Hollande elige la puerta de atr¨¢s para salir del El¨ªseo

¡°Stop al vapuleo a Hollande¡±. El pasado 20 de noviembre, 62 famosos artistas y deportistas difundieron un manifiesto con ese t¨ªtulo para denunciar ¡°el indigno encarnizamiento¡± contra el jefe del Estado mientras sus logros son ¡°ignorados¡±. ?Por qu¨¦ odian tanto los franceses a su presidente? La respuesta est¨¢, una vez m¨¢s, en la econom¨ªa.

Hollande lleg¨® al El¨ªseo con un aguerrido programa socialdem¨®crata ¨C¡°Mi verdadero enemigo es el mundo de las finanzas¡±, afirm¨® en campa?a- y con la promesa de no perjudicar a las clases medias ni erosionar el modelo social. O sea, de no aplicar la austeridad que exig¨ªa Berl¨ªn ni hacer reformas tan impopulares como la laboral.

Ha mantenido su palabra en parte. Pese al estancamiento de la econom¨ªa, un paro en alza y el desequilibrio presupuestario (5,1% de d¨¦ficit en 2012), Hollande no ha aplicado recortes en Sanidad o Educaci¨®n ni ha fomentado bajadas salariales. Francia tendr¨¢ en 2017, por ejemplo, 60.000 maestros m¨¢s que en 2012.

Sin embargo, cuatro medidas de corte social-liberal le han hundido ante la opini¨®n p¨²blica y le han se?alado como un traidor a su programa. A los pocos meses de llegar, aplic¨® unas subidas fiscales que han costado 35.000 millones de euros a los hogares. Las clases medias han sufrido ¡°un descenso hist¨®rico de su poder adquisitivo¡±, seg¨²n el Instituto Nacional de Estad¨ªstica.

Mientras, en 2014 Hollande puso en marcha el llamado Pacto de Responsabilidad, por el que las empresas se han beneficiado con rebajas de impuestos y cotizaciones por valor de 40.000 millones.

Fue el a?o en que los socialistas, que controlaban todas las esferas de poder, iniciaron la cadena de cat¨¢strofes electorales: perdieron casi todos los principales ayuntamientos, las europeas, las mayor¨ªas que ten¨ªan en la Asamblea y el Senado, las regionales, las departamentales¡­

Y pese a la deriva y la revuelta interna con 40 diputados propios a la contra, Hollande a¨²n puso en marcha una tercera medida impulsada por su ministro estrella, Emmanuel Macron, para liberalizar la Econom¨ªa. Falto de apoyos en el Parlamento, tuvo que sacarla por decreto.

A 15 meses de las presidenciales, el presidente lanz¨® la cuarta y m¨¢s impopular de sus inesperadas reformas: la laboral, que sublev¨® a su ala radical y a los sindicatos, que la pasada primavera dejaron miles de gasolineras sin suministro tras bloquear las refiner¨ªas del pa¨ªs.

Lo peor de estas cuatro leves y aguadas iniciativas es que, pese al desgaste originado, no han resuelto los graves problemas de la econom¨ªa francesa, que sigue anquilosada, con un escu¨¢lido crecimiento (1,3% este a?o) y un paro que apenas baja del 10%. Fracasos que, para colmo, han opacado los logros del mandato.

El denostado Hollande, con un raqu¨ªtico 4% de apoyo en noviembre, ha sido el primer presidente franc¨¦s en formar un Gobierno totalmente paritario. Ha sido el primero tambi¨¦n en situar a mujeres nacidas fuera de Francia en carteras clave como Educaci¨®n o Trabajo. Ha aprobado el matrimonio homosexual. Con ¨¦l, Francia ha conocido otros importantes avances sociales, como ampliar hasta abril la tregua invernal que impide desahucios en los cinco meses de fr¨ªo.

Se estren¨® con una medida populista al bajarse -¨¦l y sus ministros- un 30% el sueldo o gravar con un impuesto del 75% las grandes fortunas, si bien tuvo que rectificar por su dudosa legalidad y por su ineficacia demostrada con el exilio fiscal de 4.000 franceses, entre ellos el actor G¨¦rard Depardieu.

Ninguna de esas iniciativas le ha dado r¨¦dito alguno. Tampoco otras de alcance mundial, como la Cumbre del Clima de Par¨ªs. Solo la gesti¨®n de los atentados terroristas, cuando Hollande se ha presentado ante la naci¨®n como jefe supremo de los ej¨¦rcitos, han sido seguidos de breves mejoras puntuales en la popularidad.

No muchos pueden decirlo, pero ¨¦l lo ha dejado claro. ¡°He sido honesto¡±, ha asegurado al anunciar que no ser¨¢ candidato, el primer presidente de la V Rep¨²blica en no serlo tras un primer mandato. Listo para tomar el relevo, si primer ministro, Manuel Valls, augura que ¡°se har¨¢ justicia a su mandato". Es posible. De hecho, esta semana algunos analistas ya hablan bien del presidente. Claro que solo despu¨¦s de que ¨¦l anunciara que le van a perder de vista.