La bala sin plata de Puerto Rico
La isla se plantea una improbable anexi¨®n a EE UU ante una crisis econ¨®mica que se promete a¨²n m¨¢s negra para 2017
El escritor H¨¦ctor Feliciano utiliza la analog¨ªa de un amor unilateral para explicar la ¨Cpara ¨¦l¨C ¡°ilusa¡± intenci¨®n de anexi¨®n de Puerto Rico a Estados Unidos. ¡°Los anexionistas alegan ante todos que tienen novia en Washington. El problema es que la novia no sabe que tiene novio en Puerto Rico¡±. Hace dos semanas la representante sin voto del pa¨ªs caribe?o en el Congreso de Estados Unidos present¨® en Washington la solicitud de admisi¨®n de Puerto Rico como estado n¨²mero 51. El nuevo gobernador, el tecn¨®crata conservador de 37 a?os Ricardo Rossell¨®, hijo de un anterior gobernador, se ha propuesto el reto de incorporar a la isla a la naci¨®n vecina como miembro de pleno derecho. ¡°Pero se han inventado un amor reciprocado sin consumar desde la Guerra Hispanoamericana¡±, dice Feliciano. ¡°A Puerto Rico nunca, nunca el Congreso le ha propuesto nada de nada, ni conversado nada con ellos, y menos matrimonio¡±.
Para Rossell¨®, la fusi¨®n con el vecino es la salida a la bancarrota. Puerto Rico, una naci¨®n de tres millones y medio de habitantes y unos 100.000 millones de d¨®lares de PIB, debe 69.000 millones. 48 horas despu¨¦s de su toma de posesi¨®n, el 4 de enero, el nuevo gobernador viaj¨® a Nueva York y se reuni¨®n con cercanos al presidente electo Donald Trump. Rossell¨® necesita que el Departamento del Tesoro le d¨¦ un pr¨¦stamo que provea a Puerto Rico de liquidez para pagar n¨®minas y pensiones. Mientras tanto su gobierno negocia con los acreedores que compraron bonos de su deuda. Este martes la Administraci¨®n de los Sistemas de Retiro acord¨® con un grupo de bonistas congelar una partida de fondos en una cuenta para garantizarles su inversi¨®n. Este mismo organismo, al tiempo, calcula que en abril se quedar¨¢ sin dinero para pagar a los jubilados.
¡°El desaf¨ªo real del Gobierno es poder operar. El debate sobre el refer¨¦ndum de anexi¨®n en este momento no es importante¡±, opina el historiador y profesor de la Universidad de Puerto Rico Pedro Reina P¨¦rez, que ve el discurso anexionista de Rossell¨® como una mampara que intenta velar urgencias perentorias de gesti¨®n.
La intenci¨®n de Rossell¨®, que gan¨® en noviembre con un 41% de los votos, es convocar un refer¨¦ndum en 2017 sobre si el pa¨ªs debe incorporarse a Estados Unidos, independizarse o seguir como Estado Libre Asociado. Lo m¨¢s probable es que ganase la opci¨®n anexionista, pero igual de probable es que el Congreso de Estados Unidos, dominado por los republicanos, ignore la petici¨®n. ¡°?Qui¨¦n se cree que van a querer incluir a una colonia latina, quebrada y de tendencia al voto dem¨®crata?¡±, lanza la pregunta ret¨®rica el soci¨®logo Emilio Pantojas. Washington no parece inclinado a cumplir el deseo del gobernador. Lo seguro es que no dejar¨¢ de apretarle para que Puerto Rico pague. La Junta de Supervisi¨®n Fiscal ¨Cnombrada por el Congreso de Estados Unidos¨C ha impuesto un plazo a la isla para que presente un plan de recortes y de liquidaci¨®n de la deuda. Rossell¨® negocia una pr¨®rroga que le permita idear su estrategia mientras la Junta refrena a los acreedores. Un tercio de ellos son los denominados fondos buitres.
La econom¨ªa, que colaps¨® hace una d¨¦cada por la retirada desde Washington de los beneficios fiscales que atra¨ªan a las grandes compa?¨ªas americanas y se enganch¨® al respirador artificial de los pr¨¦stamos y la emisi¨®n de deuda, lleva en recesi¨®n desde 2006 excepto una leve subida en 2012¨C y 2017 no promete ser mejor. ¡°La econom¨ªa est¨¢ en su peor depresi¨®n en m¨¢s de cien a?os y va a caer todav¨ªa m¨¢s. Habr¨¢ medidas de austeridad. M¨¢s gente va a migrar¡±, avanza el economista Jos¨¦ Caraballo. La escapatoria hasta hoy ha sido irse a Estados Unidos, sobre todo a Florida. En 2004 Puerto Rico ten¨ªa 350.00 habitantes m¨¢s que en 2015. La isla ha perdido un 10% de poblaci¨®n, de la gente m¨¢s joven, la que se requiere para que un pa¨ªs remonte. Pero sin esa ola de migraci¨®n el nivel de pobreza estar¨ªa en el 51%, cinco puntos m¨¢s que la cifra actual.
Caraballo, presidente de la Asociaci¨®n Puertorrique?a de Econom¨ªa Pol¨ªtica, considera que la isla necesita autonom¨ªa fiscal, herramientas para manejar su deuda como una moneda propia que devaluar o soberan¨ªa para declarar una suspensi¨®n de pagos. La Junta nombrada por Washington, seg¨²n ¨¦l, ¡°est¨¢ compuesta por personas que trabajan para el mercado financiero¡±. Reina P¨¦rez afirma que la Junta ¡±tiene como ¨²nica encomienda cobrar el dinero que Puerto Rico adeuda¡±. Cuando a Puerto Rico le urge repensarse como pa¨ªs, EEUU le coloca en la puerta de casa al cobrador del frac.
Muchos en Puerto Rico ven la asignaci¨®n de una Junta de supervisi¨®n como una confirmaci¨®n de la naturaleza colonial del estatuto Libre Asociado. Feliciano apunta un detalle esclarecedor. La ley del Congreso estadounidense que incluy¨® la formaci¨®n de la Junta, en un principio, ni siquiera se previ¨® en dos lenguas. Se ignor¨® el espa?ol.
La crisis econ¨®mica permanece y a fuerza de tiempo y profundidad ha adquirido tambi¨¦n el cariz de crisis pol¨ªtica. Colonia desde 1898, cuando Espa?a lo perdi¨® a manos de Estados Unidos, Estado Libre Asociado desde 1952, Puerto Rico vuelve a mirarse al espejo para buscar su identidad y adem¨¢s un futuro viable. El gobernador Rossell¨® cree que tiene su bala de plata. La anexi¨®n. Otros creen que su rev¨®lver no tiene p¨®lvora.
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