El d¨ªa que nev¨® en Miami

The Sun Sentinel cita a un meteor¨®logo que estaba aquella madrugada en la oficina de Florida del Servicio Nacional de Meteorolog¨ªa y detect¨® que la nieve iba cayendo cada vez m¨¢s al sur del estado, cada vez en zonas m¨¢s c¨¢lidas. Corri¨® a dec¨ªrselo a los veteranos. Los sabios respondieron:

¨CNunca ha ocurrido. Y nunca ocurrir¨¢.

Eso le dijeron los viejos al joven. No, chico. No va a nevar en Miami.

Estaban equivocados.

Sin bien fue una nevada t¨ªsica ¨Cse pos¨® al amanecer en una fin¨ªsima capa y a las nueve y media ya se hab¨ªa derretido¨C, supuso un acontecimiento. ¡°?NIEVE!¡±, titul¨® el Fort Lauderdale News. ¡°?NIEVE EN MIAMI!¡±, el Miami News, que subray¨® sobre el titular: ¡°Edici¨®n souvenir: el d¨ªa que pensamos que nunca ser¨ªa posible¡±. Hoy, como hace 40 a?os, es v¨ªspera de inauguraci¨®n presidencial, y en los diarios de ma?ana se podr¨ªa repetir aquel antet¨ªtulo del Miami News. No nevar¨¢ en Miami, pero el estramb¨®tico Donald John Trump ser¨¢ investido presidente de los Estados Unidos de Am¨¦rica.

E igual que la imprevista victoria de Trump tuvo sus razones, la nevada de Miami tuvo la suya: el fugaz cruce sobre Florida de dos colas de corriente de fr¨ªo ¨¢rtico. Algo tan excepcional que el entonces joven meteor¨®logo citado por The Sun Sentinel, Glenn E. Schwartz, no se movi¨® un paso de su puesto de an¨¢lisis y no tuvo ocasi¨®n de salir afuera a ver los copos cayer en la ciudad de las palmeras.

Hoy, 40 a?os despu¨¦s, hac¨ªa sol en Miami. La gente se bronce¨® en la playa, parapentes surcaban los cielos, los yates fondeaban pl¨¢cidamente a lo lejos. Y en las portadas de los diarios, la noticia clim¨¢tica de actualidad era lo inverso al fr¨ªo: 2016 ha sido el a?o m¨¢s caliente del que se tiene registro cient¨ªfico. Un cambio clim¨¢tico que ya afecta a Miami. Sube la temperatura, poniendo en riesgo sus deliciosas temperaturas templadas de oto?o a primavera, y sube el nivel del mar, lo que ha llevado a Miami Beach a invertir millones de d¨®lares en elevar la altura de las calles para evitar inundaciones.

As¨ª que no parece que vuelva a nevar. Pero, al menos, cuando el fr¨ªo apriete en Washington, el presidente Trump podr¨¢ dorarse en pleno invierno en su mansi¨®n de Palm Beach.