La barbarie regresa a Tijuana con un cad¨¢ver colgado de un puente
El C¨¢rtel Jalisco Nueva Generaci¨®n impone el terror en el norte y da un paso m¨¢s en la guerra por los territorios del c¨¢rtel de Sinaloa
En Tijuana hace siete a?os el D¨ªa de Muertos era todos los d¨ªas. La imagen de un hombre colgado de un puente, atado de pies y manos, a veces sin brazos o piernas, otras incluso sin cabeza, era una escena habitual en la localidad fronteriza. La barbarie hab¨ªa sido enterrada en la memoria colectiva ¡ªcon algunas excepciones¡ª en los ¨²ltimos a?os, pero ha resucitado con fuerza este mi¨¦rcoles. La guerra que mantiene el C¨¢rtel Jalisco Nueva Generaci¨®n contra el de Sinaloa y sus aliados, por el control de los territorios del norte de M¨¦xico, sacude las estad¨ªsticas y recuerda que el terror sigue ah¨ª. La ¨¦poca m¨¢s sangrienta ha vuelto.
Mientras en el resto del pa¨ªs se celebraba el d¨ªa de la muerte y los cementerios se llenaban de color, m¨²sica y comida, de un puente de Tijuana colgaba el cad¨¢ver de un hombre, envuelto con cinta aislante y coronado con una narcomanta. El mensaje rezaba: "As¨ª van a quedar todos los chapulines [narcomenudistas]" del grupo rival. De la advertencia que dejan los sicarios, lo importante suele ser el remitente, que en este caso estaba firmado por uno de los grupos criminales con m¨¢s poder en M¨¦xico: el C¨¢rtel Jalisco Nueva Generaci¨®n, declarado enemigo ac¨¦rrimo del Chapo Guzm¨¢n y sus sucesores.?
La ca¨ªda de Joaqu¨ªn Guzm¨¢n Loera, y su casi inexorable extradici¨®n a Estados Unidos, ha provocado el levantamiento de los grupos rivales que luchan como perros de presa por su parte del pastel.?No s¨®lo est¨¢n en juego las rutas hacia Estados Unidos o el dominio del Tri¨¢ngulo de Oro (Chihuahua, Sinaloa y Durango), sino la disputa por la mera supervivencia territorial del c¨¢rtel de Sinaloa.
En este contexto ha irrumpido el grupo de Jalisco. La agencia antinarc¨®ticos de Estados Unidos (DEA) ha se?alado que se trata de la organizaci¨®n criminal de mayor crecimiento en M¨¦xico. Hicieron su primera demostraci¨®n de fuerza en septiembre de 2011 con el asesinato de 35 sicarios de Los Zetas, en Boca del R¨ªo (Veracruz). Sus cad¨¢veres los arrojaron a la avenida principal como muestra de su iniciaci¨®n. El 6 de abril de 2015 mataron a 15 agentes de un convoy blindado y, dos semanas despu¨¦s, derribaron un helic¨®ptero militar y bloquearon por carretera Guadalajara (1,5 millones de habitantes) en respuesta a la detenci¨®n de 10 de sus integrantes. Dirigidos Nemesio Oseguera Cervantes, alias El Mencho, a este grupo se le atribuye tambi¨¦n el secuestro de los dos hijos de El Chapo en agosto pasado.
La localidad fronteriza de Tijuana es uno de los territorios de la discordia. Desde los tiempos de la deserci¨®n de Teodoro Garc¨ªa Simental (El Teo)?y Raydel L¨®pez Uriarte (El Muletas) del c¨¢rtel de Ju¨¢rez al de Sinaloa para derrotar a los herederos de los Arellano F¨¦lix en la zona, no se hab¨ªan registrado unas cifras de homicidios similares. En esa ¨¦poca, de 2008 a 2010, se contaron m¨¢s de 3.000 muertes, seg¨²n las cifras oficiales. La guerra que libran hoy los de Jalisco, aliados con los Arellano, contra las huestes del Chapo, ha dejado en los siete primeros meses de este a?o m¨¢s de 600 asesinatos. La cifra a final de 2016, si sigue por este camino, puede superar los momentos m¨¢s oscuros de la guerra en 2008.
En el mismo puente donde colgaron a un hombre este mi¨¦rcoles, el pasado 3 de septiembre arrojaron tres cuerpos descuartizados. El narcoterror por el paso de la droga hacia el vecino del norte ha regresado a Tijuana.
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