?Aprobar¨ªas unas oposiciones en China?

Solamente uno de cada 36 candidatos lograr¨¢ una plaza, muy cotizadas no tanto por los sueldos que se ofrecen sino porque garantizan la estabilidad, el empleo para toda la vida o, como se dice en chino, contar con un bol de arroz de hierro. Ser funcionario, en algunos casos, puede significar convertirse en miembro del Partido Comunista de forma autom¨¢tica o puede garantizar el permiso de residencia en el lugar al que ir¨¢s destinado, cosa que en ciudades como Pek¨ªn o Shangh¨¢i es algo tan o m¨¢s importante que el salario para muchos migrantes, porque garantiza servicios b¨¢sicos como la sanidad o la educaci¨®n.

A pesar de que la cifra de solicitantes de empleo p¨²blico se mantiene estable y hasta crece en algunas convocatorias, el prestigio del que antes gozaban los que consegu¨ªan ser funcionarios se ha ido diluyendo entre los j¨®venes en los ¨²ltimos a?os. Por un lado, aunque aporte estabilidad, los sueldos generalmente son mucho m¨¢s competitivos en el pujante sector privado. Por otro, se ha extendido el estigma de que se trata de un trabajo rutinario, para gente poco ambiciosa y en el que es dif¨ªcil ascender porque, a pesar de tener talento, lo que importa son los contactos. "?Por qu¨¦ hay que pasar un examen tan dif¨ªcil si despu¨¦s todo se basa en intereses y la Administraci¨®n p¨²blica es ineficiente?", se quejaba un internauta en Weibo, el equivalente de Twitter en China.

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Para presentarse a la prueba hay que tener entre 18 y 35 a?os y formaci¨®n universitaria. Cada uno de los candidatos, adem¨¢s, debe cumplir otros requisitos espec¨ªficos dependiendo de la posici¨®n a la que aspira, principalmente relacionados con la experiencia laboral. Este a?o, la plaza m¨¢s solicitada es la de secretario del Comit¨¦ Central de la Liga Democr¨¢tica de China (una de los ocho formaciones pol¨ªticas autorizadas en el pa¨ªs adem¨¢s del Partido Comunista) con 9.837 personas compitiendo por el puesto. Por el contrario, m¨¢s de 920 plazas quedar¨¢n vacantes, la mayor¨ªa trabajos en ¨¢reas rurales o remotas y con unas condiciones laborales menos atractivas, despu¨¦s de que nadie haya mostrado inter¨¦s en ellas.

El examen dur¨® cinco horas. Los participantes tuvieron dos horas para responder 135 preguntas con cuatro posibles respuestas que cubren la historia, pol¨ªtica y cultura china, pero tambi¨¦n ¨¢mbitos como el lenguaje, las matem¨¢ticas, la l¨®gica o la econom¨ªa. De media, uno debe emplear menos de un minuto por pregunta si quiere responderlas todas. Despu¨¦s hay otra ronda de cuestiones, esta vez de respuesta redactada, que dura tres horas m¨¢s.

Aunque el examen supone una criba importante, aprobarlo o quedar entre los primeros no implica directamente la consecuci¨®n de la plaza. Cuando en enero del a?o que viene se publiquen los resultados, los solicitantes de empleo que hayan pasado la prueba tendr¨¢n que someterse a una entrevista personal, un examen m¨¦dico exhaustivo y hasta una inspecci¨®n durante la cual los entrevistadores preguntar¨¢n al entorno del candidato (principalmente compa?eros de trabajo y supervisores) por sus aptitudes. La lista definitiva de afortunados se har¨¢ p¨²blica a mediados de 2017.