Una victoria de Trump cambiar¨ªa los equilibrios en Sudam¨¦rica, en pleno giro pol¨ªtico
El primer frente en la regi¨®n del nuevo presidente ser¨¢ la deriva de la crisis de Venezuela
Sudam¨¦rica vive un giro pol¨ªtico claro despu¨¦s de los a?os dorados de la izquierda. Se est¨¢ creando un nuevo juego de equilibrios que romper¨ªa una victoria de Donald Trump, con una pol¨ªtica exterior que a¨²n es una inc¨®gnita. Su primer frente ser¨ªa la deriva de la crisis pol¨ªtica, econ¨®mica y social de Venezuela. La Administraci¨®n de Obama ha apostado, e incitado, la v¨ªa del di¨¢logo abierta entre el Gobierno de Maduro y la mayor parte de la oposici¨®n. Tres d¨ªas despu¨¦s de que se conozca el nuevo inquilino de la Casa Blanca, el pr¨®ximo 11 de noviembre, ambas partes se volver¨¢n a sentar en Caracas.
Ante la gravedad de la situaci¨®n en Venezuela, Estados Unidos decidi¨® abrir tambi¨¦n una v¨ªa de di¨¢logo con el Gobierno de Nicol¨¢s Maduro. El designado para la tarea fue Thomas Shannon, uno de los funcionarios que mejor conoce la regi¨®n. Pese a que los ataques contra la Administraci¨®n estadounidense son constantes por parte de la dirigencia venezolana, de puertas para adentro, el di¨¢logo es fluido, coinciden en apuntar fuentes al tanto de las conversaciones. De hecho, Shannon fue uno de los impulsores de que los tres presidentes iberoamericanos ¨CZapatero, Torrijos y Fern¨¢ndez- iniciaran la mediaci¨®n entre el Gobierno y la oposici¨®n. El contacto entre Shannon y el expresidente espa?ol es constante.
La Administraci¨®n de Obama ha sido categ¨®rica a la hora de pedir una salida electoral a la crisis pol¨ªtica y reclamar la libertad de los presos pol¨ªticos en Venezuela. Con su apuesta por el di¨¢logo, no obstante, Estados Unidos trata de evitar una implosi¨®n social en los ¨²ltimos meses de gobierno de Obama. La llegada de Hillary Clinton a la presidencia garantizar¨ªa una continuidad en la decisi¨®n de Estados Unidos de apostar por la v¨ªa diplom¨¢tica para lograr una soluci¨®n en Venezuela. Si Donald Trump logra imponerse, llenar¨ªa de a¨²n m¨¢s incertidumbre la relaci¨®n entre ambos pa¨ªses. Su cercan¨ªa al presidente ruso, Vladimir Putin, aliado incondicional de Maduro, levanta todo tipo de suspicacias.
La elecci¨®n de Clinton o Trump ser¨¢ tambi¨¦n clave para el futuro del posconflicto en Colombia. Estados Unidos fue un aliado clave en la lucha contra el narcotr¨¢fico y el debilitamiento de las FARC a trav¨¦s del Plan Colombia. Sin el apoyo econ¨®mico y de inteligencia militar que proporcion¨® cuesta pensar que la guerrilla se hubiese sentado a negociar en La Habana con el Gobierno colombiano. Estados Unidos cuenta con un enviado especial para el proceso de paz, Bernie Aronson, clave a la hora de desatascar algunos de los temas m¨¢s delicados de las conversaciones, como es el caso de las extradiciones.
Durante la visita oficial que el presidente Juan Manuel Santos realiz¨® este a?o a Washington, Colombia se llev¨® el compromiso de la Administraci¨®n de Obama de que Estados Unidos colaborar¨ªa con una suerte de Plan Colombia 2 en el posconflicto. La intenci¨®n de Obama es que el Congreso apruebe una partida inicial de 450 millones de d¨®lares para el presupuesto del pr¨®ximo a?o. La llegada de Clinton a la Casa Blanca garantizar¨ªa, sin ninguna duda, la continuaci¨®n del respaldo norteamericano. Trump no se ha posicionado en el conflicto colombiano.
M¨¢s al sur tambi¨¦n siguen con inquietud las elecciones. Mauricio Macri es uno de los presidentes que mejor conoce a Trump. Pero no por la pol¨ªtica. Ambos mantuvieron una relaci¨®n intensa y conflictiva cuando quisieron hacer negocios inmobiliarios juntos en Nueva York, a mediados de los 80. Se vieron en infinidad de ocasiones, compartieron golf y diversiones, pero la relaci¨®n no cuaj¨® y los Macri terminaron vendiendo su parte a los Trump. Tal vez por ese pasado o porque sabe de la mala prensa que tiene Trump en Latinoam¨¦rica, Macri se ha alejado en todo momento del candidato republicano y ha apostado claramente por una victoria de Hillary Clinton. Para Argentina EE UU es clave porque tras el giro de 180 grados de Macri sobre los Kirchner, el apoyo de las empresas y sobre todo del mundo financiero de EE UU es fundamental. Macri y su Gobierno han trenzado pactos con Wall Street y con la Administraci¨®n Obama que esperan continuar con la de Clinton. Pero si gana Trump, habr¨¢ que empezar de cero. La paradoja es que mientras Trump est¨¢ apostando por limitar el libre comercio, en Latinoam¨¦rica presidentes como Macri, el brasile?o Michel Temer o el peruano Pedro Pablo Kuczynski encabezan una ola a favor de la apertura comercial y del acercamiento a EE UU que no se ve¨ªa hace muchos a?os en la regi¨®n.
El momento m¨¢s pro-EE UU podr¨ªa coincidir as¨ª con un presidente alejado de Sudam¨¦rica, a pesar de que tiene intereses econ¨®micos importantes all¨ª y est¨¢ a punto de inaugurar una torre de superlujo en Punta del Este (Uruguay) que es uno de sus proyectos estrella en el mundo.
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