El giro de Tsai Ing-wen
La presidenta taiwanesa convierte la defensa del ¡®statu quo¡¯ en su compromiso clave
La presidenta taiwanesa Tsai Ing-wen convirti¨® la defensa del statu quo en su compromiso clave en el ¨¢mbito de las relaciones a trav¨¦s del Estrecho. Podr¨ªa decirse que ese statu quo le aleja de la demanda de independencia de jure aunque no le acerca a la reunificaci¨®n ansiada por Pek¨ªn. En suma, conectar¨ªa con la posici¨®n tradicional de su rival, el Kuomintang y sus tres noes (no unificaci¨®n, no independencia, no uso de la fuerza). En los meses de ejercicio en el cargo, Tsai, distanci¨¢ndose de las maneras del predecesor de su misma formaci¨®n, Chen Shui-bian (2000-2008), multiplic¨® los llamamientos al consenso y la moderaci¨®n evitando irritar a Pek¨ªn aunque neg¨¢ndose a bajar la cerviz.
Para el continente se trat¨® entonces de apretar sin ahogar utilizando para ello herramientas como la reducci¨®n del n¨²mero de turistas que visitan la isla o el acoso diplom¨¢tico. No obstante, en las ¨²ltimas semanas hubo tambi¨¦n gui?os instrumentados a trav¨¦s del orden acad¨¦mico (Zhou Zhihuai) para crear una f¨®rmula nueva y superadora del ¡°Consenso de 1992¡± con el objeto de eludir la confrontaci¨®n abierta y buscar una salida que sin cuestionar el principio de una sola China permitiera a ambas partes no perder la cara. Pese a todo, el PCCh otorga a Tsai un estrecho margen de confianza para mantener a raya a los partidarios de la independencia quienes la consideran demasiado blanda en sus tratos con China.
La victoria de Trump y el importante elenco de partidarios de Taiwan en su s¨¦quito introducen un giro inesperado. El presidente electo, por unas u otras razones, parece contemplar un papel m¨¢s activo de la isla en los asuntos regionales e internacionales y Tsai se apresta a explorar esta oportunidad. En Pek¨ªn, sectores militares est¨¢n enervados y sugieren medidas contundentes, ya sean juegos de guerra o medidas econ¨®micas que paralicen Taiwan. Los ejercicios militares a¨¦reos y navales, con la participaci¨®n del portaaviones Liaoning, van camino de abarcar el per¨ªmetro de la isla. Habr¨¢ m¨¢s mensajes de este tipo si en el viaje a Centroam¨¦rica Tsai mantiene contactos relevantes en sus escalas en EE UU.
Xi Jinping necesita estabilidad ante el XIX Congreso del PCCh, previsto para el oto?o. Sus rivales podr¨ªan tener en Taiwan un argumento a?adido para cuestionar su liderazgo. No podr¨¢ mostrarse d¨¦bil ni tampoco muy asertivo. Un encuentro entre Tsai y Trump en el curso del presente a?o dar¨ªa alas a los sectores m¨¢s beligerantes. Ya veremos, dijo Trump, al comentar esta posibilidad. China ya no ve en EE UU un aliado moderador de las veleidades identitarias de la isla sino un Maquiavelo dispuesto a jugar con fuego con tal de llevar a China contra las cuerdas.
Xulio R¨ªos es director del Observatorio de la Pol¨ªtica China. Autor de China Moderna (Tibidabo ediciones).
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