La crisis en Grecia lleva a un hist¨®rico diario superventas a echar el cierre
El cierre de dos cabeceras hist¨®ricas condena al paro a cientos de personas y se suma a una larga lista de medios obligados a cerrar por la crisis
Las primeras novelas de Petros M¨¢rkaris est¨¢n pobladas, en papeles estelares o como meros comparsas, por ricos de nuevo cu?o ¡ªlos tradicionales, los pata negra, siempre han sido en Grecia los armadores¡ª entre los que destaca una fauna de personajes relacionados con los medios de comunicaci¨®n: conductores de talk show, divas televisivas, periodistas de investigaci¨®n, o simples gargantas profundas del cascarrabias comisario Jaritos, su criatura literaria. Escritas y publicadas en los noventa, sus tramas representan fielmente la burbuja de aspiraciones y (vanas) esperanzas de prosperidad que el alud de siete a?os de crisis se ha encargado de sepultar. La econom¨ªa griega crec¨ªa entonces con alegr¨ªa (el 5%, hasta el 8% incluso alg¨²n a?o) y la efervescencia del panorama medi¨¢tico era un fiel reflejo de esa viveza.
Pero desde 2010, fecha del primer rescate ¡ªvan tres, y ya hay quienes vaticinan incluso la posibilidad de un cuarto si el actual derrapa¡ª, la ruina m¨¢s absoluta se ha abatido sobre los medios de comunicaci¨®n, con cierres de cabeceras, miles de despidos y una reconversi¨®n forzosa del sector, cada vez m¨¢s digital, cada vez m¨¢s outsider y ajeno a la tradicional cultura de la subvenci¨®n (capital para explicar que s¨®lo en Atenas, en ¨¦poca de vacas gordas, hubiera una docena larga de cabeceras), y menos correa de transmisi¨®n de los partidos pol¨ªticos y los grupos de poder. Las ¨²ltimas v¨ªctimas de esta bola de nieve de la crisis son dos publicaciones se?eras, el diario Ta Nea, otrora superventas, y el semanario To Vima, del grupo de comunicaci¨®n Lambrakis (Dol, en sus siglas griegas), que tambi¨¦n posee una emisora de radio, una agencia de prensa y varias revistas y webs.
El grupo, endeudado hasta las cejas ¡ªacarrea un impago de 99 millones de euros desde diciembre¡ª, lo anunci¨® este fin de semana: ¡°El semanal To Vima y el diario Ta Nea se ven obligados a cesar en sus actividades en unos d¨ªas debido a razones financieras (¡) Dol carece de recursos y como consecuencia de ello no puede afrontar el coste de la impresi¨®n de los diarios y, obviamente, tampoco el libre desarrollo de operaciones de los [otros] medios que posee¡±. Dol es tambi¨¦n uno de los accionistas del canal de televisi¨®n privado Mega, en su d¨ªa una historia de ¨¦xito y que el a?o pasado fue privado de licencia de emisi¨®n, en la subasta que el Gobierno mont¨® para ¡°reorganizar el sector audiovisual¡±, por su fuerte endeudamiento; el presidente de Dol, adem¨¢s, ha sido investigado por evasi¨®n fiscal y lavado de dinero.
En los personajes principales de este grupo de comunicaci¨®n se puede trazar esa presunta historia de ¨¦xito, y el batacazo del aterrizaje en la realidad, que la crisis ha significado en Grecia. Centroizquierdista light, y abiertamente cr¨ªtico con el Gobierno que preside Alexis Tsipras desde que Syriza lleg¨® al poder en enero de 2015, los patrones de Dol aseguran haber sido v¨ªctimas, como otros grandes empresarios de comunicaci¨®n griegos, de una campa?a del Gobierno para ¡°restablecer la transparencia¡± en un sector que el Ejecutivo considera es un coto de oligarcas. De ah¨ª que el cierre suponga tambi¨¦n, seg¨²n el comunicado de cese de actividades, una clara amenaza a la libertad de expresi¨®n y ¡°el periodismo libre¡±, que sus profesionales pretenden conjurar ¡°luchando por el rescate del grupo y de sus publicaciones¡±.
Qu¨¦ deparar¨¢ el porvenir a los cerca de 500 trabajadores del grupo Dol, en un sector carcomido por la precariedad, resulta dif¨ªcil de saber. Puede que una salida sea, como esboza el comunicado, luchar como titanes para salvar los muebles, o al menos algunos titulares. Los extrabajadores de otro diario que ech¨® el cierre por la crisis, Eleytherotypia, emprendieron hace casi dos a?os una nueva aventura period¨ªstica y constituidos en cooperativa sacan adelante con cierta fortuna el diario Efymerida ton Syntakton. Muchos periodistas en paro, algunos colegas muy queridos, se embarcaron en la rama local de la televisi¨®n CNN, en antena desde hace a?o y pico, y capean con tranquilidad la situaci¨®n. Pero siempre habr¨¢ m¨¢s despidos que contrataciones, en Grecia y por doquier, en un panorama sombr¨ªo, de forzosa reconversi¨®n tecnol¨®gica y empresarial, que permite barruntar que cualquier tiempo futuro ser¨¢ necesariamente ajeno a lo conocido.
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