Calumnias ultras contra el sirio del ¡®selfie¡¯ con Merkel

La imagen dio la vuelta al mundo. Angela Merkel, la mujer m¨¢s poderosa de Europa, se dejaba fotografiar en septiembre de 2015 con unos hombres que celebraban sonrientes el fin de su odisea en busca de un lugar seguro. Anas Modamani era uno de ellos. M¨¢s de un a?o despu¨¦s, este sirio de 19 a?os trabaja en un McDonald¡¯s de Berl¨ªn y habla un alem¨¢n bastante correcto. Servir¨ªa como ejemplo de que la integraci¨®n es posible. Pero la ef¨ªmera fama le ha salido cara.

Un mensaje en las redes sociales le responsabiliz¨® de la brutal agresi¨®n sufrida por un vagabundo a manos de unos solicitantes de asilo. Modamani, que no tuvo nada que ver con estos hechos, no ha querido dejar pasar la calumnia. Un juzgado analizar¨¢ el pr¨®ximo 6 de febrero la denuncia que este joven ha presentado contra el usuario de Facebook que subi¨® la fotograf¨ªa falseada y contra la red social por las trabas a retirar los mensajes de odio.

¡°Mi cliente no busca indemnizaciones. Solo quiere acabar con estas pr¨¢cticas¡±, asegura a EL PA?S Chan-jo Jun, el abogado que ha llevado el caso a los tribunales. ¡°Vagabundo incendiado. Merkel se hizo un selfie con uno de los agresores en 2015¡±, denuncia un mensaje que inclu¨ªa la imagen de Modamani con la canciller y el de tres sospechosos del ataque. Por si hab¨ªa dudas, una flecha roja se?ala a uno de ellos, el supuesto Modamani. Todo ello falso. El abogado del joven sirio explica que, con su iniciativa, trata de mostrar que no solo es culpable el responsable del montaje. ¡°Hay que hacer comprender que compartir una noticia falsa tambi¨¦n puede tener consecuencias legales¡±, afirma.

La pol¨¦mica es importante por varios motivos. Primero, por el significado que estos selfies han ganado desde que se hicieron, en el punto ¨¢lgido de la crisis migratoria. Alemania viv¨ªa entonces una especie de euforia ante la idea de estar haciendo lo correcto: dar techo, ropa y comida a los que m¨¢s lo necesitan. Fue entonces cuando Merkel visit¨® un centro de refugiados de Berl¨ªn y, en un acto que pareci¨® espont¨¢neo, sirios, afganos o iraqu¨ªes se le acercaron como muestra de gratitud. Los selfies quedaron grabados como la met¨¢fora de un pa¨ªs acogedor, consciente de su responsabilidad ante una crisis hist¨®rica.

M¨¢s tarde, cuando los problemas comenzaron, muchos reprocharon a Merkel haber lanzado con esas fotos una invitaci¨®n ilimitada e incontrolada. Quien quisiera criticar a la canciller, siempre pod¨ªa recurrir a esas im¨¢genes. As¨ª, no extra?a que, seg¨²n explica el abogado Chan-jo Jun, el demandado por haber subido la foto sea Theo Gottschalk, un l¨ªder local de Alternativa para Alemania (AfD), el partido populista xen¨®fobo que tiene en la l¨ªder alemana a su archienemiga.

La demanda coincide adem¨¢s con una creciente preocupaci¨®n en el Gobierno alem¨¢n por el fen¨®meno de las noticias falsas y los mensajes de odio a trav¨¦s de las redes sociales. El Ministerio de Justicia ha reprochado a la empresa de Mark Zuckerberg su escasa colaboraci¨®n para solucionar este problema. Una opini¨®n que comparte Jun. ¡°Facebook ha jugado al rat¨®n y al gato con nosotros. Ya han acabado con la paciencia de los pol¨ªticos¡±, se?ala el abogado.

La empresa considera haber reaccionado con prontitud a las quejas. ¡°Recibimos un mensaje del se?or Jun donde aseguraba que un contenido de nuestra plataforma violaba los derechos del se?or Modamani. El acceso a ese contenido fue cerrado r¨¢pidamente. No creemos que haya base para un proceso legal¡±, se?al¨® un portavoz de Facebook a la BBC. El abogado de Modamani no est¨¢ de acuerdo. Y asegura que en la red social todav¨ªa hay material injurioso con el joven sirio. Porque los que idearon y propagaron los mensajes de odio no se limitaron a relacionarlo con el ataque al vagabundo. Otras im¨¢genes le atribu¨ªan tambi¨¦n v¨ªnculos con los atentados terroristas de Bruselas o Berl¨ªn.