Eduardo Cama?o: ¡°Nadie quer¨ªa ser ministro, pensaban que Duhalde aguantar¨ªa 10 d¨ªas¡±
El pen¨²ltimo presidente de la serie que ocup¨® la Casa Rosada en 2001 revela el v¨¦rtigo que se vivi¨® en aquel fin de a?o de debacle econ¨®mica
Eduardo Cama?o (Buenos Aires, 1946) lleg¨® a la presidencia el 30 de diciembre de 2001 desde la jefatura de Diputados. Acababa de renunciar Adolfo Rodr¨ªguez Sa¨¢ tras cinco d¨ªas de Gobierno y Cama?o tuvo a su cargo las negociaciones pol¨ªticas para la elecci¨®n de un sucesor. Hombre del peronismo de Buenos Aires, en esta entrevista con EL PA?S cuenta c¨®mo fueron aquellas 48 horas fren¨¦ticas, donde las discusiones eran ¡°muy fuertes¡± y nadie quer¨ªa hacerse cargo del poder. ¡°Encontrar a un ministro era como buscar una aguja en un pajar¡±, dice Cama?o
Pregunta: ?C¨®mo fueron los d¨ªas previos a la ca¨ªda de Fernando de la R¨²a, el 20 de diciembre?
Respuesta: Fue una crisis no esperada, si bien anunciada. El expresidente me invit¨® a comer el d¨ªa que me hicieron presidente de la C¨¢mara y le tuve que decir: ¡°Mire presidente, me parece que tenemos algunos problemas que resolver antes de sentarnos a comer¡±, porque uno ve¨ªa que la cosa avanzaba. Pero que se iba De la R¨²a lo vimos reci¨¦n cuando despeg¨® el helic¨®ptero [desde la terraza de la Casa Rosada]. Hasta ese momento nadie pensaba que se iba a ir.
P. ?Cu¨¢nto tuvo que ver el peronismo con esa renuncia?
R. Su partido, el radicalismo, no estaba fuerte como para aguantar a De la R¨²a. No lo sac¨® el peronismo, sino que el mismo radicalismo hizo las ¨²ltimas consultas y habl¨® con el presidente para que renunciara. Nosotros sosten¨ªamos en ese momento el sistema democr¨¢tico, no quer¨ªamos ni renuncias ni cosas extra?as.
"Rodr¨ªguez Sa¨¢ ten¨ªa que convocar a elecciones en 90 d¨ªas y no cumpli¨®".
P. ?C¨®mo negoci¨® el Congreso el nombre del sucesor?
R. El trabajo fue arduo. Hubo que juntar a los gobernadores, negociar con los radicales y despu¨¦s con las particularidades de los que iban asumiendo los reemplazos. De no ser as¨ª, tal vez no hubiese habido tanta cantidad de presidentes. Los candidatos eran [el gobernador de San Luis, Adolfo] Rodr¨ªguez Sa¨¢ y [Eduardo] Duhalde. Si hubi¨¦semos elegido a Duhalde de entrada no hubiese asumido Rodr¨ªguez Sa¨¢, pero lo que se trat¨® fue enhebrar algo que permitiera que el presidente que llegara lo hiciera lo suficientemente fortalecido como para la salir de una crisis semejante.
P. ?Por qu¨¦ renuncia Rodr¨ªguez Sa¨¢?
R. Lo que pas¨® fue que Rodr¨ªguez Sa¨¢ incumpli¨® el acuerdo con los gobernadores m¨¢s fuertes. Cuando uno dice: ¡°Voy a cumplir con el llamado a elecciones¡±, y al otro d¨ªa pega carteles como presidente de la Naci¨®n rompe el acuerdo inicial. Rodr¨ªguez Sa¨¢ no era el candidato de los gobernadores, lo que ten¨ªa que hacer era convocar a elecciones en un plazo de 90 d¨ªas.
P. ?Esperaba ser presidente, pese a estar tercero en la l¨ªnea sucesoria?
"Hab¨ªan puesto en Olivos carteles de Se vende, no pod¨ªamos hacer nada".
