En ¡®Teher¨¢ngeles¡¯ todo ha cambiado en una semana, con una firma
La comunidad iran¨ª del sur de California, la m¨¢s grande de la di¨¢spora persa, vive con estupor la orden presidencial que los tacha a todos de sospechosos
La nube de c¨¢maras, fot¨®grafos y curiosos superaba con creces la que se forma cuando los paparazzi reciben un buen soplo sobre famosos que aterrizan en el aeropuerto de Los ?ngeles. Alrededor de un centenar de personas, con el alcalde de la ciudad a la cabeza, esperaban el pasado jueves en la salida internacional de la terminal 2 a un hombre callado que no sabe ingl¨¦s llamado Ali Vayeghan, inmigrante iran¨ª al que convirtieron en un s¨ªmbolo de la resistencia contra el veto migratorio del presidente Donald Trump.
Vayeghan llevaba 10 a?os esperando un visado para emigrar a Estados Unidos. Finalmente se lo concedieron este a?o. El viernes 27 vol¨® desde Teher¨¢n a Los ?ngeles, donde viven su hermano Hossein y su sobrina Marjan. Aterriz¨® a las 19.15 de la tarde, apenas horas despu¨¦s de que Trump dictara una orden ejecutiva en la que suspend¨ªa todos los visados de Ir¨¢n durante 90 d¨ªas. Vayeghan fue rechazado en el aeropuerto y puesto en un vuelo hacia Dub¨¢i al d¨ªa siguiente, despu¨¦s de 28 horas sin comida. Una denuncia de la Uni¨®n Americana de Libertades Civiles (ACLU), oblig¨® al Gobierno a traerlo de vuelta. El emocionante encuentro, que cinco d¨ªas antes habr¨ªa sido rutina en el aeropuerto de Los ?ngeles, fue el jueves a mediod¨ªa una fiesta de la ciudad.
El alcalde de Los ?ngeles (que est¨¢ en campa?a electoral) y las autoridades en general del sur de California tienen buenas razones para estar preocupados. Se calcula que medio mill¨®n de iran¨ªes viven en el Estado, m¨¢s de 70.000 de ellos entre el oeste de Los ?ngeles y Beverly Hills. Son una comunidad tan establecida que Persian Square es un nombre de uso com¨²n y la calle Westwood boulevard recibe el sobrenombre de Teher¨¢ngeles desde que empezaron a instalarse aqu¨ª miles de inmigrantes, en su mayor¨ªa jud¨ªos, a finales a principios de los 80 huyendo de la Revoluci¨®n Isl¨¢mica. Beverly Hills lleg¨® a tener un alcalde iran¨ª hace pocos a?os.
Esta comunidad se ha visto de la noche a la ma?ana calificada como sospechosa de terrorismo. El estupor en Teher¨¢ngeles se nota en bares y supermercados persas. Solo hay que entrar en un restaurante para o¨ªr a un grupo hablando de pasaportes, visados y Trump. La orden ejecutiva de Trump, paralizada cautelarmente por un juez de Seattle este viernes, es tan discrecional que los agentes de fronteras ni siquiera estaban dejando entrar a gente con Green Card, o permiso de residencia permanente.
En un supermercado persa en Westwood boulevard, Sara S., de 33 a?os, cuenta que ha cancelado el viaje que ten¨ªa pensado a Ir¨¢n para esta semana. Iba a celebrar all¨ª, con su familia, su compromiso de boda. Perder¨¢ el billete que le hab¨ªa costado 633 d¨®lares, pero prefiere no arriesgarse a pesar de tener tarjeta de residencia permanente en Estados Unidos. ¡°Mi familia no puede venir¡±, contaba el pasado jueves. ¡°Mi t¨ªo ten¨ªa un visado para venir el 30 de abril de visita y le han dicho que no puede¡±. Dice que se va a esperar los 90 d¨ªas de la orden a ver qu¨¦ pasa. Pero el compromiso de boda se hace en Ir¨¢n, eso lo tiene claro.
