Mladic lee la prensa en el cierre del juicio en su contra por genocidio
La sentencia para el exgeneral considerado responsable de limpieza ¨¦tnica en Srebrenica est¨¢ prevista para noviembre de 2017


Desde que la guerra de los Balcanes convirtiera en los a?os noventa al hoy exgeneral serbobosnio, Rato Mladic, en una figura conocida fuera de su tierra, hay tres im¨¢genes que quedar¨¢n para el recuerdo: su entrada, con 52 a?os en la ciudad bosnia de Srebrenica en julio de 1995, en uniforme de campa?a y como jefe del Estado Mayor de la Rep¨²blica Serbia de Bosnia (Rep¨²blica Srpska).?Su detenci¨®n, en mayo de 2011, en Lazarevo, al norte de Belgrado, cuando ten¨ªa 69 a?os y llevaba 16 huyendo de la justicia internacional. Y su aparente desinter¨¦s este jueves, a los 73 a?os, durante la ¨²ltima sesi¨®n del juicio en su contra por genocidio y cr¨ªmenes de guerra y contra la humanidad en Srebrenica, ante el Tribunal Penal para la antigua Yugoslavia (TPIY).
En la primera toma, Mladic dirige a sus tropas, reparte pan y sonrisas entre los ni?os musulmanes bosnios, y hasta se toma una copa con los cascos azules holandeses destacados para proteger la ciudad. Un momento, este ¨²ltimo, explicado luego en Holanda como imposible de evitar. La segunda instant¨¢nea, esencial para las familias de las v¨ªctimas y para el TPIY, carece de ¨ªmpetu militar. Envejecido y desorientado, no opuso resistencia a sus captores en su escondite. La tercera toma de su vida p¨²blica es dif¨ªcil de calificar. Ajeno a las intervenciones del fiscal y la defensa, ha le¨ªdo la prensa en el banquillo de los acusados hasta que los jueces han declarado visto para sentencia el caso. El del ¨²ltimo fugitivo de la contienda librada en un pa¨ªs que ya no existe.
Antes, Deyan Ivetic, letrado de Mladic, ha calificado el conflicto b¨¦lico desatado en la antigua Yugoslavia de ¡°guerra defensiva de los serbios temerosos de la islamizaci¨®n de Bosnia y el avance del Islam radical en los Balcanes¡±. Del sitio de Sarajevo, que caus¨® m¨¢s de 10.000 muertos, ha asegurado que la ciudad ¡°era una diana leg¨ªtima (para las tropas serbobosnias de su cliente) porque no estaba indefensa; hab¨ªa armas escondidas en casas y lugares de culto y la respuesta militar fue proporcional¡±. Por Srebrenica ha pasado de puntillas, pero ha apuntado que ¡°separar a los hombres para ver si hay entre ellos criminales es una pr¨¢ctica com¨²n¡±. En su turno, el fiscal, Alan Tieger, ha hecho hincapi¨¦ en la voluntad, ¡°declarada y grabada en v¨ªdeo, de Mladic, de lograr una Serbia sin enemigos externos, esto es, ¨¦tnicamente limpia de otros grupos¡±. ¡°Sabemos que todas las partes cometieron delitos, pero los serbobosnios presentaron a los musulmanes de Bosnia como si fueran un ISIS actual (siglas en ingl¨¦s del Estado Isl¨¢mico)¡±. En Sarajevo, por otro lado, ¡°se provoc¨® una cat¨¢strofe humanitaria para forzar la operaci¨®n militar¡±.
Desde el punto de vista pol¨ªtico, la larga fuga de Mladic ha sido dif¨ªcil de explicar para las autoridades serbias. Mientras en La Haya, sede del TPIY, el fiscal jefe, Serge Brammertz, denunciaba la falta de cooperaci¨®n de Belgrado, la ¨²nica respuesta eran las batidas destinadas a encontrarle. Todas sin ¨¦xito hasta que qued¨® claro que los informes negativos del jurista, que reporta ante Naciones Unidas, contribu¨ªan a mantener cerrada la puerta de la UE para Serbia. Holanda, en particular, arrastra todav¨ªa la herida de ¡°la misi¨®n imposible¡± de proteger Srebrenica, donde perecieron 8.000 varones musulmanes a manos de las tropas serbobosnias, y no quer¨ªa ni o¨ªr hablar de ello. Encontrar a Mladic era esencial, pero no es el ¨²nico requisito para una candidatura exitosa. Prueba de ello es que las negociaciones comenzaron en 2014 y pueden prolongarse unos seis a?os.
El aspecto judicial del caso presenta un lado humano tr¨¢gico imposible de cuantificar, y unas cifras, estas s¨ª, abarcables. Abierto en 2012 y cerrado ahora, 524 d¨ªas despu¨¦s, por el TPIY han pasado las Madres de Srebrenica, que representan a todas las que perdieron a generaciones enteras de hombres en el genocidio (as¨ª calificado oficialmente en 2007 por el Tribunal Internacional de Justicia de Naciones Unidas). Han declarado civiles y exmilitares bosnios, serbios y croatas, adem¨¢s de expertos internacionales: 169 llamados por fiscal¨ªa, y 208 por la defensa. Ha habido testimonios desgarradores, como el de una mujer bosnia, v¨ªctima de violaciones presuntamente perpetradas por soldados serbios, que enfureci¨® de tal modo a Mladic que fue obligado a callarse. Se han presentado m¨¢s de 5.000 documentos (el fiscal), y m¨¢s de 6.000 (la defensa), y ha habido retrasos por la mala salud del acusado. El fallo est¨¢ previsto para noviembre de 2017. Un mes despu¨¦s cerrar¨¢ sus puertas el TPIY, y una versi¨®n reducida del mismo resolver¨¢ las apelaciones.
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