R. ¡°Yo no sab¨ªa que iba a ser presidente porque a quien le tocaba nuevamente era a [el presidente del Senado, Ram¨®n] Puerta. Pero a las 6 de la ma?ana suena el tel¨¦fono de mi departamento y Puerta me dice que ¨¦l no va a asumir la responsabilidad. La respuesta m¨ªa fue bastante fuerte y dura. Pero resulta que ya hab¨ªa avisado al periodismo, as¨ª que en la puerta de mi casa, a las 6 de la ma?ana, hab¨ªa 50 periodistas con la ansiedad de entrevistar al nuevo presidente. Baj¨¦ en pantalones cortos y remera, los hice subir a todos y les dije: ¡°Ah¨ª est¨¢ el caf¨¦, el mate, se pueden sentar adonde quieran, yo me voy a cambiar¡±. Porque con eso de ser presidente por lo menos ten¨ªa que estar vestido de forma decorosa. Como buenos argentinos se tomaron todos los caf¨¦s posibles, todos los mates posibles y estuvieron media hora esperando hasta que yo me cambi¨¦ de ropa.
P. Es sabido que Rodr¨ªguez Sa¨¢ nunca formaliz¨® su renuncia. ?C¨®mo hizo para asumir?
R. No hab¨ªa asumido todav¨ªa cuando me llam¨® la jueza federal Servini de Cubr¨ªa y me dijo: ¡°Mire, haga las cosas bien porque si hay un muerto le corresponde a usted. El presidente es aquel que present¨® la renuncia en San Luis pero tiene que venir ac¨¢ a firmar¡±. La pelea con Rodr¨ªguez Sa¨¢ para que venga a Buenos Aires a firmar fue bastante compleja. A las 6 de la tarde la jueza se dio cuenta de que no ten¨ªa forma de resolver la situaci¨®n y acept¨® la declaraci¨®n de renuncia en San Luis como un hecho concreto y con eso se me tom¨® juramento. Entre la ausencia de Rodr¨ªguez Sa¨¢ que no ven¨ªa, la ida de Puerta que dec¨ªa que no quer¨ªa ser presidente y convocar a todos los gobernadores para la elecci¨®n del nuevo presidente pasamos un d¨ªa de discusiones muy fuertes¡±.
"A De la R¨²a no lo sac¨® el peronismo. Su partido no lo pudo aguantar".
P. Finalmente se eligi¨® a Duhalde. ?C¨®mo arranc¨® el nuevo Gobierno?
R. Todos pensaban que el gobierno de Duhalde iba a durar 10 d¨ªas. Tanto es as¨ª que el d¨ªa que asumi¨® eran las 10 de la noche del d¨ªa 1 de enero y hubo cacerolazos en la casa de Gobierno. Por eso yo siempre le digo en broma y ¨¦l se enoja mucho: ¡°Cuando yo era presidente la gente brindaba y com¨ªa pan dulce y llegaste vos y la gente te cacerole¨®¡±
P. ?Cu¨¢l fue el primer desaf¨ªo de Duhalde?
R. Armar el gabinete. En ese momento encontrar un ministro era como encontrar una aguja en un pajar, nadie quer¨ªa ser ministro. Uno llamaba a un ministro de Econom¨ªa equis y te dec¨ªa: ¡°No, mir¨¢, estoy en tal banco¡±; llamabas a otra persona para que sea jefe de Gabinete y te dec¨ªa: ¡°No, mir¨¢, tengo que estar en mi provincia¡±. Tanto fue as¨ª que la primera camada de ministros sali¨® toda del Congreso. Pudimos armar un gabinete consensuado y reuniones permanentes para sacar las leyes que hac¨ªan falta para salir de la crisis. Vivimos 90 d¨ªas encerrados. Fue muy complicado, hab¨ªan puesto en [la residencia oficial de] Olivos carteles que dec¨ªan Se vende, no pod¨ªamos hacer nada.
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