Qui¨¦n teme el ¡®Brexit¡¯ feroz

La Gran Depresi¨®n fue un periodo confuso que acab¨® en el amanecer del keynesianismo, capaz de alumbrar un par de d¨¦cadas en las que por momentos el mundo se olvid¨® de sus problemas. El final de los setenta fue turbulento: durante esos a?os se gest¨® el neoliberalismo, un orden que ahora se tambalea. La Gran Crisis actual, en cambio, se resiste a dejarse enmarcar. Es una m¨¢quina de fabricar historias, pero ¡ªm¨¢s all¨¢ de la posverdad y otras hipocres¨ªas intolerables¡ª no acaba de parir un nuevo orden narrativo: Donald Tusk calific¨® este martes de "surrealista" el discurso de Theresa May sobre el Brexit, pero ese surrealismo lo invade casi todo. Los chinos son los ¨²nicos capaces de defender la globalizaci¨®n en el aquelarre de Davos; el presidente de EE?UU, Donald Trump, quiere cargarse la OTAN y la UE, y el partido que lidera las encuestas en Francia no esconde sus simpat¨ªas por Vlad¨ªmir Putin, que a su vez asoma tras el Brexit y Trump. El pasmo es comprensible: no hay quien reconozca a la llamada civilizaci¨®n occidental, otra manera de decir capitalismo.

May dej¨® claro que viene un Brexit ya no duro: feroz. No quiere someterse a la justicia europea, pretende controlar la inmigraci¨®n y ya no le importa perder acceso al mercado ¨²nico, sagrado para la City. Acosada por su propio partido, apunta que Londres ser¨¢ ¡°buen amigo de Europa¡± (m¨¢s posverdad); pero si no se aceptan sus condiciones amaga con hacerle la vida imposible a los 3,3 millones de europeos que viven en las islas, incluso amenaza con convertir su pa¨ªs en un para¨ªso fiscal con el punto de arrogancia habitual. Hablemos claro: sin el mercado ¨²nico europeo, ese supuesto para¨ªso ser¨ªa un trasunto de Barbados. El discurso de May sigue siendo muy dom¨¦stico ¡ªcuriosa obsesi¨®n por el Daily Mail¡ª, con llamadas a la unidad y continuas alusiones al ¨¦xito del proceso, cuando lo m¨¢s que se vislumbra es una larga era de incertidumbre. Aquella frase de Terminator: ¡°Espera lo mejor, prep¨¢rate para lo peor¡±. Aqu¨ª nadie se prepara para lo peor, para un nuevo periodo de inestabilidad que provocar¨ªa desgarros pol¨ªticos.

Europa sigue en estado de negaci¨®n ante fen¨®menos como Trump o May, que no van a darle ni los buenos d¨ªas. La propia May sigue asimismo en estado de negaci¨®n si cree que Europa va a dispararse en el pie de esa manera, haciendo todo tipo de concesiones que abrir¨ªan la puerta de salida a otros pa¨ªses. La UE deber¨ªa dejar de buscar a la canciller Merkel, que ha dado muestras de mirar en primer lugar por los intereses alemanes, pero los l¨ªderes europeos se resisten a salir a la palestra, a la espera del momento propicio para desvelar su estrategia. ¡°Los amateurs hablan de estrategia; los profesionales hablamos de log¨ªstica¡±, suelen decir los diplom¨¢ticos. Civilizaci¨®n occidental, en fin, es otra forma de decir capitalismo: la cuesti¨®n es si civilizarlo con reformas democr¨¢ticas o con formas m¨¢s autoritarias; la cuesti¨®n es si se imponen los Putin, Trump y compa?¨ªa o si Europa puede dise?ar su propia salida de la Gran Crisis y la dichosa log¨ªstica del Brexit feroz.