Europa vislumbra cambios en pol¨ªtica exterior y en la agenda comercial
El resultado del martes puede influir en el apretado calendario electoral de la UE
Cuentan que Luis XVI escrib¨ªa ¡°nada¡± en su diario excepto cuando cazaba o enfermaba. Salvo en esos dos casos, pon¨ªa un lac¨®nico ¡°nada¡±. Durante todo el estallido de la Revoluci¨®n Francesa escribe ¡°nada¡±. En p¨²blico, los l¨ªderes de la UE lanzan mensajes tranquilizadores sobre las relaciones transatl¨¢nticas posteriores a las elecciones del martes en EEUU: ¡°Poco o nada va a cambiar¡±, resume una fuente europea convertida de repente en trasunto de Luis XVI. Y aun as¨ª, Europa tiene un ojo en las m¨²ltiples crisis que aquejan a la Uni¨®n, pero el otro concentrado en la televisi¨®n para no perder detalle del espect¨¢culo electoral que aseguran un millonario exc¨¦ntrico que parece salido de un reality show y la primera mujer que puede presidir el pa¨ªs m¨¢s poderoso del mundo pero es incapaz de explicar qu¨¦ demonios sucede con su correo electr¨®nico.
El continente se juega, sobre todo, su pol¨ªtica exterior, estrechamente vinculada a la crisis de refugiados y a los des¨®rdenes en su vecindad norte (Ucrania) y este (con Siria y la inestabilidad en Oriente pr¨®ximo). Pero tambi¨¦n parte del Brexit, la pol¨ªtica comercial y el devenir de la crisis econ¨®mica, en funci¨®n de si hay sacudida o no: de si gana Donald Trump o no.
Europa se juega incluso algo m¨¢s inasible: el en¨¦simo cap¨ªtulo de la cruzada antiestablishment, del ascenso del populismo o como quiera llamarse a ese fen¨®meno que ya asomaba con el Tea Party desde 2009 y que despu¨¦s de Estados Unidos tiene varias citas con Europa: las elecciones francesas, con Marine Le Pen desatada, las alemanas, con los antieuropeos de AfD al alza, y las holandesas, con un Geert de Wilders que apunta maneras trumpistas desde hace a?os.
¡°Si gana Trump puede esperarse un vuelco en la pol¨ªtica exterior y de seguridad, en la OTAN, en los acuerdos de libre comercio e incluso en las relaciones con los tradicionales aliados de Estados Unidos, que son los europeos¡±, apunta Javier Solana, ex secretario general de la Alianza. ¡°Si gana Hillary Clinton la incertidumbre es mucho menor, pero la UE tampoco deber¨ªa esperar complacientemente un regreso del business as usual¡±, a?ade.
Las agendas de los populismos son virales: suelen colarse en todos los discursos pol¨ªticos. Y Clinton ya ha dado muestras de que probablemente ser¨¢ m¨¢s proteccionista en lo econ¨®mico: cabe esperar un regreso ¨Cveremos en qu¨¦ grado¡ªdel nacionalismo econ¨®mico que se ver¨¢ en acuerdos comerciales como el TTIP, que puede darse por muerto. Clinton ser¨ªa m¨¢s continuista tambi¨¦n en pol¨ªtica exterior, pero ser¨¢ m¨¢s dura con Rusia ¨Ccompar¨® la anexi¨®n rusa de Crimea con las invasiones de Checoslovaquia y Polonia por parte de Hitler--, y eso tendr¨¢ consecuencias sobre la pol¨ªtica exterior y de defensa europea, el ¨²nico asunto en el que la UE est¨¢ en condiciones de seguir integr¨¢ndose.
Clinton, adem¨¢s, proseguir¨¢ con la mirada de Obama, m¨¢s hacia el Pac¨ªfico que hacia el Atl¨¢ntico, y ¡°pretende que Europa se haga mayor y gaste m¨¢s en defensa, dependa menos de Estados Unidos y espabile en ¨¢reas como la militar¡±, apunta Vicente Palacio, director del observatorio de pol¨ªtica exterior de Fundaci¨®n Alternativas.
¡°Europa ser¨ªa est¨²pida si no tomara nota de las lecciones de la candidatura de Trump. El candidato republicano es una versi¨®n extrema de un sentimiento muy extendido acerca de lo que puede pasar en Estados Unidos si el declive norteamericano no se detiene. Washington va a ser menos predecible y las resonancias del su Am¨¦rica primero se van a hacer notar m¨¢s y m¨¢s gane quien gane¡±, subraya Jeremy Shapiro, del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores.
¡°A la corta, un triunfo de Trump puede provocar graves desarreglos en los mercados, incertidumbre: en M¨¦xico, pero tambi¨¦n en Europa¡±, apunta Guntram Wolff, de Bruegel. ¡°Clinton no supondr¨ªa grandes cambios, pero con Trump cabe esperar tambi¨¦n un vuelvo en las relaciones comerciales y en la pol¨ªtica de defensa¡±, cierra Daniel Gros, del laboratorio de ideas CEPS de Bruselas. En Europa, y en el resto del mundo, Clinton da m¨¢s tranquilidad; Trump es territorio inexplorado. Las grandes crisis --y la Gran Recesi¨®n es sin duda una de ellas¨C van de lo econ¨®mico a lo pol¨ªtico y lo social. Se vio con el Brexit. Se vio en el refer¨¦ndum colombiano. Apri¨¦tense los cinturones: habr¨¢ cap¨ªtulos adicionales, y veremos si Estados Unidos es uno de ellos.
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