El Chapecoense, un equipo humilde que iba a jugar su primera final internacional
El club estuvo a punto de desaparecer hace tres a?os por problemas financieros
Un equipo humilde que, por fin, tocaba las mieles del ¨¦xito. El Chapecoense, el Verd?o del Oeste (por el color de su uniforme) o el Hurac¨¢n del Oeste, como se conoce al equipo brasile?o, fue fundado en mayo de 1973 con la idea de revivir el f¨²tbol en la ciudad de Chapec¨®, en el interior de Santa Catarina. Su nombre cobr¨® protagonismo este a?o al llegar a la final de la Copa Sudamericana despu¨¦s de dejar por el camino a equipos como los argentinos Independiente y San Lorenzo. Este mi¨¦rcoles estaba previsto que jugase el partido de ida contra el Atl¨¦tico Nacional, de Medell¨ªn.
La historia del Chapecoense es la de la superaci¨®n. De hecho, debido a problemas econ¨®micos estuvo a punto de desaparecer. Hace tres a?os, cuando el delantero Bruno Rangel lleg¨® a las filas del equipo brasile?o, este no ten¨ªa campo de entrenamiento ni gimnasio. ¡°El bus era muy viejito y ahora es bueno. Muchos jugadores no ten¨ªan los medios para ir a entrenar en coche. Iban en autob¨²s a los entrenamientos. Ahora somos m¨¢s respetados y conocidos¡±, asegur¨® Rangel en una entrevista.
El Hurac¨¢n del Oeste ascendi¨® a la primera divisi¨®n del f¨²tbol brasile?o en 2014. La crisis econ¨®mica que casi le cuesta la desaparici¨®n y que le oblig¨®, por asuntos legales, a cambiar de nombre, era ya historia. Pese a su buena campa?a, esta no se ha visto reflejada en un aumento de la hinchada. De una ciudad con 200.000 habitantes, la afluencia del p¨²blico no llegaba a los 10.000 espectadores. De hecho, el partido de vuelta contra Nacional se iba a disputar en Curitiba al no tener el estadio el aforo suficiente que reclama la Conmebol.
Marcos Danilo Padilha, el portero del equipo brasile?o, de 31 a?os, uno de los jugadores que viajaba en el avi¨®n siniestrado, recordaba recientemente c¨®mo ha sido el tr¨¢nsito de lo m¨¢s bajo hasta disputar su primer t¨ªtulo continental: "Es posible ser campe¨®n. Nadie cre¨ªa que ¨ªbamos a llegar a la final y llegamos. Todo puede pasar¡±.
"En la liga brasile?a podemos ser como m¨¢ximo octavos, por eso ahora estamos concentrados en el t¨ªtulo (de la Sudamericana), en entender al rival. Me voy a concentrar en eso", hab¨ªa asegurado la v¨ªspera Caio J¨²nior, t¨¦cnico del Chapecoense, donde juega Cl¨¦ber Santana, exfutbolista del Atl¨¦tico de Madrid y el Mallorca.?
El siniestro del Chapecoense trae a la memoria otras tragedias similares sufridas por equipos de f¨²tbol. En 1949, el avi¨®n en el que regresaba el equipo italiano del Torino tras jugar en Lisboa se estrell¨® en un terrapl¨¦n junto a la bas¨ªlica de Superga. Murieron 42 personas, entre ellas casi toda la plantilla. 11 a?os despu¨¦s, la aeronave que transportaba al Manchester United desde M¨²nich sufri¨® un accidente. Ocho jugadores, dos directivos y el t¨¦cnico murieron. Sobrevivieron siete jugadores, entre ellos la leyenda del United Bobby Charlton.
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