Trump promete que M¨¦xico pagar¨¢ el muro ¡°de una manera u otra¡±
El presidente de Estados Unidos anuncia en un decreto "la construcci¨®n inmediata de un muro f¨ªsico"
El presidente Donald Trump dio este mi¨¦rcoles el primer paso para cumplir la promesa estelar de la campa?a que le llev¨® a la Casa Blanca: la construcci¨®n de un muro entre M¨¦xico y Estados Unidos. La firma del decreto para reforzar la frontera, fundamentado en el argumento falaz de que la inmigraci¨®n provoca inseguridad y crimen en Estados Unidos, coincide con la visita a la Casa Blanca del secretario mexicano de Exteriores, Luis Videgaray. El documento insta a la "construcci¨®n inmediata de un muro f¨ªsico". En una entrevista en la cadena ABC, Trump dijo que "de alguna forma" M¨¦xico "reembolsar¨¢" el importe a EE UU. El nuevo presidente, que lleva menos de una semana en el cargo, quiere castigar a las grandes ciudades que amparan los inmigrantes sin papeles y aumentar el n¨²mero de deportaciones.
EE UU ha vivido en su historia etapas de apertura al inmigrante y al refugiado, que ve¨ªan en este pa¨ªs ¡°la ciudad luminosa sobre la colina¡±, un ideal de libertad y prosperidad. Es la met¨¢fora que en 1989 emple¨® el presidente Ronald Reagan, un republicano que regulariz¨® a unos tres millones de inmigrantes sin papeles. EE UU tambi¨¦n ha vivido etapas de cierre de fronteras, entre los a?os 20 y 60, por ejemplo, cuando funcion¨® un sistema de cuotas para la inmigraci¨®n.
Con Trump se abre una nueva etapa de repliegue. La ¨²ltima ronda de ¨®rdenes ejecutivas o decretos, centrados en la inmigraci¨®n, puede marcar el fin de d¨¦cadas en que EE UU se ha abierto a la inmigraci¨®n, o ha mantenido una pol¨ªtica relativamente laxa con los millones de inmigrantes sin papeles.
¡°?Construye el muro!¡± fue uno de los esl¨®ganes de los seguidores en Trump en la campa?a electoral. En los m¨ªtines, el entonces candidato establec¨ªa un di¨¢logo teatral. ¡°?Y sab¨¦is qui¨¦n construir¨¢ el muro?¡±, preguntaba Trump. ¡°?M¨¦xico!¡±, respond¨ªa el p¨²blico.
Al agitar el odio al extranjero y la incertidumbre econ¨®mica en regiones golpeadas por la globalizaci¨®n y la robotizaci¨®n industrial, el republicano conect¨® con miedos profundos de una parte de la poblaci¨®n. De ah¨ª el simbolismo del decreto sobre el muro, aunque est¨¦ poco claro c¨®mo lo va a construir y qui¨¦n lo financiar¨¢.
El documento, que Trump firm¨® en una ceremonia en la sede del Departamento de Seguridad Interior, en Washington, contempla redirigir fondos ya aprobados hacia el refuerzo de la frontera. El dinero debe servir para iniciar el proyecto, pero el presidente necesitar¨¢ que el Congreso apruebe m¨¢s fondos para construirlo. Se ha evaluado el coste total entre 14.000 y 20.000 millones de d¨®lares.
Trump, como proclamaba en sus m¨ªtines, sigue insistiendo en que, aunque al principio pague el contribuyente estadounidense, la factura la acabar¨¢ asumiendo M¨¦xico. Bajo qu¨¦ forma ¡ªaranceles en la frontera, impuestos sobre las remesas¡ª es un enigma.
"S¨ª, de una manera u otra, como ha dicho el presidente, M¨¦xico pagar¨¢ por ello", dijo Sean Spicer, el portavoz de la Casa Blanca. El 31 de enero Trump tiene previsto reunirse con el presidente mexicano, Enrique Pe?a Nieto.
El documento no menciona que M¨¦xico vaya a pagar por el muro, pero s¨ª obliga a los departamentos y agencias del Gobierno federal a identificar la ayuda al desarrollo, humanitaria, militar o econ¨®mica anual que EE UU dirige a M¨¦xico. Prev¨¦, adem¨¢s, la construcci¨®n de centros de detenci¨®n cerca de la frontera y la contrataci¨®n de cinco mil agentes de aduanas y fronteras.
El muro ¡ªentendido como un obst¨¢culo que puede ser una valla u otros mecanismos¡ª ya existe. Cubre cerca de un tercio de la frontera de m¨¢s de tres mil kil¨®metros entre EE UU y M¨¦xico, y ha sido construido y reforzado por los presidentes m¨¢s recientes, dem¨®cratas y republicanos. No est¨¢ claro c¨®mo Trump puede completarlo, ni si el Congreso estar¨¢ dispuesto a desembolsar los miles de millones que costar¨¢ en un momento en que la inmigraci¨®n desde M¨¦xico est¨¢ cayendo.
El propio secretario de Seguridad Interior, el general John Kelly, presente en el acto de la firma del decreto, ha expresado reparos al proyecto. En su comparecencia ante el Senado, dijo que un muro ser¨ªa insuficiente para proteger la frontera, y que posiblemente "no se construir¨¢ en un momento cercano".
Adem¨¢s del decreto para construir el muro, Trump firm¨® otro que penalizar¨¢ a las grandes ciudades estadounidenses que protejan a los inmigrantes sin papeles. Este decreto prev¨¦ la retirada de fondos federales para lo que el presidente llama "ciudades santuario". Nueva York, Los ?ngeles y Chicago, entre otras, han adoptado pol¨ªticas ben¨¦volas hacia los inmigrantes. La orden ejecutiva contra las llamadas "ciudades santuario" puede abrir una batalla legal entre el poder federal, controlado por el Partido Republicano, y los estados y municipios controlados por el Partido Dem¨®crata.
El segundo decreto establece de entrada que muchos inmigrantes sin papeles ¡°presentan una amenaza significativa a la seguridad nacional y p¨²blica¡±. A continuaci¨®n define qui¨¦nes ser¨¢n deportados con prioridad. No s¨®lo inmigrantes criminales o acusados de cr¨ªmenes, sino tambi¨¦n otros que hayan hecho declaraciones falsas ante representantes del Gobierno, que se hayan beneficiado de forma inadecuada de programas p¨²blicos, o que simplemente un agente de inmigraci¨®n considere peligroso. Para realizar estas tareas, que podr¨ªan suponer deportaciones masivas, el Gobierno de EE UU contratar¨¢ a diez mil nuevos agentes de inmigraci¨®n.
Los decretos del mi¨¦rcoles no incluyen medidas contra los centenares de miles de inmigrantes sin papeles que llegaron a EE UU siendo menores. El antecesor de Trump, el dem¨®crata Barack Obama, los regulariz¨®.
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