Sobre los golpes de Estado y el ¡°dictadorzuelo¡± de Venezuela
El derecho internacional y la ruptura democr¨¢tica
El presidente de Venezuela viene acusando a la oposici¨®n de planear un golpe de Estado en su contra ¡°como los que fueron perpetrados contra Zelaya en Honduras, Lugo en Paraguay, y Roussef en Brasil¡±. La Asamblea Nacional, controlada por la oposici¨®n, tambi¨¦n le ha acusado de haber ¡°cometido un golpe de Estado¡±, debido a que, a trav¨¦s de decisiones de los poderes judicial y electoral que obedecen ¨®rdenes del partido oficialista, Maduro ha conseguido parar el proceso de refer¨¦ndum revocatorio que deb¨ªa realizarse en 2016. (¡°Negar la consulta al pueblo [¡] te transforma en un dictadorzuelo m¨¢s¡±, le hab¨ªa advertido ya el Secretario General de la OEA en mayo).
Maduro est¨¢ equivocado en comparar el golpe de Estado que impidi¨® los ¨²ltimos seis meses de gobierno de Zelaya con los juicios pol¨ªticos (o juicios presidenciales) contra Lugo y Rousseff. As¨ª mismo, est¨¢ equivocado en decir que se est¨¢ planeando un golpe contra ¨¦l, ya que, a juzgar por los dos ¨²ltimas resoluciones de la Asamblea Nacional, la oposici¨®n busca realizar un juicio pol¨ªtico que lleve a su destituci¨®n constitucional, como ocurri¨® con Lugo y Rousseff.
La negativa al refer¨¦ndum tampoco es un golpe de Estado, sino que se trata de la m¨¢s reciente en una serie de acciones ¡°graduales, sostenidas y sistem¨¢ticas de erosi¨®n de la democracia¡± a cargo del r¨¦gimen chavista, que han producido la indiscutible ruptura del orden constitucional en Venezuela, y que fueron documentadas ya en la p¨¢g. 63 del informe del Secretario General Almagro.
?Cu¨¢les son los hechos que convierten a un Estado miembro de la OEA en un Estado antidemocr¨¢tico, provocando la aplicaci¨®n de la cl¨¢usula democr¨¢tica? T¨¦cnicamente, la Carta de la OEA (Art. 9) y la Carta Democr¨¢tica Interamericana (Arts. 3, 4, 17-21) castigan el ¡°derrocamiento por la fuerza de un gobierno democr¨¢ticamente constituido¡±, la ¡°ruptura o interrupci¨®n del orden democr¨¢tico¡±, o ¡°la alteraci¨®n del orden constitucional que afecta gravemente el orden democr¨¢tico¡±.
Dada la imprecisi¨®n de estos t¨¦rminos, los expertos en derecho internacional coinciden en que existen por lo menos tres conjuntos de hechos que convierten a un Estado en antidemocr¨¢tico. En primer lugar, los hechos que constituyen un ¡°golpe de Estado¡± contra un presidente democr¨¢tico; segundo, los hechos que constituyen ¡°situaciones similares al golpe de Estado¡±; y en tercer lugar, la ¡°erosi¨®n gradual, sistem¨¢tica o sostenida de la democracia¡± a cargo de un presidente democr¨¢ticamente electo.
Cualquiera de estos tres hechos produce la ruptura del orden democr¨¢tico y debe provocar la activaci¨®n de la cl¨¢usula democr¨¢tica.
Si se toma en cuenta la literatura especializada sobre ¡°golpes de Estado¡±, puede afirmarse que se est¨¢ ante un golpe de Estado cuando han concurrido al menos cuatro elementos: (1) que la v¨ªctima del golpe sea el Presidente u otra autoridad civil o militar que tenga el mando m¨¢ximo del Poder Ejecutivo; (2) que el perpetrador del golpe haya ejercido violencia o coerci¨®n contra la v¨ªctima para que abandone su cargo; (3) que la acci¨®n o acciones que conforman el golpe sean abruptas o repentinas y r¨¢pidas; y (4) que esta acci¨®n se produzca en clara violaci¨®n del procedimiento constitucional para la destituci¨®n del jefe del ejecutivo.
En el a?o 2011, el informe de la Comisi¨®n de la Verdad y la Reconciliaci¨®n de Honduras us¨® esta exacta definici¨®n al determinar que la expatriaci¨®n forzosa del presidente Zelaya, que acababa de iniciar la erosi¨®n democr¨¢tica en su pa¨ªs en 2009, constituy¨® un golpe de Estado.
Aqu¨ª conviene precisar lo siguiente: el derecho internacional-interamericano de la democracia proh¨ªbe los golpes de Estado contra gobiernos democr¨¢ticos, y no as¨ª contra gobiernos antidemocr¨¢ticos. (Como el gobierno de Zelaya continuaba siendo democr¨¢tico porque los poderes legislativo y judicial continuaban siendo independientes, su derrocamiento a cargo de militares ¡ªindependientemente de que fuera validado luego por el legislativo y la Corte Suprema¡ª constituy¨® una ruptura del orden democr¨¢tico, y la comunidad internacional hizo bien en sancionar a Honduras hasta la realizaci¨®n de nuevas elecciones libres y justas, que se produjeron seis meses despu¨¦s del golpe).
En caso de que cualquier acci¨®n liderada por la oposici¨®n democr¨¢tica en Venezuela, con apoyo o no de la Fuerza Armada, obligara al r¨¦gimen autoritario a renunciar y permitiera elecciones democr¨¢ticas, esta acci¨®n no ser¨ªa un ¡°golpe de Estado¡± prohibido por la Carta de la OEA y la Carta Democr¨¢tica Interamericana, sino m¨¢s bien uno que pone fin a la situaci¨®n de ruptura del orden constitucional, y que podr¨ªa dar paso a una transici¨®n democr¨¢tica.
En otras palabras, un golpe contra Adolfo Hitler tras su elecci¨®n en 1933 hubiera sido una medida antidemocr¨¢tica, pero si, tras los a?os iniciales en que Hitler erosion¨® la democracia alemana hasta el punto de provocar su ruptura y convertirse en un dictador, un golpe de Estado eficaz hubiera podido restituir la democracia entre 1936 y 1939, el mundo hubiera conseguido evitar una guerra con decenas de millones de muertes.
Y el ¡°golpe¡± habr¨ªa sido compatible con el derecho internacional de la democracia.
*Javier El-Hage es director jur¨ªdico de Human Rights Foundation, una organizaci¨®n de derechos humanos con sede en Nueva York.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.