Merkel luchar¨¢ por un cuarto mandato en ¡°tiempos inciertos¡±
La canciller aspira a gobernar Alemania 16 a?os e igualar el r¨¦cord de Kohl
Tras 11 a?os en el poder, Angela Merkel se ve con energ¨ªa, ideas y ganas de gobernar Alemania hasta 2021. La canciller envi¨® el domingo un mensaje rotundo para acabar con meses de especulaciones sobre su futuro: se presentar¨¢ como candidata democristiana a las elecciones del pr¨®ximo a?o; y si gana, permanecer¨¢ en el poder los cuatro a?os. De cumplirse sus planes, habr¨¢ liderado la gran potencia europea 16 a?os. Igualar¨ªa as¨ª a su mentor, Helmut Kohl. El camino en estos ¡°tiempos inciertos¡± no va a estar despejado. ¡°Esta campa?a va a ser la m¨¢s dif¨ªcil desde la reunificaci¨®n¡±, admiti¨®.
Merkel gan¨® sus primeras elecciones en 2005. Su antecesor, el socialdem¨®crata Gerhard Schr?der, se permiti¨® entonces mostrar un tono paternalista con una mujer en la que pocos confiaban. En Europa mandaban Tony Blair, Jacques Chirac y Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero. En Estados Unidos, George W. Bush. Hoy todos ellos han desaparecido. La mayor¨ªa de sus sucesores, tambi¨¦n. Ella permanece.
Si exist¨ªan dudas sobre su decisi¨®n, estas fueron despej¨¢ndose en las ¨²ltimas semanas. La incertidumbre generada por la salida de Reino Unido de la UE y por la elecci¨®n de Donald Trump como presidente de EE UU anticipaba su continuidad. Alemania, el pa¨ªs europeo con una pol¨ªtica m¨¢s estable, no va a permitir experimentos. Merkel podr¨¢ acudir ahora a la campa?a mostr¨¢ndose como la l¨ªder seria y responsable imprescindible en tiempos tumultuosos. ¡°He tenido que reflexionar much¨ªsimo tiempo sobre una nueva candidatura. La decisi¨®n, despu¨¦s de 11 a?os en el cargo, es todo menos trivial¡±, dijo.
Merkel demuestra que, en su caso, el poder no desgasta. Frente a unos l¨ªderes europeos en permanente estado de debilidad, ella permanece. Este fue el mensaje del presidente Barack? Obama, que le ofreci¨® todo su respaldo frente al territorio desconocido en el que entra el EE UU de Trump. Merkel mantiene unas cotas de popularidad sorprendentemente altas. Pese al desgaste sufrido por la entrada el a?o pasado de 890.000 solicitantes de asilo y el auge del partido populista antinmigraci¨®n Alternativa para Alemania (AfD), un 71% de los alemanes valora su trabajo, seg¨²n el Instituto para An¨¢lisis Electorales. Una encuesta del canal p¨²blico ARD reduce al 52% el porcentaje de ciudadanos satisfechos con ella.
La l¨ªder m¨¢s poderosa que quiz¨¢s haya existido en la Europa de posguerra se lanza as¨ª a renovar dos cargos que ella considera unidos: la presidencia de la Uni¨®n Cristianodem¨®crata (CDU), que ocupa desde 2000, y la jefatura del Gobierno. El primer objetivo lo lograr¨¢ sin problemas el mes pr¨®ximo en el congreso que el partido celebrar¨¢ en Essen. Para el segundo, est¨¢ obligada a evitar en las elecciones de 2017 la creaci¨®n de un tripartito de socialdem¨®cratas, verdes y poscomunistas.
A ellos, y a la ascendente AfD, se refiri¨® Merkel en su comparecencia en la sede de la CDU. ¡°Vamos a tener que enfrentarnos a los reproches de la izquierda y de la derecha¡±, dijo. Anticipa as¨ª una campa?a que girar¨¢ en torno a la idea de que ella es el ¨²nico cortafuegos contra un pacto de las izquierdas.
Merkel demuestra que el poder no desgasta. Frente a unos l¨ªderes europeos en permanente estado de debilidad, ella permanece
Las encuestas otorgan a su partido una intenci¨®n de voto cercana al 33%, unos ocho puntos m¨¢s que los socialdem¨®cratas. Pero Merkel tendr¨¢ que enfrentarse a una sociedad mucho m¨¢s polarizada que hace cuatro a?os. En las elecciones de 2013, ella aparec¨ªa como figura conciliadora que cuidaba por el bien de los alemanes. Hoy, el lema ¡°Merkel tiene que irse¡± es el m¨¢s repetido en las protestas de AfD. ¡°Alemania no puede permitirse otro mandato de Merkel¡±, se aprest¨® a tuitear Frauke Petry, la l¨ªder del partido que ha crecido como la espuma gracias a su rechazo a la inmigraci¨®n.
