidad humana, ni presupuestal, ni jur¨ªdica para controlar el boom minero energ¨¦tico.
En segundo lugar, cuando se adjudicaron los pol¨ªgonos mineros se impuso el principio de ¡°primero en el tiempo primero en derecho¡±. Lo que significaba que el primero que tuviera una licencia quedaba con el derecho legal de explotar un territorio sin importar si en ¨¦l hab¨ªa explotaciones artesanales, informales u otro tipo de producci¨®n familiar o comunitaria. C¨®mo era de esperarse esto caus¨® no solo un caos social, sino una gran especulaci¨®n social, pol¨ªtica y econ¨®mica. Por ejemplo, de un pol¨ªgono de exploraci¨®n de oro, se pueden explorar 10 mil hect¨¢reas y al final solo se explotan mil, en todo caso al menos durante la primera y segunda etapa las comunidades entienden que son 10 mil hect¨¢reas las que se ver¨¢n afectadas. Llega mucha poblaci¨®n for¨¢nea atra¨ªda por el boom, los predios rurales se encarecen, comienzan los problemas de linderos, llega la prostituci¨®n y el licor y con ellos la miner¨ªa criminal y al final todo es un caos. El Estado no tuvo ning¨²n criterio m¨ªnimamente organizativo para esta adjudicaci¨®n.
Lo tercero que sucedi¨® es que al momento de entregar los pol¨ªgonos y bloques no hubo un m¨ªnimo de criterio ambiental y social. De hecho, se adjudicaron zonas cercanas al parque nacional de la Macarena y a la reserva de Ca?o Cristales, lo cual fue un esc¨¢ndalo hace algunas semanas, tambi¨¦n se adjudicaron zonas de p¨¢ramo y de importancia ambiental.
Por ¨²ltimo, las comunidades locales y administraciones p¨²blicas regionales y locales no se sienten participes de los dividendos del boom. Temas de corrupci¨®n, ineptitud administrativa e iniquidad en la distribuci¨®n de las riquezas han llevado a que departamentos que han recibido m¨¢s de 1 bill¨®n de pesos en regal¨ªas en 10 a?os tengan aun la muerte de cientos de ni?os por hambre y sed, como La Guajira m¨¢s de 6 mil ni?os muertos en los ¨²ltimos a?os. Este cansancio es realmente impotencia por parte de todos estos actores sociales y pol¨ªticos.
Ahora que comienza la negociaci¨®n con el ELN en Quito y que el tema minero-energ¨¦tico ha sido la principal bandera pol¨ªtica de esta guerrilla y m¨¢s a¨²n cuando el modelo de negociaci¨®n crea un mecanismo de participaci¨®n social, se posibilita una oportunidad ¨²nica para hacer un debate concreto sobre el tema de ordenamiento territorial y con ello determinar que territorio se dedica a la producci¨®n campesina, que a la ganader¨ªa, que a la miner¨ªa y que queda con protecci¨®n ambiental, es decir, aprovechar para poner una reglas m¨ªnimas de juego. De ah¨ª, que esta negociaci¨®n sea importante para de una vez por todas aclarar el ordenamiento territorial nacional.
Ariel ?vila es subdirector de la Fundaci¨®n Paz y Reconciliaci¨®n
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.