De polic¨ªas de ¨¦lite a ¡®escuadrones de la muerte¡¯ en Venezuela
Varias ONG acusan a los cuerpos especiales, que combaten la violencia en los barrios pobres, de causar m¨¢s de 700 asesinatos
Hasta hace un mes eran desaparecidos. Desde octubre, las madres de la docena de hombres deambularon durante 43 d¨ªas por comandancias de la Guardia y oficinas de la Defensor¨ªa y del Ministerio P¨²blico tras un rastro. Solo sab¨ªan que sus hijos hab¨ªan sido arrestados por militares durante un despliegue de la Operaci¨®n de Liberaci¨®n del Pueblo (OLP) en Barlovento, un plan creado por el Gobierno de Nicol¨¢s Maduro contra la criminalidad. La fatigosa b¨²squeda solo termin¨® la tarde del 25 de noviembre. Ese d¨ªa, las autoridades policiales hallaron una docena de cad¨¢veres mutilados en dos fosas comunes.
En Barlovento, un poblado del Estado de Miranda (norte de Venezuela), todav¨ªa denuncian desapariciones forzadas ocurridas durante operaciones militares. El mi¨¦rcoles, Delsa Sol¨®rzano, diputada opositora del Parlamento, confirm¨® que siguen sin pistas de otros hombres. ¡°El Gobierno cree que ya cumpli¨® y se acab¨®. Pues no es as¨ª. Violar es delito y su persecuci¨®n no prescribe. Exigimos que contin¨²e la b¨²squeda de los desaparecidos y se sancione a todos los responsables sin excepci¨®n¡±, escribi¨® en Twitter.
A la OLP se le acusa de diezmar los barrios pobres de Venezuela. Por su letalidad, son comparadas con escuadrones de la muerte de Brasil. Los grupos de ¨¦lite que act¨²an en estos procedimientos de seguridad han asesinado a m¨¢s de 750 presuntos delincuentes, practicado 15.000 detenciones arbitrarias y 18.000 allanamientos en viviendas en los barrios pobres de distintas ciudades venezolanas desde el inicio del programa, a mediados de 2015. Estas razias han sido denunciadas por organizaciones como Human Rights Watch (HWR), el Programa Venezolano de Educaci¨®n-Acci¨®n en Derechos Humanos (Provea) y, recientemente, Amnist¨ªa Internacional.
Antes, estas incursiones armadas contaban con la complicidad de la poblaci¨®n. Hace un a?o, ocho de cada 10 venezolanos dec¨ªan estar a favor de la operaci¨®n que cre¨ªan los rescatar¨ªa de la apabullante inseguridad, seg¨²n una encuesta de la firma Hinterlaces. Pero la OLP ha acabado por aportar m¨¢s sangre a un pa¨ªs ya herido por la violencia. Con un escalofriante r¨¦cord de homicidios, Venezuela es la naci¨®n m¨¢s peligrosa de Sudam¨¦rica. Se prev¨¦ que este a?o acabe con 30.000 asesinatos. Para los especialistas en seguridad ciudadana el Gobierno ha errado al aplicar planes efectistas: ataca las consecuencias, mientras las causas siguen intactas.?
Inti Rodr¨ªguez, investigador de Provea, sigue el pulso a la Cota 905, el barrio de Caracas donde fue la primera OLP. ¡°Los vecinos se sienten m¨¢s desprotegidos que nunca. Su situaci¨®n ha empeorado¡±, afirma. El sector fue sacudido por los comandos policiales y militares, montados en patrullas y helic¨®pteros, el 13 de julio de 2015. Ese d¨ªa murieron 14 presuntos criminales, 134 personas fueron arrestadas, se produjeron varios allanamientos y 15 coches robados fueron recuperados.
La estruendosa inauguraci¨®n de la OLP fue televisada. Para muchos, la maniobra fue considerada un acto de ¡°justicia¡± y un golpe contra la delincuencia organizada. Pero las bandas criminales no se desprendieron de sus feudos. Despu¨¦s del operativo, y otros despliegues de seguridad, hubo una escalada de violencia en la Cota 905 que sigue restando vidas.
El perfil de los buscados
Ninguno de los desaparecidos y asesinados en Barlovento ten¨ªa antecedentes judiciales. Eran campesinos, obreros, padres de familia y hasta un estudiante de la Marina. ¡°?Eran buenos muchachos! La mayor¨ªa no se conoc¨ªa. ?Qui¨¦n iba a imaginar que los militares, los encargados de dar seguridad al pueblo, ser¨ªan los responsables de sus muertes?¡±, dice Petra P¨¦rez, madre de un joven asesinado.
Por la masacre fueron detenidos 18 militares que aguardan por un juicio. Hasta ahora se desconoce qu¨¦ los motiv¨® a matar a una docena de hombres y torturar a otros ocho. Mar¨ªa Isabel Silva, madre de uno de los asesinados en Barlovento, cree que su hijo muri¨® por ser pobre. ¡°Los militares piensan que en los barrios la gente no tiene derechos por ser negros, campesinos o mujeres sin estudios. Por eso matan sin remordimiento¡±, dice. El retrato robot de los asesinados en este tipo de operaciones es el de un hombre de mediana edad, pobre y con antecedentes judiciales.
Provea ha denunciado que el Gobierno ha ¡°criminalizado¡± a los pobres, mientras que la Red de Apoyo para la Justicia y la Paz ¡ªque acompa?a a las v¨ªctimas de Barlovento¡ª advierte un incremento en las muertes extrajudiciales. ¡°Existen casos documentados, pero no se denuncian. Hay mucho temor. En el pa¨ªs tenemos una ley que protege a los testigos de cr¨ªmenes, pero en algunos casos se cumple y en otros no¡±, subraya Laura Rold¨¢n, directora de la red.
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