Si escuch¨¢ramos a los Nobel
De lo que se trata ahora en Colombia es de recuperar la convivencia, la solidaridad, la cultura de la legalidad
M¨¢s de seis mil hombres vestidos de camuflado marcharon desde los 243 municipios en los que hac¨ªan presencia violenta para concentrarse en 26 zonas veredales e iniciar el tr¨¢nsito a la vida civil previa dejaci¨®n de las armas. En esas mismas horas de im¨¢genes impensables hace algunos a?os se escucharon las voces de cerca de 30 nobeles de paz reunidos en Colombia en su cumbre mundial, pa¨ªs escogido antes de que Juan Manuel Santos fuera galardonado en Oslo.
El significado de este paso que dan las FARC, producto de un proceso de negociaci¨®n que dur¨® cerca de 5 a?os, es enorme y bien valdr¨ªa la pena que la imagen de esa barcaza cargada de hombres, mujeres y ni?os de la guerra se repitiera una y mil veces para ir pegando los pedazos de este rompecabezas que implica repensarnos como una sociedad de ciudadanos todos con los mismos derechos y deberes a la que llegan esos que fueron los victimarios.
Tarea nada f¨¢cil cuando el resultado de la firma de la paz termin¨® por fracturar a¨²n m¨¢s la sociedad entre quienes sintieron una entrega al narcoterrorismo y los que optaron por privilegiar el proceso de reconciliaci¨®n con un nuevo esquema de pagar los delitos distinto a la privaci¨®n de la libertad detr¨¢s de los barrotes.
Las lecciones de los nobeles presentes esta semana en Bogot¨¢ plantean una hoja de ruta a seguir. Escoger¨ªa de las palabras de Lech Walesa, Polonia, premio nobel de paz 1985, quien advirti¨® que si en Colombia el conflicto se origin¨® por reclamos sobre la democracia es necesario tener unos acuerdos m¨ªnimos en tres aspectos fundamentales de esa democracia.
Uno de esos m¨ªnimos, creer¨ªa, es la construcci¨®n de un di¨¢logo con los que no est¨¢n de acuerdo, pero entre los de las nuevas generaciones. No es convencer a los pol¨ªticos de turno en la oposici¨®n. Es la construcci¨®n de pol¨ªticas p¨²blicas que atiendan las necesidades regionales con sus profundas particularidades. Y que el dise?o de esas pol¨ªticas involucre a quienes van a beneficiarse. Se llama inclusi¨®n para que los modelos de desarrollo en adelante tengan un componente transversal en el que los ciudadanos participan y se vuelven dolientes de su propia evoluci¨®n.
Colombia pareciera estar terminando el gobierno de manera anticipada para concentrarse en una campa?a pol¨ªtica electoral para escoger al presidente del 2018, con enormes riesgos para el mismo proceso de paz con las FARC. De ah¨ª que sea fundamental atender las palabras Shirin Ebadi, Ir¨¢n, 2003, quien puso el ejemplo de su pa¨ªs como una muestra de la necesidad que existe, de que los pueblos se movilicen en contra de los gobiernos que insisten en crear conflictos y hacer pol¨ªtica electoral con la guerra.
Se trata nuevamente del empoderamiento de la sociedad civil en las diversas organizaciones. "Si quieren una democracia s¨®lida, no se queden quietos, invol¨²crense", dijo Jody Williams, nobel de paz, 1997.
Si la ciudadan¨ªa se cree su poder movilizador de cambios y pasa del rechazo a la construcci¨®n habr¨¢ menos posibilidad para quienes abusan de sus posiciones pol¨ªticas para ahondar los conflictos producto de las omisiones y complicidades para no atender las necesidades m¨ªnimas no satisfechas de las comunidades que los eligen.
Habr¨¢ menos posibilidad de que las violencias en Colombia se sigan reciclando. Y hay que hacerlo ahora, mientras los pol¨ªticos de uno y otro lado se echan las culpas y tratan de salvarse de las salpicadas en idioma portugu¨¦s, de lo que parece estarse convirtiendo en ¡°procesos 8 mil reciclados¡±: Esa plata que dicen que entr¨® a mi campa?a fue a mis espaldas, como cuando el narcotr¨¢fico financi¨® a Ernesto Samper y ahora son las empresas transnacionales.
Mientras terminan de tirarse la pelota caliente y en los diversos partidos pol¨ªticos se definen los liderazgos para la pr¨®xima campa?a electoral, se abre un espacio invaluable para la organizaci¨®n ciudadana y la implementaci¨®n desde el gobierno de los acuerdos para una verdadera etapa de posconflicto blindado. Que impida que lleguen los trumps al gobierno. Porque de lo que se trata ahora en Colombia es de recuperar la convivencia, la solidaridad, la cultura de la legalidad, de revalorizar el conocimiento sobre la acumulaci¨®n que viene por la v¨ªa de la trampa y el crimen organizado.
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