Trump ridiculiza las manifestaciones masivas contra ¨¦l y luego dice respetarlas

Si alguien confiaba en que, una vez asumiera la presidencia de la primera potencia mundial, Trump dejar¨ªa atr¨¢s su ret¨®rica chulesca y descalificadora, las 7:47 de la ma?ana de este domingo en la Costa Este estadounidense le sirvieron para comprobar que ese deseo de moderaci¨®n se esfumaba. Tambi¨¦n c¨®mo el republicano no renunciar¨¢ a utilizar su cuenta personal de Twitter para intimidar a sus detractores.

A esa hora public¨® un mensaje en la red social en que minimizaba las manifestaciones en su contra: ¡°?Mir¨¦ las protestas ayer pero tuve la impresi¨®n de que acabamos de tener una elecci¨®n! ?Por qu¨¦ esta gente no vot¨®? Las celebridades da?aron mucho la causa¡±.

Trump no entr¨® en detalles, pero soslay¨® que probablemente la mayor¨ªa de esos manifestantes votaron a la dem¨®crata Hillary Clinton, su rival en las elecciones presidenciales del pasado 8 de noviembre. Uno de los carteles que m¨¢s se ve¨ªa en la Marcha de Mujeres, en Washington, era "Estoy con ella", uno de los lemas electorales de Clinton. El republicano logr¨® la presidencia al imponerse en el recuento del colegio electoral -la traslaci¨®n del voto de cada Estado seg¨²n su poblaci¨®n- pero la dem¨®crata sac¨® unos tres millones m¨¢s de votos que ¨¦l en el recuento del voto popular.

Algunas celebridades cercanas al Partido Dem¨®crata, como Scarlett Johanson o Madonna, participaron en la manifestaci¨®n de Washington, que llen¨® la explanada del National Mall con un nivel de asistencia similar o superior al de la investidura de Trump. Es frecuente que el republicano arremeta contra esas personalidades, como hizo con la actriz Meryl Streep tras repudiar al magnate en la gala de los Globos de Oro. El republicano apenas logr¨® que alguna estrella participara en su ceremonia de investidura del viernes ni en el concierto de celebraci¨®n de la v¨ªspera.

Una hora y media despu¨¦s de ese mensaje en Twitter, el nuevo mandatario public¨® otro m¨¢s conciliador: ¡°Las protestas pac¨ªficas son un sello distintivo de nuestra democracia. Incluso si no siempre estoy de acuerdo, reconozco los derechos de la gente a expresar sus visiones¡±.

Ese tono conciliador se acerc¨® m¨¢s a la ortodoxia pol¨ªtica, al manual cl¨¢sico de comunicaci¨®n para un presidente que afronta, en sus primeros d¨ªas en el cargo, una sociedad polarizada por su elecci¨®n. Record¨® al Trump de los d¨ªas posteriores a los comicios de noviembre cuando tendi¨® la mano a los manifestantes que protestaban contra su victoria: ¡°No teng¨¢is miedo. Vamos a recuperar nuestro pa¨ªs¡±, les dijo entonces. Pero esa aproximaci¨®n fue ef¨ªmera. El multimillonario neoyorquino, cuya anticorrecci¨®n pol¨ªtica encandila a sus seguidores, mantuvo el tono confrontador durante buena parte de la transici¨®n presidencial.

Trump evit¨® entrar este domingo en el debate sobre si la manifestaci¨®n de Washington fue m¨¢s multitudinaria que su toma de posesi¨®n. El s¨¢bado acus¨® falsamente y sin ofrecer pruebas a los medios de comunicaci¨®n de querer minimizar la asistencia a su investidura. Pero este domingo destac¨®, en otro mensaje en Twitter, que m¨¢s gente sigui¨® por televisi¨®n su toma de posesi¨®n que la de Barack Obama en 2013. ¡°Wow, 31 millones de personas miraron la investidura, 11 millones m¨¢s que los muy buenos datos de hace cuatro a?os¡±, escribi¨®.

Trump, un exshowman televisivo obsesionado con la imagen p¨²blica, declin¨® revelar que su audiencia fue inferior a la investidura de Obama en 2009. Tambi¨¦n a la de Jimmy Carter (1977), la segunda de Richard Nixon (1973) y la primera de Ronald Reagan (1981), que tiene el r¨¦cord hist¨®rico con 41,8 millones de telespectadores.