Las amenazas del narco obligan a un diario de Tamaulipas a parar su circulaci¨®n

El diario mexicano El Ma?ana de Nuevo Laredo, en el fronterizo Estado de Tamaulipas, dej¨® de circular el domingo y el lunes tras recibir una serie de amenazas del crimen organizado. No es la primera vez que el rotativo sufre agresiones directas de grupos delincuenciales. En el 2004 su entonces director editorial, Roberto Javier Mora Garc¨ªa, fue asesinado frente a su domicilio despu¨¦s de haber sido intimidado por miembros de un c¨¢rtel del narcotr¨¢fico. En el 2006 un grupo armado ingres¨® de manera violenta a las instalaciones del diario y lanz¨® una granada de fragmentaci¨®n. En el 2012, las agresiones con artefactos explosivos se repitieron y el diario tom¨® la decisi¨®n de dejar de publicar informaci¨®n sobre las disputas violentas entre grupos del narcotr¨¢fico ante la falta de condiciones para ejercer el periodismo con libertad.

El diario fue nuevamente amagado la semana pasada. Seg¨²n dio a conocer el diario Reforma, un grupo delincuencial exigi¨® a los directivos publicar una informaci¨®n, pero estos se negaron. En respuesta el s¨¢bado pasado integrantes de un c¨¢rtel del narcotr¨¢fico golpearon a tres distribuidores del peri¨®dico e incendiaron una camioneta de reparto. La agresi¨®n en contra de los empleados oblig¨® a los directivos del medio a tomar la decisi¨®n de no circular el domingo. Las amenazas continuaron v¨ªa telef¨®nica y por ello el rotativo tampoco circul¨® el lunes. El Ma?ana volvi¨® a imprimirse este martes y ofreci¨® una disculpa a los lectores tras dejar de circular por ¡°causas de fuerza mayor¡±.

La Red de Periodistas del Noreste, compuesta por comunicadores de Coahuila, Nuevo Le¨®n y Tamaulipas, exigi¨® a las autoridades responsables de la seguridad en el pa¨ªs, acabar con la impunidad que goza el crimen organizado y que permite amenazar y agredir a diarios como El Ma?ana. "Exigimos que esa impunidad sea frenada y que los responsables de las agresiones al peri¨®dico El Ma?ana sean detenidos y llevados ante la justicia y castigados por sus cr¨ªmenes", expusieron en un pronunciamiento.

Los periodistas del norte del pa¨ªs tambi¨¦n solicitan la intervenci¨®n de organizaciones internacionales como el Comit¨¦ de Protecci¨®n a Periodistas de Nueva York, el Comit¨¦ Internacional para la Protecci¨®n de Periodistas y Reporteros sin Fronteras para que demanden al Gobierno del presidente Enrique Pe?a Nieto acciones efectivas a fin de frenar las amenazas contra el rotativo tamaulipeco.

Los embates que ha sufrido el peri¨®dico por parte del crimen organizado los oblig¨® a censurarse. En mayo de 2012 la fachada del medio de comunicaci¨®n fue atacada a balazos y dos meses despu¨¦s, en julio de ese a?o, un aparato explosivo fue lanzado en contra de las instalaciones. A partir de ese momento, El Ma?ana anunci¨® que se abstendr¨ªa de publicar informaci¨®n derivada de las disputas violentas que se viven en esa localidad y en otras zonas del pa¨ªs para proteger a sus empleados. ¡°El Consejo Editorial y de Administraci¨®n de esta empresa ha llegado a esta lamentable decisi¨®n, obligado por las circunstancias que todos conocemos, y por la falta de condiciones para el libre ejercicio del periodismo¡±, expusieron en una editorial.

M¨¦xico es el pa¨ªs m¨¢s peligroso de Am¨¦rica Latina para ejercer el periodismo. Un informe de Reportes Sin Fronteras expone que de 2000 a 2016, 99 comunicadores han sido asesinados. La organizaci¨®n pide al Gobierno mexicano que se intensifique la lucha contra la corrupci¨®n y el crimen organizado a fin de garantizar la libertad de expresi¨®n. Tambi¨¦n solicit¨® incrementar los recursos financieros para fortalecer los mecanismos de protecci¨®n a periodistas.

En Tamaulipas las disputas entre el C¨¢rtel del Golfo y Los Zetas se intensificaron tras la ruptura entre ambos grupos criminales ocurrida en el 2010. Informes de la Fiscal¨ªa, divulgados en ese entonces por medios nacionales, se?alaban que la entidad hab¨ªa quedado dividida: El Golfo conserv¨® las ciudades de Reynosa, Matamoros, Ciudad Victoria y el puerto de Altamira, donde recib¨ªan los cargamentos de droga provenientes de centro y Sudam¨¦rica. Los Zetas conservaron la zona costera de San Fernando, donde desembarcaban sus cargamentos de droga. Tambi¨¦n conservaron Nuevo Laredo por donde introduc¨ªan la mercanc¨ªa a Estados Unidos. Sin embargo tras la incursi¨®n del Ej¨¦rcito y la Marina en el Estado, comenzaron a invadirse plazas para recuperarlas, lo que desat¨® una serie de bloqueos, asesinatos y secuestros.