Pese a los rumores de cansancio que personas de su entorno han difundido en las ¨²ltimas semanas, el s¨ª de Merkel parec¨ªa cantado. A solo diez meses de las pr¨®ximas elecciones, resultaba muy poco realista pensar en una retirada. Sobre todo porque su sombra se ha hecho demasiado alargada. En la CDU no hay nadie con perfil de canciller. El respetado y poderoso ministro de Finanzas, Wolfgang Sch?uble, es demasiado mayor. Y la ministra de Defensa, Ursula von der Leyen, que a veces ha sonado como sucesora, no es del agrado del votante tradicional democristiano.
¡°La chica¡± de Kohl
Al final, solo queda la mujer que lleg¨® del este sin pr¨¢cticamente experiencia pol¨ªtica para cubrir un hueco en el Gobierno del canciller Helmut Kohl. Merkel, a la que su mentor se refer¨ªa como ¡°la chica¡±, cabalga ahora para ponerse al nivel de las figuras m¨ªticas de su partido. Si cumple sus planes, habr¨¢ permanecido en el poder 16 a?os, dos m¨¢s que el fundador de su partido y de la Alemania moderna, Konrad Adenauer, y casi el mismo tiempo que Kohl, el padre de la reunificaci¨®n.
Se inicia ahora un proceso en el que los socialcristianos b¨¢varos de la CSU deber¨¢n hacer contorsionismos para acabar apoyando a la mujer a la que llevan un a?o atacando salvajemente. Su l¨ªder, Horst Seehofer, consciente de la importancia de mantener la alianza con la CDU para conservar su hegemon¨ªa en Baviera, se prepara para acudir a los comicios enarbolando los valores comunes de los dos partidos. ¡°Queremos ganar la confianza de los ciudadanos para otros cuatro a?os. Por eso es bueno que ahora hayamos aclarado el panorama¡±, dijo Seehofer desde M¨²nich.
A Merkel le queda una pregunta que responder. ¡°La democracia vive del cambio¡±, dijo la semana pasada ante Obama. El domingo no contest¨® a una pregunta de una periodista, que quer¨ªa saber c¨®mo salir de la espiral de volver dentro de cuatro a?os a una situaci¨®n en la que vuelva a sentirse como imprescindible. Ella respondi¨® que ahora no piensa en ello.
Los socialdem¨®cratas dudan entre Gabriel o Schulz
Los socialdem¨®cratas alemanes ten¨ªan previsto anunciar a principios del pr¨®ximo a?o su cabeza de listas para las elecciones. Pero, tras el anuncio de Merkel, la presi¨®n aumenta ahora tambi¨¦n para el SPD. Es probable que den un paso antes de lo previsto. Los dos candidatos mejor situados son el vicecanciller y l¨ªder del partido, Sigmar Gabriel, y el actual presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz. Este parec¨ªa destinado a cambiar Bruselas por Berl¨ªn para asumir el cargo de ministro de Exteriores que quedar¨¢ vacante cuando Frank-Walter Steinmeier asuma la presidencia de la Rep¨²blica. El Frankfurter Allgemeine Zeitung public¨® que Schulz solo estar¨ªa dispuesto a entrar en el Gobierno si ello implicaba tambi¨¦n la candidatura a canciller en las pr¨®ximas elecciones. El interesado desminti¨® el art¨ªculo.
Mientras se hablaba de Schulz, Gabriel lograba un gran ¨¦xito en la carrera por la jefatura del Estado. El presidente del SPD jug¨® una carta arriesgada al apostar por Steinmeier. Descoloc¨® a Merkel, que finalmente tuvo que darse por vencida y pasar el mal trago de no proponer ning¨²n candidato propio y tener que respaldar a un socialdem¨®crata. Esta jugada deber¨ªa dar m¨¢s puntos a Gabriel para defender su derecho a ser el candidato estrella de un partido que lidera desde hace siete a?os. Pero las dudas contin¨²an. Las encuestas negativas y la poca estima que el sector izquierdista del partido siente hacia ¨¦l no parecen presagiar nada bueno.
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