¡°Los ¨²ltimos asentamientos hacen dif¨ªcil imaginar un Estado palestino contiguo¡±

Martin Indyk, a sus 65 a?os, es una de las personas que m¨¢s de cerca conoce el conflicto palestino-israel¨ª. Nacido en Londres y criado en Australia, Indyk se nacionaliz¨® estadounidense una semana antes de que Bill Clinton le nombrara director para Asuntos de Oriente Medio en el Consejo de Seguridad Nacional, con la intenci¨®n de que pilotara la implementaci¨®n de los Acuerdos de Oslo. Embajador estadounidense en Tel Aviv¡ª primer jud¨ªo en ostentar el cargo¡ª en dos ocasiones (1995-96 y 2000-01) y enviado especial para las ¨²ltimas negociaciones de paz fallidas entre israel¨ªes y palestinos, Indyk todav¨ªa no tira la toalla y cree en una soluci¨®n dialogada al conflicto.

Ante el nuevo escenario que se abre con la presidencia de Donald Trump y con la?aprobaci¨®n en la Knesset de la ley que legaliza medio centenar de asentamientos jud¨ªos no autorizados en terrenos privados palestinos en Cisjordania, Indyk reconoce que las condiciones actuales para negociar la paz son claramente peores que las que se encontr¨® en 1993 al asumir su primera tarea diplom¨¢tica.?

En una entrevista en Casa Am¨¦rica, el actual vicepresidente ejecutivo del Brookings Institution¡ª uno de los think-tank m¨¢s influyentes de Washington¡ª, analiza en Madrid, invitado por ESADEgeo y la Fundaci¨®n Alternativas, las opciones de que Trump sea capaz de poner fin a un conflicto de m¨¢s de medio siglo, de alcanzar lo que el nuevo presidente de EE UU ha descrito como el "acuerdo definitivo".

Pregunta. ?Cu¨¢ntos m¨¢s asentamientos tiene que anunciar Netanyahu para enterrar definitivamente la posibilidad de los dos Estados?

M¨¢s informaci¨®n

Un naufragio hist¨®rico en tierra de ¨¢rabes y jud¨ªos

La importancia de saber frenar a tiempo ante Estados Unidos

Solana: "La presidencia de Trump es un paso atr¨¢s para el mundo"

Martin Indyk, nuevo enviado especial de EE UU para Oriente Pr¨®ximo

Respuesta. El n¨²mero de colonos, en torno a 300.000, y la situaci¨®n estrat¨¦gica de algunos de los asentamientos?en el coraz¨®n de Cisjordania hace que ya sea muy dif¨ªcil imaginar un Estado palestino contiguo. Debemos pensar que si se alcanza la paz los asentamientos ser¨¢n desmantelados, pero el ejemplo de Amona nos demuestra que pol¨ªticamente es muy dif¨ªcil evacuar a los colonos. M¨¢s de la mitad de los miembros de la coalici¨®n de Gobierno har¨¢n lo posible por sabotear cualquier opci¨®n de un Estado palestino. Netanyahu se ha convertido en reh¨¦n de sus aliados de ultraderecha. La presi¨®n exterior no es suficiente, ni de la ONU ni de EE UU, depende del pueblo israel¨ª elegir entre enfrentarse al mundo o escoger dem¨®craticamente un nuevo Gobierno con el mandato de poner fin a los asentamientos y avanzar en la soluci¨®n de los dos Estados.

P. ?Cree que Trump trasladar¨¢ finalmente la embajada [de Tel Aviv] a Jerusal¨¦n?

R. Creo que el presidente ha comprendido que esa es una medida que deber¨¢ esperar. Un movimiento diplom¨¢tico de esa envergadura solo puede llevarse a cabo despu¨¦s de que se hayan iniciado unas negociaciones de paz.

P. ?Por qu¨¦ deber¨ªan preferir los palestinos buscar una paz negociada con la Administraci¨®n Trump como intermediario en vez de denunciar a Israel ante la Corte Penal Internacional?

R. Los tribunales internacionales no van a darles un Estado palestino. Pueden arrinconar a Israel y darles una victoria moral, pero necesitan a Estados Unidos para lograr su objetivo. No hay alternativa a las negociaciones directas.

P. ?Corre riesgo el pacto nuclear con Ir¨¢n?

R. Ir¨¢n ya est¨¢ "bajo aviso" por sus pruebas bal¨ªsticas. La tensi¨®n entre EE UU e Ir¨¢n puede escalar hasta un nivel que no se ha visto en d¨¦cadas.?La nueva Administraci¨®n en Washington va a tratar de reducir la influencia de Ir¨¢n en Oriente Medio. Intentar¨¢n hacer retroceder a las fuerzas proiran¨ªes en Yemen, en Iraq y si pueden en Siria.?

P. Hace cinco a?os asegur¨® que el r¨¦gimen de El Asad era la peor opci¨®n para Siria. Las circunstancias han cambiado mucho. ?Lo mantiene?

R. Sigo creyendo que la situaci¨®n en Siria ser¨ªa mejor si Asad hubiera sido derrocado en 2012. Ahora el Estado Isl¨¢mico y grupos yihadistas adscritos a Al Qaeda han ganado territorio, a lo que hay que sumar la presencia militar de potencias extranjeras y de distintas milicias. Hace falta encontrar el modo de trabajar con Rusia no solo contra el Estado Isl¨¢mico y los yihadistas, sino tambi¨¦n contra Ir¨¢n.