El Dr. Donald y el Se?or Trump
Veamos algunos ejemplos del s¨ªndrome en algunas de las palabras que han salido de la boca o de los dedos tuiteros del Doctor Donald y del Se?or Trump antes y despu¨¦s de las elecciones presidenciales
¡°No creo que haya dos Donald Trump. Creo que hay un Donald Trump¡±. Donald Trump en marzo de este a?o.
¡°No creo que haya dos Donald Trump. Creo que hay un Donald Trump¡±. Donald Trump en marzo?de este a?o.
Veamos algunos ejemplos del s¨ªndrome en algunas de las palabras que han salido de la boca o de los dedos tuiteros del Doctor Donald y del Se?or Trump antes y despu¨¦s de las elecciones presidenciales.
Sobre el presidente Barack Obama:
Sr. T.: ¡°El peor presidente de la historia de Estados Unidos¡±; ¡°no tiene ning¨²n problema en mentir al pueblo americano¡±; ¡°un desastre total¡±.
Dr. D.: ¡°Un gran honor conocerle¡±; ¡°me cay¨® muy bien¡±; ¡°un muy buen hombre¡±.
Sobre la educaci¨®n:
Dr. D.: ¡°No veo ning¨²n valor en creer que la ignorancia es un buen atributo¡±.
Sr. T.: ¡°Me encantan los que han recibido una educaci¨®n pobre¡±.
Sobre la construcci¨®n de un muro entre Estados Unidos y M¨¦xico:
Sr. T.: ¡°Construir¨¦ un gran muro en nuestra frontera sur¡±.
Dr. D.: ¡°Hay lugares donde no se necesita un muro¡±; ¡°se podr¨ªan construir verjas¡±.
Sobre los musulmanes:
Sr. T.: pide ¡°una total y completa prohibici¨®n¡± a la entrada de los musulmanes en Estados Unidos.
Dr. D.: ¡°Solo fue una sugerencia¡±.
Sobre la OTAN:
Dr. D.: ¡°Veo la OTAN como una cosa buena¡±.
Sr. T.: ¡°Creo que la OTAN es obsoleta¡±.
Sobre el sistema de salud p¨²blico conocido como Obamacare:
Sr. T.: ¡°Aboliremos y reemplazaremos Obamacare¡±.
Dr. D.: ¡°Considerar¨¦ preservar partes de Obamacare¡±.
Sobre el calentamiento global:
Sr. T.: ¡°Es un total y muy caro fraude¡±; ¡°un invento de los chinos¡±.
Dr. D.: ¡°Tengo la mente abierta¡±.
Sobre The New York Times:
Sr. T.: ¡°Uno de los peores peri¨®dicos".
Dr. D.: ¡°Una gran, gran joya americana. Una joya mundial¡±.
Sobre su rival electoral, Hillary Clinton:
Dr. D.: ¡°Conozco a Hillary y creo que ser¨ªa una gran presidenta¡±.
Sr. T.: ¡°La conozco y ser¨ªa un desastre como presidenta¡±.
Sr. T.: ¡°Instruir¨¦ al fiscal general para que investigue a la corrupta Hillary¡±.
Dr. D.: ¡°No quiero hacer da?o a los Clinton; ella ha sufrido mucho¡±.
Esta es solo una lista muy reducida de las declaraciones de los dos Donald Trump. Existen suficientes contradicciones en su curr¨ªculum verbal como para llenar un libro m¨¢s largo que el de Stevenson, cuyo suspense reside en la duda que posee al lector sobre cu¨¢l de las dos personalidades de su protagonista se acabar¨¢ imponiendo. Todo parece indicar a d¨ªa de hoy que del mismo modo que al final de la novela el maligno Sr. Hyde se devora al desafortunado Dr. Jekyll, en el mundo real el Sr. Trump se devorar¨¢ al Dr. Donald.
El secreto consiste en fijarse m¨¢s en las acciones que en las palabras del presidente electo. ?stas demuestran que la mayor¨ªa de las personas que ha nominado para los puestos claves de su futura Administraci¨®n se identifican m¨¢s con el Sr. Trump que con el Dr. Donald. Por ejemplo, ha elegido a un hombre que niega el fen¨®meno del calentamiento global como jefe de la Agencia de Protecci¨®n Medioambiental; a una defensora de la educaci¨®n privada como secretaria de educaci¨®n p¨²blica; a un conocido racista y halc¨®n en inmigraci¨®n como ministro de Justicia; a un opositor al salario m¨ªnimo como secretario de Empleo; a un propagandista de la extrema derecha blanca como su principal asesor en la Casa Blanca; a un hombre que retuite¨® la grotesca acusaci¨®n de que Hillary Clinton dirigi¨® una red ped¨®fila como asesor de Seguridad Nacional. (Una historia en la revista The New Yorker anunciando que Trump habr¨ªa nombrado a Joaqu¨ªn el Chapo Guzm¨¢n como jefe de la Agencia Antidroga (DEA) fue una broma.)
Sin embargo, antes de declarar que el Sr. Trump ha devorado por completo al Dr. Donald queda por ver a qui¨¦n elige como secretario de Estado. Uno de los candidatos a la jefatura de la diplomacia estadounidense ha sido su nuevo mejor amigo, con el que cen¨® hace poco en un lujoso restaurante neoyorquino, Mitt Romney, el mismo Romney que Trump defini¨® durante la campa?a electoral como ¡°un idiota celoso¡± que ¡°no tiene ni idea¡±.
Lo m¨¢s probable es que el patol¨®gicamente imprevisible presidente electo nos siga dando sorpresas, que el Dr. Donald y el Sr. Trump sigan disput¨¢ndose la primac¨ªa a lo largo de los cuatro a?os del mandato que les tocar¨¢ compartir. Lo cual no es motivo para dudar de que la revista Time acertara el mi¨¦rcoles al nombrarle ¡°el hombre del a?o¡±, ni de que el New York Times se equivocara al publicar una columna sobre Trump el d¨ªa despu¨¦s titulada ¡°el loco del a?o¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.