Lava Jato en espa?ol

El caso Lava Jato ya ha cruzado las fronteras, pero sin alcanzar todav¨ªa la fuerza huracanada con la que est¨¢ cambiando la historia de Brasil. Por ahora su presencia es la avanzada de lo que podr¨¢ venir; y las acciones y reacciones en los distintos pa¨ªses en este punto expresan el estilo con el que los protagonistas de la corrupci¨®n sist¨¦mica de esas naciones maniobran para capear y sobrevivir la tormenta, si se desata; o para desactivarla si se puede.

En el Per¨², donde las ¨¦lites al mando tienen incorporado en su DNA grupal estrategias de supervivencia adaptativa desde los tiempos del virreinato, las respuestas son variadas. Ante la evidencia de que la delaci¨®n corporativa de Odebrecht (y la de otras constructoras brasile?as) ya empez¨®, un buen n¨²mero de instituciones y personas que trabajaron y se lucraron con Odebrecht pasaron de un d¨ªa al otro a la militancia anticorrupci¨®n.

Desde bufetes de abogados y funcionarios del Estado hasta pol¨ªticos y periodistas, los s¨²bitos catones act¨²an con el prop¨®sito com¨²n de desviar la atenci¨®n de ellos y concentrarla en otros. Eso ha funcionado muchas veces: cuanto m¨¢s ruidoso sea el linchamiento y m¨¢s queme la hoguera, mejor se podr¨¢n ocultar los bribones que danzan alrededor de ella.

Esta vez la tienen m¨¢s dif¨ªcil. A diferencia de Brasil, donde un grupo decisivo del poder judicial (jueces, fiscales y polic¨ªas federales) llevaron a cabo todo el proceso investigativo, produciendo las pruebas y revelaciones que el periodismo brasile?o sigui¨®, reprodujo y ampli¨®, en las otras naciones latinoamericanas fue el periodismo de investigaci¨®n el que sac¨® a luz las primeras evidencias nacionales del caso, que las diversas fiscal¨ªas y procuradur¨ªas se han visto obligadas a reconocer y, a veces con ganas y otras con renuencia, investigar.

Como probablemente suceda en otros pa¨ªses, en Per¨² la informaci¨®n investigada apunta a que los primeros tres presidentes elegidos democr¨¢ticamente en el siglo XXI ¡ªluego de la ca¨ªda de la dictadura fujimorista¡ª pueden estar comprometidos (ellos o colaboradores muy cercanos) con la corrupci¨®n relacionada con las empresas brasile?as.

A estas alturas los tres reclaman inocencia, pero ninguno puede ya sostener que no hubo corrupci¨®n del caso Lava Jato, y en el m¨¢s alto nivel, durante cada uno de sus Gobiernos. La deprimente iron¨ªa de estos casos estriba en que la ca¨ªda del r¨¦gimen fujimorista, en el a?o 2000, signific¨® conocer al detalle la desaforada corrupci¨®n en ese r¨¦gimen. La democracia triunfante asumi¨® como misi¨®n fundamental entonces construir no solo una sociedad libre sino limpia. Ya se ve en qu¨¦ termin¨® la misi¨®n.

Fue este, sin embargo, uno de los primeros pa¨ªses donde el periodismo de investigaci¨®n sigui¨® con tenacidad el caso Lava Jato desde el comienzo. En parte por eso fue uno de los primeros lugares donde se encarg¨® a un fiscal especializado investigar el caso. Aunque su avance fue lento, las confesiones hechas p¨²blicas en Nueva York, las cooperaciones de Suiza y Brasil proporcionaron informaci¨®n que en las ¨²ltimas semanas fue complementada por delaciones en el Per¨² de la propia Odebrecht.

Una primera ola de arrestos lleg¨® hasta a un exviceministro de Comunicaciones, que se encuentra pr¨®fugo, durante el r¨¦gimen de Alan Garc¨ªa. Esto ha desatado un sa?udo intercambio de se?alamientos entre Alan Garc¨ªa y Enrique Cornejo, su ex ministro de Transportes. Garc¨ªa se encuentra en Espa?a, Alejandro Toledo en Estados Unidos y Ollanta Humala en el Per¨², sujeto a impedimentos judiciales.

En Panam¨¢, la Procuradur¨ªa de esa naci¨®n abri¨® una investigaci¨®n sobre los sobornos de Odebrecht que hasta ahora comprende a 17 personas, entre ellas el ex superintendente de Odebrecht en Panam¨¢, Andr¨¦ Luiz Rabello. Hasta ahora, la procuradur¨ªa paname?a no solo no colabor¨® con la investigaci¨®n de Lava Jato en Brasil, sino que, de acuerdo con los fiscales brasile?os, fue un obst¨¢culo para obtener informaci¨®n de esa naci¨®n de importancia crucial en los circuitos de lavado de dinero. Aqu¨ª tambi¨¦n, la investigaci¨®n period¨ªstica fue fundamental en presionar el inicio de las acciones de la fiscal¨ªa.

En Venezuela, la fiscal¨ªa sostiene que investiga, pero no ha hecho p¨²blica informaci¨®n m¨ªnimamente detallada al respecto. Ah¨ª en especial, la ¨²nica oportunidad de desarrollar el caso ser¨¢ mediante el periodismo de investigaci¨®n.

En Argentina, la revelaci¨®n de los cinco pagos que recibi¨® el jefe de inteligencia federal Gustavo Arribas del doleiro brasile?o Leonardo Meirelles fue hecha por el periodista Hugo Alconada, de La Naci¨®n. Tanto Arribas como el presidente Macri niegan que haya habido nada impropio en la ¨²nica transacci¨®n que reconocen (uno de cinco pagos), pero no explican los pagos ni muestran los documentos de la cuenta offshore.

La investigaci¨®n que public¨® Alconada fue el ¨²ltimo resultado del trabajo coordinado de una red de investigaci¨®n period¨ªstica latinoamericana en torno al caso Lava Jato. La integran tambi¨¦n, hasta ahora, IDL-Reporteros, la publicaci¨®n que dirijo, en Per¨²; La Prensa de Panam¨¢ (a trav¨¦s de Rolando Rodr¨ªguez); y Armando.Info, de Venezuela (con Joseph Poliszuk). Simple y funcional en su organizaci¨®n, concentrada a fondo en su tema, esta red ha demostrado hasta ahora que la colaboraci¨®n intensa y desinteresada multiplica su potencia, incluso cuando estamos, como sucede ahora, reci¨¦n comenzando.