¡°No haber ayudado a Siria ha convertido el mundo en un lugar peor¡±
El disidente sirio Yassin al Haj Saleh sigue sin conocer el paradero de su mujer tras tres a?os de secuestro
Yassin al Haj Saleh (Raqa, 1961) es uno de los intelectuales opositores m¨¢s influyentes de Siria. Su militancia en un partido comunista ilegal le llev¨® a la c¨¢rcel durante 16 a?os (1980-96) y a vivir en la clandestinidad desde el inicio de la revuelta contra el r¨¦gimen de Bachar el Asad, hasta que huy¨® del pa¨ªs en 2013. Desde su exilio en Estambul el dolor que siente por Siria se convierte en sangrante herida a causa de la desaparici¨®n de su mujer, Samira Khalil, secuestrada en 2013 por un grupo salafista que se hab¨ªa hecho con el control de territorio rebelde en la zona de Ghuta Oriental y cuyas notas, compiladas en Diario del asedio a Duma (Ediciones del Oriente y del Mediterr¨¢neo), se publican ahora en Espa?a.
Pregunta. Usted dice que ¡°el mundo se ha convertido en un trozo de Siria¡±. ?Por qu¨¦?
Respuesta. El mundo no ayud¨® a Siria a cambiar a mejor, y por ello, Siria contribuy¨® a que el mundo se convirtiese en un lugar peor. En la crisis de los refugiados y del terrorismo isl¨¢mico, las ¨¦lites de Occidente encontraron una excusa para resucitar las pol¨ªticas de frontera e incrementar el control sobre los ciudadanos. La esperanza que exist¨ªa al inicio de la primavera ¨¢rabe se ha evaporado. Y ello ha favorecido la ola de populismo derechista que representan Trump, el Brexit y la extrema derecha francesa.
P. ?Qu¨¦ ocurri¨® para que la revoluci¨®n siria terminase cooptada por el islamismo radical?
R. No creo que esa sea una pregunta justa. Porque los 200.000 sirios que han sido arrestados y torturados, la mayor¨ªa de los cinco millones de refugiados y de los 400.000 muertos de la guerra los hemos puesto nosotros. La espina dorsal de la revoluci¨®n est¨¢ rota desde 2013 porque la represi¨®n llev¨® a la militarizaci¨®n del conflicto y a una mayor radicalizaci¨®n. Imagina que eres un joven normal que simplemente sue?a con una vida mejor, pero eres detenido, te torturan, destrozan tu casa... entonces te conviertes en un hombre enfadado, buscas armas. Puede que fueras un nacionalista sirio, pero te torturan alau¨ªes (la minor¨ªa religiosa a la que pertenece Asad) y t¨² adquieres una conciencia religiosa y sectaria sun¨ª. Esa es la din¨¢mica que vivimos en Siria. Y pese a todo, durante los alto el fuego de 2016, en la localidad de Maarat al Numan, por ejemplo, hab¨ªa manifestaciones contra Jabhat al Nusra (filial siria de Al Qaeda) y contra el r¨¦gimen, pese a lo dif¨ªcil que es protestar contra dos enemigos a la vez.
P. ?Ha habido cooperaci¨®n entre el r¨¦gimen y los salafistas?
R. Daesh (acr¨®nimo en ¨¢rabe para referirse al Estado Isl¨¢mico) y Al Nusra son los enemigos deseados por el r¨¦gimen. Por eso el r¨¦gimen comenz¨® a liberar de las prisiones a los salafistas en 2011 y hubo una pol¨ªtica decidida de comportarse de forma discriminatoria con los elementos sun¨ªes del levantamiento. La pol¨ªtica del r¨¦gimen se dirigi¨® a crear al enemigo deseado, un enemigo que poder vender ante el mundo. Y tuvo ¨¦xito.
P. En 2013, EE UU amenaz¨® con intervenir, pero finalmente se ech¨® atr¨¢s.
Lo m¨¢s horrible es que no solo nos han matado, sino que nos matan y nos insultan
R. EE UU no quer¨ªa intervenir porque Bachar el Asad hubiera matado a 1.466 personas sino porque hab¨ªa cruzado la l¨ªnea roja de utilizar armas qu¨ªmicas. As¨ª que al acordar con los rusos el desarme qu¨ªmico del r¨¦gimen, EE UU dio carta blanca para matar a la poblaci¨®n por cualquier otro medio: barriles bomba, bombardeos a¨¦reos... La amenaza de intervenci¨®n era por la seguridad de Israel, EE UU o Rusia, no por defender a la oposici¨®n.
P. Pero al mismo tiempo, EE UU suministraba armas a la oposici¨®n
R. Es cierto, pero siempre de un modo en que la oposici¨®n pudiese continuar la lucha, pero jam¨¢s ganar la guerra. Por ejemplo, no se entregaron MANPAD (sistemas port¨¢tiles de misiles tierra-aire) contra los aviones que nos bombardeaban. Adem¨¢s, a finales de 2012, cuando la resistencia armada estaba a punto de entrar en Damasco se le orden¨®, a trav¨¦s de Arabia Saud¨ª, que no lo hiciese. EE UU quer¨ªa un cambio de r¨¦gimen controlado por ellos de principio a fin. No permitir que entonces cayera el r¨¦gimen fue un regalo a los extremistas isl¨¢micos, porque su ideolog¨ªa est¨¢ basada en que nosotros, los musulmanes, no le importamos a nadie y que nadie nos protege. Ahora, en lo que trabajan los estadounidenses y los rusos es en un cambio superficial del r¨¦gimen. Un asadismo sin Asad.
P. ?Sabe d¨®nde est¨¢ su mujer, la activista Samira Khalil, desaparecida desde hace tres a?os?
R. No. No sabemos nada de ella ni de los otros tres que fueron secuestrados con ella (Razan Zaitouneh, Wael Hamada y Nazem Hammadi). Pero ahora tengo una idea m¨¢s formada sobre qui¨¦n fue el responsable. Yeish al Islam (Ej¨¦rcito del Islam), un grupo al que apoyan los saud¨ªes.
Los estadounidenses y los rusos quieren un cambio superficial del r¨¦gimen de El Asad
P. ?C¨®mo ha vivido el secuestro de Samira durante estos a?os?
R. [Se queda en silencio durante varios minutos] Yo sigo intentando hacer lo que debo... [Llora] Intento hacer algo para o bien liberar a Samira o bien al menos dignificar su ejemplo.
P. En Diario del asedio a Duma, Samira narra situaciones muy duras, pero siempre con cierta ternura y un estilo po¨¦tico.
R. As¨ª es Samira. Y as¨ª es Siria, as¨ª son nuestras vidas. A veces no puedo creer lo que nos ocurri¨®, no me parece real. Y lo m¨¢s horrible es que no solo nos han matado, sino que nos matan y nos insultan. El resto del mundo no quiere vernos como somos, solo ven a los barbudos.
P. ?Es posible la paz y la reconciliaci¨®n en Siria?
R. Ese es nuestro sue?o. Y creo que no es imposible. Pero para ello necesitamos un compromiso hist¨®rico para luchar contra Daesh y Al Qaeda y, al mismo tiempo, acabar con el r¨¦gimen de Asad.
P. Pero no parece muy posible que alguien convenza a Asad de que se vaya ahora que cuenta con tanto apoyo ruso e iran¨ª.
R. Cierto. Y eso significa que el resto del mundo apoya la continuidad de un r¨¦gimen tir¨¢nico y fascista.
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