El buen olfato de Fabi¨¢n Zakharov: en la ciudad de los coches de lujo, vende recambios de Lada sovi¨¦tico
Un cubanorruso importa piezas desde Mosc¨² a Miami para abastecer el mercado cubano
¡°Una, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete. Siete cajas¡±. Fabi¨¢n Zakharov hace la cuenta con orgullo y muestra en su tel¨¦fono una fotograf¨ªa de la carga que espera su turno de salida entre montoncillos de nieve en un aeropuerto de Mosc¨². ¡°Tres toneladas y media¡±. Su ¨²ltimo pedido de recambios de autom¨®viles sovi¨¦ticos en direcci¨®n a Miami.
En una ciudad que rinde culto a los Ferrari y los Lamborghini, Zakharov hace negocio vendiendo piezas de viejos coches rusos, cuadriculadas n¨¦mesis del lujo.
Miami es su base log¨ªstica pero su clientela ¨C¡°incalculable¡±, dice¨C est¨¢ en Cuba, donde todav¨ªa funcionan miles de aquellos veh¨ªculos, sobre todo los Lada. A medida que en la isla se van averiando, Zakharov Autoparts ve entrar por su puerta a cubanos que llegan a por repuestos para remendarlos, como frankensteins en renacimiento perpetuo.
Aqu¨ª los compran para llevarlos cuando viajan a Cuba o mandarlos por amigos o por correo. Este jueves por la ma?ana un se?or compraba un juego de retrovisores Lada por 100 d¨®lares. Dos moles de pl¨¢stico ruso que har¨¢n feliz ¡°a un amigo de Cienfuegos¡±.
Zakharov es cubanosovi¨¦tico. ¡°Cubanorruso¡±, corrige. ¡°Cubanosovi¨¦tico suena comunista¡±. Su padre cubano y su madre rusa se conocieron en Mosc¨², tuvieron all¨ª a Fabi¨¢n y se volvieron a Cuba cuando a¨²n era un beb¨¦. Siendo ni?o regresaron a Mosc¨² y vivieron unos a?os en la capital rusa, antes de la perestroika. Guarda un recuerdo ¡°sano¡± de entonces, ¡°con abundancia de fruta, de ropa y de pel¨ªculas antiguas en los cines¡±.
Cuando lleg¨® a Miami tuvo varios empleos, hasta que un amigo le pidi¨® desde Cuba que le buscase una pieza de Lada en una tienda. El env¨ªo de Rusia a Miami tard¨® meses y Zakharov pens¨® que con su ruso y sus contactos en Mosc¨² lo har¨ªa mejor. Al primer intento comprob¨® que era as¨ª y lleva seis a?os en ello. Empez¨® recibiendo los encargos por barco y luego pas¨® al transporte a¨¦reo, hasta hoy. ¡°Mosc¨²-Miami en dos d¨ªas¡±, resume.
Zakharov llega a la tienda en un Lada de 1978. Nada m¨¢s saludar abre el cap¨® para ense?ar el sistema hidr¨¢ulico especial para Lada que ha importado y que permite mover el volante ¡°con un dedo¡±. Es una novedad que acaba de a?adir a su oferta. Rusia ya no fabrica Lada antiguos pero siguen haci¨¦ndose piezas de recambio e incluso innovaciones. ¡°Pronto viene el aire acondicionado¡±, avanza. Casi se alcanza a o¨ªr suspiros desde la isla.
El abasto en Cuba es insuficiente. ¡°Si quieres reparar un motor necesitas una cantidad de cosas que no vas a encontrar ni dando la vuelta a la isla entera¡±, explica Zakharov. Su triangulaci¨®n Mosc¨²-Miami-Cuba cubre desde La Habana a provincias las carencias de carros Lada y Moskvitch y Volga, camiones MAZ, hasta tractores YUM.
?l es propietario de cuatro reliquias de segunda mano, tres Lada y un Moscvitch. Su anhelo es comprar un Lada antiguo sin estrenar. Ha rebuscado pero no lo ha encontrado. En los foros en cir¨ªlico donde bucea se rumorea que los siguen produciendo en alguna f¨¢brica olvidada de Chechenia. Zakharov est¨¢ seguro de que un Lada nuevo en el futuro ser¨¢ una joya de coleccionista con un valor desmedido. ¡°Cuando los carros vuelen, no tengas duda de que habr¨¢ un multimillonario que lo que querr¨¢ es tener un Lada¡±.
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