¡°Parece que Estados Unidos estuviera buscando guerra¡±, se indigna una clienta de la tienda que escucha la conversaci¨®n. Michelle M., de 50 a?os, lleg¨® aqu¨ª en 1976. ¡°Es muy triste. Los iran¨ªes construyeron Los ?ngeles. ?Sabe cu¨¢nto dinero han tra¨ªdo a esta ciudad? Aqu¨ª no hab¨ªa nada cuando vinimos¡±, protesta. Ambas mujeres reconocen que hace solo una semana no les habr¨ªa importado que salieran sus nombres completos en un peri¨®dico. Pero ahora las cosas han cambiado. Es mejor no llamar la atenci¨®n. Est¨¢n experimentando en California algo que cre¨ªan haber dejado atr¨¢s. ¡°De repente, es un poco como en Ir¨¢n¡±, dice Sarah con media sonrisa.
Lo mismo dice F¨¢tima R., de 32 a?os, tambi¨¦n con residencia permanente. ¡°Todo ha cambiado en una semana, con una firma¡±. Lleva aqu¨ª dos a?os y esperaba una visita de sus padres. ¡°Est¨¢n muy enfadados porque no pueden venir¡±. No pueden venir, adem¨¢s, porque el presidente Trump los considera sospechosos de terrorismo. Para una comunidad que se estaba acostumbrando al deshielo de la relaci¨®n entre EE UU e Ir¨¢n, la situaci¨®n es un golpe inesperado e injusto.
Franz B., de 58 a?os, con pasaporte de EE UU despu¨¦s de 16 a?os aqu¨ª, tiene un negocio de gesti¨®n de pasaportes y visados en pleno Teher¨¢ngeles. Dice que no da su nombre completo porque su negocio depende del Gobierno. La afirmaci¨®n es surrealista en Estados Unidos. ¡°La gente est¨¢ preocupada. Cre¨ªamos que las cosas se estaban resolviendo¡±. Desde hace una semana sus clientes le preguntan qu¨¦ pueden hacer. ¡°Conseguir un visado era dif¨ªcil, ahora va a ser imposible¡±, asegura. ¡°Como amigo, a la gente le digo que no viaje a Ir¨¢n, que el riesgo (de que no le dejen volver a entrar) es muy alto¡±. Franz se muestra indignado con la etiqueta de sospechosos que el presidente ha puesto a los iran¨ªes. ¡°Dice que somos terroristas. ?No es verdad! ?C¨®mo se puede decir eso de todos los habitantes de siete pa¨ªses! La reputaci¨®n de los iran¨ªes est¨¢ cayendo porque el presidente ha dicho que somos unos terroristas. ?Los saud¨ªes s¨ª que son terroristas!¡±, protesta.
A los m¨¢s viejos de la comunidad persa, los que rompieron lazos por completo con Ir¨¢n, el veto migratorio no les afecta como a los j¨®venes que acaban de venir. ¡°Apoyo todo lo que haga da?o a la Rep¨²blica Isl¨¢mica¡±, dice Bijan Khalili, iran¨ª fundador de uno de los negocios m¨¢s antiguos de Westwood y un voz importante en esta comunidad. En este caso, ¡°si no dejas entrar a la gente, haces da?o a la gente, no al Gobierno¡±. Khalili tiene sentimientos encontrados sobre el veto migratorio porque odia al r¨¦gimen de Teher¨¢n y apoya cualquier cosa que pudiera debilitarlo. ¡°Tiene que hacerlo de forma que no haga da?o a la gente normal, que son la mayor¨ªa¡±. Entiende a los que est¨¢n afectados, ¡°pero tambi¨¦n piensa que yo soy iran¨ª, amo a mi pa¨ªs y no puedo ir desde hace 35 a?os porque est¨¢ este r¨¦gimen. ?Por qu¨¦ no se manifiesta nadie por m¨ª?¡±.
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